Jasha Maslov
Han pasado dos días desde que desperté. Estos dos días he ido a ver a Kira y le cuento cómo están nuestros hijos.
La niña cada día parecía estar mejor, en estos dos días había crecido un centímetro más lo que permitió que pudieran colocarle su primera prenda de ropa y subió la talla de pañal. La neonatologa dijo que eso era un buen avance. Actualemente estaba midiendo ya los cuarenta centímetros y pesando un kilo y medio.
Pero el niño parecía no querer recuperarse, luchaba constantemente. Podía estar una hora en perfecto estado pero a la siguiente sufría una recaída lo que impedía una buena recuperación. El por su parte no estaba subiendo de peso y estaba muy débil. Sus doctores creían que no iba a lograrlo y que moriría dentro de poco. Su estatura era de treinta y ocho centímetros y pesaba recién un kilo.
Kira por su parte empezó a recuperarse, su médico señaló que el tratamiento está haciendo efecto y la inflamación empezó a bajar poco a poco aunque aún está en riesgo vital. Su cerebro sigue inflamado pero no tanto como de un inicio.
Y yo por mi parte estaba teniendo sesiones de kinesiología por los días que estuve sin moverme. Me hacían terapias para ir recuperando poco a poco el movimiento de mi rodilla izquierda.
Veo a mi hijo mientras que acariciaba su pequeña manito. Tenía ventilación mecánica aún, pero los parches de sus ojos habían sido retirados, aunque no había abierto sus ojos aún para mostrarme el color de ellos.
—Debes de luchar pequeño—le susurro. A mi alrededor habían dos mamás que también visitaban a sus hijos prematuros—tu mami está luchando y saliendo adelante después de dos semanas, tu también debes de luchar. Yo te estoy esperando junto tu hermanita. Debes salir adelante así los cuatro volveremos a casa lo antes posible.
Mi pequeño apretó mi meñique y sonríe levemente mientras acariciaba su manito. No podía cargarlo por su estado débil, sus médicos explicaron que lo mejor no era sacarlo de su incubadora ya que no debíamos exponerlo.
Habían secuelas para el futuro, quizás el sea el más enfermizo de los dos y tenga que tener un chequeo muy seguido para así evitar que caiga hospitalizado. Su cuidado sería mayor que el de su hermana si lograba salir de esto.
Luego de unos minutos, me separó de mi hijo y suspiro. Iba a ir a ver ahora a mi pequeña. Mamá me esperaba afuera de la sala para así llevarme a dónde mi pequeña.
Salgo de la sala y ella se acerca con una leve sonrisa.
—Va a salir adelante, es fuerte como ustedes—dice mamá
—Ojala sea así
Mamá empieza a empujar mi silla de ruedas y nos empezamos alejar del área de terapia intensiva de neonatología para ir hacia cuidados intensivos.
—Los bebés no tienen casi nada—le menciono—ni siquiera tienen una habitación porque creíamos que el parto sería más adelante. ¿Dónde dormirán cuando salgan de aquí?
—Tu tranquilo, yo me encargaré de eso junto tu hermana
—Gracias mamá
Ella me sonríe y llegamos al área de cuidados intensivos. Entro hacia la sala y me acerco al cunero de mi hija. También tenía sus ojos descubiertos, pero a comparación de mi hijo, ella tenía sus ojos abiertos mostrando ese fuerte verdoso que tenía yo.
El día de ayer había notado que le empezaba a crecer una mata de cabello rubio. Ella sería rubia como su madre y de ojos verdosos. Tenía un gran parecido con Kira.
—Hola mi pequeña—la saludo y tomo su pequeña mano—acabo de ver a tu hermano, el no esta muy bien pero está luchando. Se que saldrá adelante. Y tu mami también está luchando, hoy el médico dijo que está avanzando en su tratamiento y que están esperando que pueda despertar, es una posibilidad pero yo sé que ella va a despertar.
Veo como se acerca uno de los doctores de mi pequeña y me sonríe amablemente. Empieza a revisar a la bebé tomando sus signos vitales y al acabar me sonríe asintiendo.
—Bueno, la bebé está muy bien y su oxígeno está muy bien—informa—. Le quitaremos el suministro de oxígeno ya que no lo necesita, ella está respirando por si sola y ha salido de riesgo vital. Será trasladada durante el día al área de prematuros dónde en vez de estar en una incubadora estará en un cunero.
—Esta mejorando
—Lo está—asiente el médico—esta pequeña ya ha salido adelante y paso lo peor.
Suspiro aliviado y miro con una sonrisa a mi hija. El médico me deja con ella a solas y acaricio la manito de mi hija.
—Eres igual de luchadora que tú madre, pequeña.
•••••••••
—La niña será trasladada a la sección de prematuros, esta mejorando y ha salido del riesgo vital. Empezó a respirar por su cuenta y subió de peso al igual que de talla. Ahora usa ropa y cambio la talla del pañal lo que es un buen avance—le comento a Kira que seguía en coma—mientras que el niño está luchando, los médicos no ven cambios y apenas logro pasar el kilo, no ha subido de talla. Creen que no sobrevivirá pero yo sé que lo hará. Es fuerte.
Acaricio la mano de Kira mientras que la miraba fijamente.
—Ahora acabo de darme cuenta que no hay nada para los bebés en el piso. Jamás pensamos que los bebés llegarian antes de lo esperado y no hay nada para ellos en el piso. Le dije a mi madre y ella va a encargarse todo con Larissa. Espero que hagan una habitación digna para los bebés.
Veo la máquina que mostraba los signos vitales de Kira. Estaban un poco bajos, pero el médico me había asegurado que habían subido.
—La niña es igual de luchadora que tú y se parece a ti, es rubia y de ojos verdes. No sé si el niño es rubio ya que al tener tantos cables y tubos en su cuerpo impide verlo muy detalladamente, pero sus ojos fueron descubiertos aunque aún no los abre—le relato—. Debes de salir adelante Kira, no me falles por favor. Te suplico que no me dejes. Se que puedes salir de aquí.
Sigo acariciando su mano en silencio mientras la miraba fijamente. Las ojeras oscuras que tenía hace dos días habían empezado a disminuir un poco y el color en su rostro empezaba a volver.
Solo deseaba que despertara y volver a ver esos ojos grisáceos de los cuales me había enamorado. Ver esa sonrisa y la emoción que derrochaba cuando hablaba de nuestros bebés.
Siento una presión en mi mano y bajo la mirada hacia donde tenía agarrada la mano de Kira. La miro de reojo y vuelvo a sentir una presión. Su mano aprieta la mía suavemente, sin fuerza, pero la apretaba.
—¿Kira?
La miro esperando que abra sus ojos pero no sucede. En ese instante entra el médico para hacerle una revisión rápida.
—Ella apretó mi mano—le digo al médico
—¿Lo hizo?
—Acaba de hacerlo
—Eso pueden ser reflejos—responde el médico
—Lo hizo dos veces, no creo que sean reflejos
—Es más probable que sean reflejos. En su estado es muy normal que los reflejos se hagan de notar y sean confundidos como si ellos fueran a despertar. Aún queda mucho para que ella finalmente despierte.
Suspiro mientras que veía a Kira fijamente y estaba seguro que esto no habían sido reflejos.
•••••••
La bebé salió de UCI mientras que el bebé sigue en la UTI
Kira, ¿Despierta o no?
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𝑺𝒆𝒎𝒑𝒊𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐
RomanceKira Santoro, la segunda hija del Capo di Capi de la Mafia Italiana, la adoración de su padre. Comprometida con Jared Morgan para obtener una alianza luego de que una segunda guerra con Rusia estallará nuevamente, pero el pequeño arrebato del futuro...