𝑺𝒆𝒎𝒑𝒊𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐

Capitulo 44

Jasha Maslov

Unas semanas después

Puedo oír el suspiro de frustración de Kira, provenir desde el armario. Dejo el celular aún lado y me incorporo para ir hacia el pequeño cuarto que había dentro de la habitación donde estaba toda nuestra ropa.

Mi esposa de tan solo seis meses de embarazo, se encontraba solo en bragas y sujetador mientras rebuscaba en todo su lado del armario algo que colocarse.

—¿Por qué estás tan frustrada?

—Nada me entra—responde molesta mientras se colocaba un pantalón.

Este sube a cuestas pero no logra cruzar, provocando que Kira suelte una maldición en italiano y se quite el pantalón a las malas.

Se tambalea y alcanzó a llegar a su altura para evitar que se caiga de trasero. Termina de quitar el pantalón de su cuerpo y coloca sus manos en su rostro soltando un sollozo.

—Estoy gorda—solloza—. Nunca he estado gorda y es horrible estarlo, nada me entra. No puedo usar mi ropa porque apenas me sube. El embarazo no me sienta para nada bien—limpia sus lágrimas y me mira a través del espejo—. ¿Por qué otras chicas se ven como nunca embarazadas y yo no?

—Estas gorda porque dentro tuyo llevar a dos bebés, no uno, si no dos. Lo que significa que ocupan más espacio de lo normal. Y yo creo que el embarazo te sientas muy bien.

—Lo dices para que no llore—murmura

—Tus senos están más firmes y grande, tus caderas crecieron y tú trasero aumento su volumen y está más firme. Tu cintura está más pequeña de lo que ya era—beso su cuello—. Estás hermosa.

—¿De verdad?—pregunta

—De verdad—asiento y la volteo frente a mi—. No sabes lo orgulloso que me siento que mis hijos estén dentro de tu vientre—bajo la cabeza hacia su abultada barriga para dejar un beso.

Kira sonríe y vuelvo a su altura para dejar un beso en sus labios. Sus manos acunan mis mejillas mientras que seguía el beso que acababa de darle. 

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Kira Maslova

Despierto por un dolor en mi barriga. Me remuevo en la cama soltando un quejido de dolor.

Abro los ojos perezosamente y paso la mano por mi rostro, me siento en la cama y hago una mueca de dolor.

El dolor que sentía me hacía temblar, empezaba en el centro de mi espalda y bajaba hasta mi vientre.

Suspiro temblorosamente y un nuevo dolor vuelve haciendo que chille agarrándome la barriga.

Jasha a mi lado se sobresalta y despierta de golpe mirando a su alrededor. Saca el arma bajo su almohada y apunta hacia la puerta.

—¿Pero, que?

Su mirada recae en mi y deja el arma aún lado para enfocarse solamente en mi.

—¿Que pasa?—pregunta preocupado

—Me duele—me quejo

—¿Que te duele?

—La barriga, es insoportable—vuelvo a chillar y cierro mis ojos mientras que el dolor parecía aumentar—. Por favor llévame al hospital.

Asiente colocándose de pie, empieza a marcar alguien por su celular mientras rodea la cama. Retira las sábanas de mi cuerpo y enciende luz de la habitación.

Jadeo al ver las manchas de sangre en las sábanas de la cama. Mi pijama estaba manchado de sangre que provenía entremedio de mis piernas. Miro a Jasha horrorizada.