La guarda espalda.

Cap.31

Capítulo 31.
"Grandes cambios"

Narra Lauren.

Mientras los días transcurrían Camila estaba experimentando cambios hormonales tal como lo había mencionado la doctora Nicol.

Sus cambios eran como una subida intensa y una bajada muy violenta. Quizás exageraba pero yo no había vivido el embarazo de Alice, no había sido participe así que se me hacía intenso todos los cambios que veía.

Respecto a Alice también estaba cambiando, era complicado para mi el poder aconsejarla y más aún cuando me decía que le gustaba una niña de su salón.
Quien diría que tener una familia seria algo complicado.

Sin embargo me parecía una etapa muy linda el conocer como era mi hija y así mismo como tenía el temperamento Camila.

—Lauren—
Escuche su voz desde la cocina. —Necesito ayuda—

Deje de preparar mi batido, debía atender a mi mujer claro estaba.

Al llegar a la sala la encontré molesta, con una expresión muy seria. —¿Qué sucede amor?— pregunte con gentileza

—Necesitó sexo, quítate la ropa de inmediato—

Me estaba ordenando y podía percibir su cambio de humor. Últimamente siempre pedía sexo casi los tres tiempos, digamos que era algo cansado. Me gustaba pero a la larga terminaba exhausta.

—Amor no quiero contradecirte pero Alice vendrá pronto y no quisiera que nos encontrara así.. tú sabes— rasque mi nuca, si quería pero no pretendía que mi hija nos encontrara en esa situación

—¿Quieres o no?— me pregunto —Podría salir y buscar quien me coja si tu no quieres—

Me acerque —Quiero así que deja de pensar esas cosas—

—Lauren quizás no me amas o será que ya no te excito..— Sentí como apretaba mi pene por encima de la ropa —Dime ¿ya no me amas?—

Duro como piedra se comenzaba a poner, apretaba mi bóxer. —Me gusta verte así— susurro mientras se acercaba a mi cuello, sus dientes se incrustaron en mi piel.

No podía evitar sentir caliente mi cuerpo, además del dolor en mi cuello a causa de sus dientes clavados en mi piel. Camila se estaba volviendo más intensa, mi cuerpo lo sabía por las múltiples marcas que me dejaba.

—Amor me encantas pero se más gentil, duele— pronuncie un poco adolorida, toque con mis dedos mi cuello y podía sentir la marca que había dejado.

—Puedo hacer lo que se me de la gana—

—Lo sé, solo digo que duele—

Me miró fijamente a los ojos, parecía estar molesta. —Tomaré una ducha, se me quito el antojo que tenia de ti—

Se levantó muy seria dejándome con tremenda ereccion.

Me levante, iría por ella era obvio pero me detuve al escuchar la puerta principal abrirse.

—Hermana—

Dayana se había hecho cargo de pasar por mi querida hija.

—Hola— salude —Alice cariño—

—Hermanita, paso algo—

Me acerque y note que mi hija traía dos golpes en su rostro.

—¿Qué pasó?—