Escareño
Él era el peluquero, habría todos los días, pero los días con más clientela eran los sábados y domingos, esos dos días estaba repleto de campesinos y personas del pueblo que se venían como ellos decían a hacer el pelo, Allí era el lugar de reunión de los amigos, mientras esperaban turno platicaban y reían.
Tarcila
Ella era la que embellecía a las señoras tenía su salón de belleza en su casa, vivía en una esquina, cuando pasábamos por allí veíamos a las señoras con sus gorros esperando que se les hicieran los chinos, otras estaba en los secadores que parecían cascos de astronautas, hacia unos peinados espectaculares según la moda de esos tiempos, tenía dos ayudantas, que no se daban abasto con tantas clientas sobre todo en vísperas de alguna fiesta local, de la casa salía un olor horrible a puro amoniaco, cuando el proceso terminaba salían las mujeres relumbrantes, las que tenían el cabello lacio salían chinas, las que tenían el cabello negro salían rubias, las rubias salían con el pelo negro, entraban con las cejas, tupidas y salían tan delineadas y delgadas que se les veía una sola raya según la moda de la época.
León (lión como le decíamos)
Oficio carpintero especialidad ataúdes, él era el encargado de confeccionar las cajas de muerto como nosotros decíamos, cuando había un deceso inmediatamente le hablaban a lion, él se presentaba con todo el respeto del mundo y le tomaba las medidas al difunto, a lo largo y a lo ancho, no podía aventurarse de que el fallecido no cupiera en la caja, él les preguntaba cómo querían la caja y las personas simplemente decían cómo la de don fulanito o doña fulanita, no ocupaba catálogos ni sala de exhibición mientras él fallecido era velado en su cama él se encargaba de confeccionar el ataúd la entrega era unos pocos minutos antes de llevar al difunto a su última morada.
Don Maurilio
Él era el dueño de una farmacia que estaba en los portales, pero lo que tenía de atractivo para los niños es que afuera ponía una tarima de madera y ponía en exhibición juguetes al alcance de los niños pobres como yo, eran puros muñequitos de plástico, a la derecha la de las niñas allí podía uno escoger, platitos, tacitas, cacerolitas, cucharitas, muñequitas, todo en miniatura había de todos los precios desde cinco centavos hasta un peso, nada pasaba de ese precio, a la izquierda lo de los niños, soldaditos, indios, vaqueros en sus caballos, carritos, troquitas, canicas, trompos, baleros, y en la parte de en medio tenia puros juegos de mesa, laberintos, loterías, juego de la oca, damas chinas, tableros, ajedrez, y muchos más
Pero lo más atractivo para mí era un estante de revistas con todas las revistas de moda y para todas las edades, allí podíamos ver, los cuento de Superman, Tarzán, Ottawa el hombre de la selva, Los supersabios, Joyas de la mitología, historias sagradas, Hombres ilustres, novelas de amor, y las revistas de Yolanda Vargas Dulche una revista que contaba historias, cada semana salía un capitulo nuevo la primera historia que salió fue María Isabel tuvo mucho éxito y de allí surgieron más historia había una publicación para niños llamada Memín pinguin era un niño negrito y su mamá Eufrosina y contaba las aventuras de él y sus amigos.
Los trabajadores de la mina, por ser un trabajo de mucho riesgo tenían sus beneficios, contaban con atención médica para ellos y su familia, tenían un pequeño hospital y los casos más graves los atendían en un hospital que todavía existe en Guadalajara llamado la Beata Margarita, tenían su tienda de raya dónde les vendían todo lo indispensable para la subsistencia, maíz, frijol, arroz, jabón, y muchas otras cosas más, todo a más bajo precio que el precio oficial, en una ocasión me enferme y mi mamá me llevo con el doctor, me dijo que te pasa niña, yo le dijo me duele mucho el pescuezo, el me vio y sonrió y me dijo no se llama pescuezo se llama cuello, el pescuezo es el de los pollos, diagnostico tenía anginas, de pasada vio que tenía varias manchas blancas en la cara y brazos y también me receto una vitaminas inyectadas, me dijo que cuando me terminara la medicina para las anginas me las pusieran.
Maurilia,
Maurilia era la encargada de la farmacia de los trabajadores de la mina, también era la que inyectaba y enfermera de primeros auxilios, cuando me recupere de las anginas me mando mi mamá a ponerme la primera inyección me dijo vete con Maurilia para que te inyecte, y me fui sola en el patín del diablo llegue me dijo que me acostará en la camilla mientras ella preparaba la inyección cuando me la puso sentí un dolor tan terrible el piquete no me dolió, me dolió la substancia cuando iba entrando poco a poco en mi nalga me quedo la pierna entumecida ya no me pude subir al patín llegue renqueando del dolor, las otras inyecciones que faltaron ya no fui por mi voluntad mi mamá me llevaba a la fuerza y era necesaria la fuerza de ella y Maurilia para detenerme y ponerme las inyecciones jajajajaja.
También tenían su sindicato, también estaba en los portales, los señores sacaban unas mesas al portal y se ponían a jugar domino, allí pasaban horas jugando nada más se escucha el ruido de las fichas, a veces estaban tan concentrados en su juego que se podía oír el zumbido de una mosca, los miembros del sindicato tenían su propia banda de guerra cuando había desfile desfilaban todos los sindicalizados las familias nos alineábamos en la calle para ver el desfile y cuando veíamos a mi papá gritábamos allí va mi papá muy orgullosas, después cuando entre a la escuela también yo era parte del desfile y desfilaba orgullosamente con mi uniforme de la escuela marchando siguiendo las órdenes, del capitán, paso redoblado, marchar, descanso, saludar, siguiendo a nuestra bandera y nuestra propia banda de guerra.
Los miembros del sindicato también organizaban grandes bailes, venía una banda de música del ejército todos con sus trajes de gala verdes, y deleitaban a las personas con música de las grandes bandas yo estaba muy pequeña pero recuerdo a las parejas bailar entre esas parejas se encontraban mis padres.
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Pasajes de mi infancia
Non-FictionPasajes de mi infancia. Los recuerdos de mi infancia, nací en el año 1950, en Etzatlan, un pueblito del estado de Jalisco México relatos de la vida cotidiana, las fiestas de mi pueblo, los años del colegio , los sueños y vivencias de una niña...