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Narra Catalina

—Sentía caricias que hacían que me durmiera, Matías me acariciaba mientras yo estaba con mi cabeza en su pecho.

Yo dejaba pequeños dibujos con mis dedos sobre su brazo mientras escuchaba lo que me contaba.

Sentía su risa, cada vez que lo hacía, mi cabeza rebotaba un poco, causando una sensación de calidez al escucharlo y sentir lo cómodo que estaba en ese momento.

Los latidos de su corazón iban al compás del mío, aquello me relajaba y de vez en cuando cerraba los ojos.

Tenía claro que Matías causaba muchas sensaciones en mi, sentimientos que con el anterior no tuve, cosas nuevas que me daban miedo.

Me daba miedo que me volvieran a cambiar, que volviese a ser una segunda opción como siempre lo era, que no fuera suficiente para él y se fuese con otra que si lo era.

Aunque cada vez que lo veía y estaba con él, todo ese miedo desaparecía.

Matías me demostraba lo diferente que era, con él podía ser yo misma.

—Eu Cati, ¿Estás bien?—me preguntó a lo que yo asentí casi durmiéndome.

—Andaba pensando—le resté importancia con mis hombros, no quería que se preocupase y mucho menos que pensara cosas que no eran.

—¿Qué pensabas?—.

—No es importante Matu—lo miré.

—Todo lo que venga de vos es importante nena—colocó mi cabello.

—Solo...—suspiré—Pensaba en vos, en nosotros, en mi—.

—¿Qué pasa con nosotros?—preguntaba preocupado, le sonreí para que se tranquilizara pero no ocurrió.

—No es nada malo—él soltó todo el aire que retenía por el nerviosismo—es que...—me miró atento—tengo miedo—.

—¿De qué tenés miedo?—.

—De no ser suficiente para vos—.

Todo se quedó en silencio, Matías no respondía, solo me miraba serio.

Dirigí mi mirada hacia mis manos y empecé a jugar con ellas, este silencio me estaba matando, miles de pensamientos distintos venían a mi cabeza y me daban ganas de llorar.

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Narra Matías

—La miraba serio, no me podía creer lo que ella acababa de decir.

¿Le daba miedo no ser suficiente para mi?.

Catalina es todo para mí, su forma de ser me encantaba, su sonrisa me hacía sonreír aunque yo no quisiera, su voz y anécdotas me alegraban el día.

El verla de cualquier forma, enfadada, recién despertada, con sueño, llorando, riendo...hacía que yo ya estuviera mirándola y sonriendo como un loco.

—Cati, escuchame bien—ella asintió, pude notar que quería llorar—Vos sos todo lo que necesito, eres más que suficiente para mi y por ello sé que no te merezco. Eres la chica con el corazón más amable y bondadoso del mundo, me ayudaste aún yo habiéndote tratado mal desde el principio. Vos, tu sonrisa es lo único que necesito, no hace falta que me des nada más, ya eres más que suficiente para mi y quedate con esto porque yo no te voy a cambiar por nadie, porque nadie es mejor que vos—

Sus manos temblaban levemente y una lágrima cayó por su mejilla—algún día te contaré todo Mati—.

—Cuando vos estés lista, linda—asintió—Que sepas que sos la única que consigue ponerme nervioso—ella rió—es enserio nena, vos haces que sienta cosas que nunca sentí antes, me volvés loco Catalina—

Uní mi labios a los suyos por un corto tiempo, no quería que se agobiase más de lo que ya estaba.

No me dañes Matías—.

—No lo voy ha hacer jamás Lina—.

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Narrador Omnisciente

—Varios se encontraban en el salón del hotel, hoy no habían grabaciones pues el mal tiempo se lo impedía.

Había tormenta y hoy les tocaba grabar en la montaña, les habían advertido del peligro que había si subían así que decidieron dar el día libre para que todos descansarán o practicaran sus partes.

Catalina estaba junto a Kuku, Enzo y Juani jugando a un juego de cartas bastante extraño, este se llamaba The Mind y con la poca inteligencia de Juani y Cati se les dificultaba jugar.

Otros miraban o jugaban a otras cosas que habían allí, algunos hablaban entre ellos, estaban con el móvil o leyendo sus guiones.

En este caso, Matías y Agus estaban juntos, hablaban de sus personajes ya que leyeron las escenas que tenían ellos junto a la chica donde atravesaban los Andes para salir del fuselaje.

—¡Qué no lo entiendo!—gritó la ojiverde con frustración.

—¡Vos nunca entendés nada!—le gritó Rocco a lo lejos, ella solo lo miró mal mientras que los otros reían.

—¿Vos entendés algo?—le preguntó a su compañero que en este caso, era Juani.

—No, ¿Vos?—ella negó.

—Yo creo que Juani entiende menos que vos Lina—le dijo Agustín Lain que estaba sentado viendo la partida.

—Me pusieron con él que es medio boludo—se quejó, el de rizos la miró indignado.

—Bueno ni que vos seas una intelectual—le reprimió él.

Empezaron a reír por la pequeña pelea, los que se peleaban también se reían cuando decían algo.

A lo lejos, los dos amigos hablaban hasta que escucharon la pelea y se giraron para mirar, hasta que Matías vió a Catalina riéndose a carcajadas con los chicos y se perdió completamente.

—Eh—Agus chasqueó sus dedos—Te quedaste hipnotizado amigo—rió.

—No puedo dejar de mirarla Agus—.








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—Perdón por no subir capítulo durante dos días, estaba estudiando ya que Bach de letras no se saca solo.

Espero que os guste mucho este capítulo, sentía que necesitaba un capítulo desde el punto de vista de los dos por parte sentimental.

Os dejo que disfrutéis y mañana os espera un capítulo...¿o dos?.

♡♡—.

Always||Matías Recalt||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora