Capitulo 66

5.5K 331 28
                                    

Kira Maslova

El ruido del timbre me hace pararme de golpe del sofá y corro hacia la entrada. Abro la puerta y me encuentro con una caja idéntica de hace unos días atrás.

La tomo en mis manos y camino hacia la sala, Jasha se me une y abrimos la caja rápidamente buscando una nueva pista.

Al abrirla encontramos dos mechones de cabello rubio, junto una nota. Trago grueso y leo la nota.

Ha llegado la hora

Donde todo comenzó

Tienen una hora

—¿Donde todo comenzó?—pregunta Jasha

—La cabaña—susurro captando las palabras—. Ahí están, la cabaña

—¿Que cabaña?

—La cabaña donde me mantuviste secuestrada—le digo a Jasha—. Donde todo comenzó, fue la cabaña. Ahí quede embarazada y empezó lo nuestro. Ahí están los niños.

—Llamare a papá. Salimos en diez minutos

Asiento rápidamente y voy el busca de una mochila, dónde pongo mudas de ropa para los niños y todo lo escencial para que vuelvan conmigo.

Junto a Jasha bajamos al aparcamiento y nos subimos en uno de los autos. El sale con rapidez hacia la calle y acelera sin miedo alguno.

Pone en el GPS la ubicación de la cabaña y pocos minutos después salimos de la ciudad adentrándonos en la autopista.

—¿Cuánto estamos?—pregunto

—Ocho minutos—responde Jasha adelantando unos autos

—Ve más rápido—le pido

Jasha acelera un poco más y los siguientes minutos fueron eternos para mí. El miedo que sentía al poder perder de mis hijos era mucho.

—¿Diste el aviso?—pregunto cuando veo que ingresamos a un bosque saliendo de la autopista

—Si, estarán con nosotros en veinte minutos más

Asiento mientras veo el mismo camino que abandone hace muchos meses atrás cuando Jasha me había permitido huir. Un apreton dió mi estómago que me hizo removerme en mi asiento.

Pocos minutos después vemos la cabaña a lo lejos. Acercamos el auto y aparcamos frente a ella. Bajo rápidamente y veo la cabaña con nostalgia. Aquí había iniciado todo.

Y quizás todo acabaría aquí mismo.

La puerta se abre dejándonos ver a la niñera y la persona que menos esperábamos ver.

Alex.

El primo de Jasha y uno de los padrinos de los bebés.

—¿Me estás jodiendo?—pregunta Jasha molesto—¿Tu? ¿Es una puta broma?

—No es una broma, primo—sonrie Alex—. Adelante, sus hijos los esperan

Miro a Jasha y este solo miraba con rabia a Alex. Estaba segura que ya le estaba planeando una muerte larga y dolorosa.

Entramos a la cabaña y miro a mi alrededor recordando como estás paredes me cautivaron por dos meses. El balbuceo me hace girar la cabeza y miro fijamente hacia el pasillo.

Camino en busca de mis hijos y entro a la habitación, dónde pillo a la niñera cargando de Kaya mientras que Kay estaba chupando su mano.

—Dame a mi hija—le arrebato a mi bebé de sus brazos y reviso a mi hija buscando algún signo de golpe o daño alguno.

𝑺𝒆𝒎𝒑𝒊𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora