10. Verdades

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Cuando comenzó a ser consciente de su alrededor sintió el dolor de cabeza producto del golpe que recibió. Al despertar por completo notó que estaba suspendido en el aire, sus manos y pies firmemente atados, se percató que estaba dentro de una especie de jaula, cuando observó hacia abajo, había unos cuatro o cinco metros de distancia entre el piso y una especie de piscina

Frente a él estaba una plataforma y sobre ella estaba el sujeto que había reconocido y le había disparado para desarmarlo.

-Veo que has despertado, Midoriya - la voz del hombre resonó en el lugar, - ¿Descansaste? – pregunto en tono burlón

Izuku lo vio de mala manera - ¿Por qué estás haciendo todo esto?, déjame ir – intento ordenarle

-¿Sabes? – pregunto ignorando al peliverde – Te convertiste en una piedra en mi zapato desde hace tiempo, te contare una historia, después de todo no creo que salgas de esta.

Izuku sintió un nudo en el estómago al escuchar esas palabras.

-¿Qué quieres decir con eso? - preguntó, tratando de ganar tiempo, solo confiaba que Katsuki llegara a rescatarlo.

-Hace unos años, que realmente no se bien cuantos, con exactitud, conocí a un hombre alto, muy guapo, cabello cenizo y unos hermosos ojos rojos, durante mucho intente siempre acercarme a él y que me viera con otros ojos, pero ¿Qué crees? – pregunto con fingida tristeza – No importaba cuanto me esforzará para él solo estaba una persona, alguien que aunque se había ido a los Estados Unidos a terminar una carrera, no dejaba de pensar en él, hasta que decidí que ya era suficiente, así que comencé con el mensaje en las victimas.

La historia que el asesino comenzó a contar era prácticamente una confesión de todos los crímenes cometidos, pero Izuku estaba impotente en su posición no había nada que pudiera hacer, y si lograba liberarse moriría ahogado en el mejor de los casos si aquel liquido de la piscina era solo agua.

- Mi idea original, era atrapar al detective Bakugo, que fuera mío y de nadie más, me lo llevaría a un lugar donde nadie lo conociera y poco a poco lo fuera enamorando – confesó – pero tenías que llegar y complicar las cosas Midoriya.

El rostro del asesino se desfiguro de manera desquiciada y paso una mano por su rostro intentando controlar su rabieta.

-Me enteré de que llegarías y no solo eso, que vivirás con el hombre que por derecho me pertenece, eso me lleno de rabia, entonces, decidí cambiar mis planes un poco – agrego – ¿recuerdas la nota, y mis pequeños trofeos?

-Te refieres a los fragmentos de las victimas que tomabas – pregunto obviando la respuesta

-Así es, realmente esos fragmentos, desde las uñas, los pedacitos de piel, cabello y hasta el ojo de una de las víctimas no eran nada, simplemente era un juego para ver su nuestro detective era tan bueno para intentar descifrarme, pero no lo había logrado, yo solo observaba su frustración de una víctima a otra.

Hizo un silencio como si estuviera recordando y disfrutando del pasado – Pero ¡TENIAS QUE APARECER Y COMPLICARME TODO! – grito frustrado golpeando un interruptor que hizo bajar un poco la cadena que sostenía la jaula del peliverde.

El corazón de Izuku latía con fuerza mientras escuchaba la confesión macabra del asesino. Se sentía impotente y sabía que él no podía salir solo de esta.

-Te hubieras quedado en el extranjero y tu no sufrirías nada en este momento – volvió a hablar cuando controlo su voz – cuando los vi abrazarse en el aeropuerto cuando MI Bakugo fue por ti, supe que debía adelantar mis planes, buscar a mi víctima y dejarles un claro mensaje. Aunque creo que se enfocaron en otra cosa que no le prestaron mucha atención, "El dorado es un hermoso color, pero ¿Qué pasaría si lo mezclamos con otro tono?", ¿recuerdas los rasgos de Isamu Ebara? – preguntó

Los ojos de Izuku lo miraron con horror.

-¿Qué color se forma del amarillo y del azul? ¿lo sabes Midoriya?

El terror de Izuku se apoderaba de él, pues en ese instante comprendió aquello que dejaron pasar por alto, debido al miedo que sentían porque pensaban que el asesino estaba detrás de Bakugo.

-¿El dorado... y el azul? – susurro con pánico en sus ojos – El... verde – contesto

-¡Felicidades! – el asesino aplaudió haciendo eco en todo el lugar – Excelente Midoriya, el verde, un hermoso color para muchos pero para mí no es más que un despreciable todo, un peliverde que osa quedarse con lo que me pertenece, así es Midoriya desde que decidiste volver TU te convertiste en mi objetivo – reveló sin remordimientos.

-Desasiéndome de ti ya nadie impedirá que reclame lo que es mío, seguiré con el plan original y el Detective Bakugo será solo mío.

Izuku sentía que en cualquier momento su corazón se detendría, luego de escuchar la palabras del asesino, tenía que buscar la forma de ganar tiempo, y lo único que se le ocurría era seguir hablando.

- No tienes que hacer esto, aunque acabes conmigo Kacchan nunca se fijaría en ti y menos sabiendo todas las atrocidades que has cometido – grito – Confiamos en ti...

-Oh, pero sí tengo que hacerlo. Ya es demasiado tarde para ti, Midoriya. - hablo el asesino mientras activaba el mecanismo que hacía descender lentamente la jaula hacia la piscina. – calculo que la jaula tocara la superficie del agua dentro de tres horas, y media hora después bajara más hasta que la cubra por completo – el asesino soltó una carcajada - ¿sabes cuánto dura una persona aguantando la respiración? Y ¿sabes cuánto tiempo tarda una persona en ahogarse? Serás mi pequeño experimento Midoriya.

Izuku intento luchar contra las ataduras, pero estaban bien hechas que le era imposible, sus ojos se estaban llenando de lágrimas, quería creer en que Katsuki llegaría, pero ni el sabia donde estaban, menos su novio podría encontrarlo.

- ¿Qué ganas con todo esto? - preguntó con voz entrecortada por el pánico - ¿Qué te lleva a hacerle esto a personas inocentes?

-¿Qué gano? - repitió, pensativo. - ¿Acaso necesito una razón más allá del placer de tener el control? El poder sobre la vida y la muerte de otros es mi mayor satisfacción. – soltó una risa maniática – como te dije, lo configure para que descendiera lentamente y en unas tres horas comenzara a hundirse, te veo más tarde Midoriya antes de ver como desapareces debajo del agua.

Luego de eso el asesino salió caminando por una puerta que estaba cerca de la plataforma, dejando a Izuku solo con el pánico recorriéndolo, llorando por que se había resignado a que su fin llegaría.

-Kacchan – murmuro para si mismo – por favor Kacchan, encuentrame – y el llanto comenzó, sus lágrimas comenzaron a bajar sin poder detenerse.

Siguiendo la pista (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora