1. Frustracion

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Katsuki Bakugo era uno de los mejores detectives de Tokio, en ese momento estaba agotado, las ojeras bajo sus ojos rojos eran profundas, marcando noches sin dormir, obsesionado con resolver el caso. Detrás de su largo escritorio de madera maciza, la cuarta taza de café humeaba, el amargo líquido ofreciendo un débil consuelo en medio de la frustración.

Era la décimo quinta víctima, y la brutalidad del asesinato aún resonaba en su mente. Cada uno de los crímenes tenía un patrón espeluznante: las edades variaban, los géneros también, pero el color de ojos, el tono de piel y el color de cabello eran siempre los mismos. Era como si el asesino estuviera siguiendo un sombrío criterio estético.

Además de eso, cada víctima perdía algo. Bakugo recordaba claramente las conversaciones con los forenses y los informes que detallaban la misma peculiaridad en cada escena del crimen. Algo faltaba en cada cuerpo, algo que el asesino se llevaba consigo como un trofeo macabro.

Bakugo se frotó las sienes, luchando contra el dolor de cabeza que amenazaba con nublar su juicio. Necesitaba un descanso, pero sabía que no podía permitírselo. Cada minuto perdido era otro minuto en el que el asesino podía cobrar otra vida.

Mientras miraba fijamente las fotos de las víctimas, tratando de encontrar algún hilo conductor que pudiera haber pasado por alto, una idea empezó a tomar forma en su mente. ¿Y si no se trataba solo de la apariencia física de las víctimas? ¿Y si el asesino estaba persiguiendo algo más profundo, algo que solo él podía ver?

Estaba tan metido en los papeles frente a él que no escucho cuando la puerta se abrió y entraron a su oficina

-Hola, Kats – saludo – wooh te ves fatal, ¿pasaste la noche aquí?

Bakugo levantó la mirada, sorprendido por la interrupción. Era su colega y mano derecha, el detective Shoto Todoroki, quien entraba con una expresión de preocupación en el rostro.

- Hola, Bastardo -respondió con un tono cansado pero firme-. Sí, he pasado la noche aquí. Este caso me está volviendo loco.

Shoto se acercó al escritorio con una expresión de preocupación, observando las ojeras profundas bajo los ojos de Bakugo.

- Deberías descansar un poco, Kats. No puedes resolver este caso si no estás en plenas facultades -sugirió Todoroki, mostrando una preocupación genuina por su compañero.

- Lo sé, lo sé. Pero cada vez que cierro los ojos, solo veo los rostros de esas víctimas. No puedo permitirme descansar hasta que atrapemos a este hijo de... -se detuvo antes de terminar la frase, conteniendo su frustración.

- Entiendo cómo te sientes, Kats. Pero necesitas cuidarte a ti mismo si quieres tener éxito en atrapar a este asesino -insistió Todoroki.

Bakugo estuvo a punto de preguntar algo más cuando el teléfono del escritorio sonó llamando la atención de ambos detectives.

- Espero que tengas una buena razón para molestarme en este momento o – no pudo terminar de hablar cuando la melodiosa voz del otro lado de la línea se escucho

- Esa es la forma de saludarme, ¿Kacchan?

- ¿Deku?

- Es bueno saber que aun recuerdas al mejor médico forense y cardiólogo quien fue solicitado para realizar su especialidad en cardiología en New York, estará de regreso a Tokio dentro de una semana - comentó el peliverde con alegria - ¿Iras por mí al aeropuerto?

- Sí, joder, por supuesto que iré por ti al aeropuerto. – acepto con emoción en sus palabras, realmente extrañaba a Deku

- ¡Genial! Estaré esperando tu llegada, Kacchan -respondió Midoriya con entusiasmo – Me comentaron que estas batallando con un caso, ¿necesitas mi ayuda?

- No sé si necesito tu ayuda, Deku, pero definitivamente no me vendría mal. Este caso está resultando ser un verdadero dolor de cabeza.

- Entonces cuéntame los detalles, Kacchan. Estoy ansioso por poner mis habilidades a tu servicio -respondió Midoriya con entusiasmo.

- Sabes que es información confidencial Deku.

- Bueno ventajas de ser un médico especializado en medicina forense y cardiología

Bakugo suspiró, sabiendo que Midoriya no se rendiría fácilmente. Después de todo, habían sido amigos desde la infancia y compartían una conexión que iba más allá de la amistad. Confiaba en Deku tanto como en su propio instinto de detective.

- Está bien, Deku. Pero esto es estrictamente confidencial, ¿entendido?

- Claro, Kacchan. Puedes confiar en mí.

Bakugo compartió todos los detalles que había recopilado hasta el momento, describiendo las similitudes entre las víctimas, los patrones en los crímenes y la inquietante sensación de que algo más profundo estaba en juego.

- He estado pensando que tal vez el asesino no está persiguiendo solo la apariencia física de las víctimas, sino algo más, algo que solo él puede ver. ¿Qué opinas, Deku? -concluyó Bakugo, esperando la perspectiva fresca de su amigo.

Hubo un breve silencio al otro lado de la línea antes de que Midoriya respondiera.

- Creo que estás en algo, Kacchan. ¿Qué tal si nos reunimos para revisar todo en persona cuando llegue a Tokio? Dos cabezas piensan mejor que una, ¿no es así?

- Eso suena como un plan, Deku. Estaré esperando tu llegada para entonces -respondió Bakugo, sintiendo un renovado sentido de determinación. Con Deku a su lado, sabía que tenían una mejor oportunidad de resolver este caso y llevar al asesino ante la justicia.

- Nos vemos pronto, Kacchan. No te preocupes, resolveremos esto juntos -agrego Midoriya con confianza antes de despedirse y colgar.

- Creo que la llamada de ese tal Deku, te levantó el animo

La interrupción de Todoroki hizo que Bakugo esbozara una sonrisa, reconociendo la importancia de la llamada de su viejo amigo.

- Sí, tienes razón, Shoto. Deku siempre sabe cómo animarme. Además, su perspectiva fresca podría ser exactamente lo que necesitamos para resolver este caso de una vez por todas -respondió Bakugo, sintiendo un destello de esperanza en medio de la oscuridad que los rodeaba.

Los días pasaron lentamente hasta que finalmente llegó el momento esperado. Bakugo se encontraba en el aeropuerto, observando ansiosamente las puertas de llegada, hasta que finalmente vio a Midoriya salir por una de ellas.

-¡Deku! -exclamó Bakugo con entusiasmo, corriendo hacia él y dándole un fuerte abrazo-. ¡Qué bueno verte de nuevo!

-¡Kacchan! Me alegro de verte también. Te he extrañado mucho – comentó devolviéndole el abrazo del que no se quería soltar.

Comenzaron a avanzar a la salida, Bakugo cargo todas las pertenencias del peliverde – Bien, te llevo a tu antiguo departamento

-En realidad – bajo la mirada – el departamento lo vendío mi madre hace unos meses por lo que buscare un hotel donde quedarme en lo que encuentro uno nuevo.

- ¿Estas loco? – pregunto ofendido el cenizo – bien iremos a mi departamento -

- ¿Estás seguro, Kacchan? No quiero molestarte.

- ¡Claro que sí, Deku! Será genial tenerte de vuelta en casa. Además, así podremos revisar el caso juntos y trabajar en resolverlo.

Deku asintió con una sonrisa agradecida, sabiendo que estar en el mismo espacio que Bakugo podría pasar un poco más de tiempo con él.

Una vez en el departamento de Bakugo, ambos se sentaron alrededor de la mesa de la cocina, para revisar todos los detalles del caso.

Siguiendo la pista (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora