Los excluidos buscan venganza sin embargo no siempre les sale bien, como al Noveno Dios al que su pueblo nunca perdonará su error.
Esta es la historia de Kyn, un chico que también busca venganza tras la muerte de sus padres, haciendo alianzas para e...
Un hombre se encuentra regando las flores del molino de Paens.
Ese hombre: ¿He? ¿Qué es ese sonido?
Él entra al molino... Mira a su alrededor y no ve nada.
Ese hombre: ¡Sal de aquí! ¡Este lugar no te pertenece!
Un insecto se acerca a él y lo pica, el hombre muere lento y silenciosamente dentro del molino.
El presente.
Ese sonido se oía cada vez más fuerte, dándole más curiosidad a Kyn y más ganas de hacer un ollo para ver que había ahí debajo, él llamó a Paens para preguntarle cual era el motivo del sonido sin embargo ni él sabía del porqué y juraba jamás haberlo escuchado antes, los dos concordaron en abrir un ollo para ver si no los espiaban desde un sótano secreto, Paens uso su Celestial para deformar es suelo de madera y abrir un agujero, Kyn se concentró para usar su Celestial en dado caso de ser un espía.
Abrieron el agujero y efectivamente había un sótano... uno del que Paens no estaba informado, bajaron a ver pero no encontraron a nadie solo rastros de que alguien estaba viviendo ahí desde hace un tiempo, Kyn con algo de temor dijo:
- ¡Sea quien seas seremos pasivos, si sales ahora!
Después de unos segundo una niña salió de forma timida detrás de unas cajas al fondo del sótano.
Niña: ¡Perdón! no sabía que alguien vivía aquí
Paens recordó su rostro, se acercó y le susurró a Kyn:
- Es la niña de el templo, estaba con el muchacho de los cigarrillos.
Paens creía que ella era una de los súbditos de el líder del sector, Kyn miró de forma sarcástica a Paens ya que una niña indefensa no podría trabajar para alguien como el líder del sector, Paens juró que esa niña había estado en el templo el día del festival, Paens se acercó a ella de forma agresiva y le exigió que diga la verdad.
Paens: Niña será mejor que le digas a Kyn la verdad o si no te tendré que sacar de mi molino.
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La niña se asustó y le confesó a Kyn que si estaba maldecida pero no por Leami... había sido por accidente.
Kyn: ¿Por accidente? ¿Cómo te pueden maldecir por accidente?
Niña: No lo sé, solo sé que estoy maldecida.
Paens: Yo no le creo Kyn, haber prueba que sí lo estas.
Niña: Mira mi marca, los maldecidos la tenemos.
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