Una semana después.
Kira Maslova
—Kaya está subiendo cada vez más de peso, ya ha pasado los dos kilos lo que es una muy buena señal—informa el médico—mientras que Kay aún no ha pasado los dos kilos, pero le falta muy poco para hacerlo. El que hayan empezado a tomar leche materna los ha ayudado mucho.
—¿Cuando cree que pueden salir?—pregunto sentada en mi silla de ruedas
—En una semana quizás o diez días más si todo sigue así—responde su médico
—¿No podré irme con ellos, verdad?—pregunto con una mueca
—No será posible—responde el médico—. No pueden abandonar el hospital hasta que sobrepasen los tres kilos.
—Pero vendremos a verlos cada día—me dice Jasha a mi lado
Acaricio la manito de Kay que tenía un chupón en su boca. Su otra mano estaba aferrada al brazo de Kaya que dormía profundamente.
—¿Que secuelas tendrán?—inquiero
—Eso se verá a través de los años, pero es posible que Kay sufra más que Kaya por el hecho que el tuvo una intervención en el pulmón y el ha sido el mas delicado de los dos. Es posible que ambos sean crónicos por no poder desarrollar al completo sus pulmones como era previsto. Todo es una posibilidad, porque también está la opción en que ellos sean sanos por el resto de sus vidas.
Asiento lentamente y Kay bota su chupón de la boca. Hace un pequeño puchero y empieza a llorar. Tomo el chupón en lo coloco en su boca, calmando su llanto.
••••••••••
—Te recetare analgésicos por si sientes dolores—informa el médico—y quiero que vengas a tus controles para ver posibles secuelas por la inflamación y seguir revisando tu aorta.
—Okey—asiento lentamente
—Espero que te recuperes perfectamente en casa y te vere dentro de tres días más.
El médico nos sonríe amablemente y abandona la habitación. Suspiro mientras que mamá terminaba de ordenar todo en mi bolso. Finalmente me iba de alta, pero sin mis bebés.
—¿Podemos pasar a ver a los bebés antes de irnos?—pregunto
—Claro—asiente Jasha
Unos minutos después vienen por mi. Me siento en la silla de ruedas y le indicamos a la enfermera que nos llevará hacia el piso de neonatología para ir donde los prematuros.
Cuando llegamos, nos colocamos el equipo necesario y con Jasha entramos a ver a nuestros bebés.
El carga a Kay mientras que yo a Kaya. Beso la mejilla de mi hija con un nudo en mi garganta.
—Supuestamente tenía que salir del hospital con ellos, no sin ellos—murmuro
—El accidente cambio los planes—me dice Jasha mientras que veía a Kay que dormía plácidamente
Kaya abre sus ojos dejándome ver ese hermoso color verde. Sonrió mientras que ella hace una especie de mueca y mueve sus brazos. Empieza a soltar quejidos hasta que se vuelven sollozos.
—Debes de tener hambre—murmuro
Una enfermera se acerca ayudarme para poder alimentar a mi hija. Cuando finalmente ubico el pezón en su boca, ella lo succiona y su llanto cesa mientras se enfocaba en alimentarse.
Sus ojos se cierran lentamente mientras que succionaba mi pezón sacando toda la leche que podía. Su mano se aferra a mi blusa y acaricio su cabecita.
—No sabes las ganas que tengo de que vayas a casa conmigo—le digo en voz bajita
—En unos días más quizás puedan irse—me calma Jasha
—¿Vendremos a verlos siempre?
—Todo los días y estaremos aquí siempre para ellos.
Asiento mientras que veía como Kaya seguía tomando leche totalmente relajada en mis brazos.
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Entramos al piso y dejamos el bolso en el suelo. Jasha camina hacia la sala y yo voy tras el. Tomamos asiento en el sofá y Jasha deja las muletas aún lado y estira su rodilla izquierda apoyándola en la mesa de centro.
—¿Duele?—pregunto mientras me acomodaba a su lado
—Aveces—responde mirando la rodilla
—¿Que te ha dicho tu padre sobre el accidente?
—Hasta el momento no hay sospechoso—responde Jasha y pasa un brazo por mis hombros. Me apoyo en su pecho—es posible que sea Italiano, Ruso o de otra nacionalidad, pero es muy probable que sea Italiano o Ruso, ya que varios quedaron descontentos con nuestro matrimonio.
—Ojala lo encuentren y lo hagan pagar. Gracias a el me perdí el nacimiento de mis hijos y ambos están lejos de mi ahora.
—No se salvará de una muerte rápida—asegura
—Eso espero
Quedamos en silencio y miro fijamente la televisión que estaba apagada. El silencio me hizo recordar lo que había sucedido antes del accidente. Me incorporo lentamente y miro a Jasha.
—Creo que debemos de hablar—le digo
—¿Sobre?
—Lo que paso antes del accidente
Jasha se acomoda mirándome fijamente.
—¿Por qué lo hiciste?—pregunto sin poder evitarlo
—Ni siquiera yo lo sé—responde Jasha sin apartar la mirada
—¿Te gustó? ¿La mujer o el beso?
Jasha se pone pensativo y hasta quizás esté recordando para poder responder mi pregunta.
—No—niega luego de unos segundos—la verdad es que no.
—¿Entonces por qué se lo seguiste?
—Porque estaba ebrio y apenas sabía lo que hacía.
—¿Te hubieras acostado con ella?
—No, no lo hubiera hecho
—¿Cómo se que no se volverá a repetir Jasha?
—Porque te lo prometi
—Aveces las promesas no se cumplen
—Lo se, pero nunca fallaré a esa.
—No podría soportar que estés con otra mujer—murmuro—. Nuestro mundo se vive de infidelidades, son pocos los matrimonios en dónde hay fidelidad. Si tú empiezas a tener a otra yo jamás podré divorciarme porque está mal visto.
—Nunca estaré con otra mujer—me asegura
—Quiero que hagamos un trato, que será lo mejor para los dos—le propongo—. Tuvimos nuestro primer conflicto en nuestro matrimonio y estoy segura que vendrán muchos más, porque no podemos estar sin discutir el uno con el otro—Jasha sonríe de lado—. Quiero que si un día no te parezco atractiva o simplemente no estés interesado en mi y quieras estar con otra mujer, tu vengas a mi y me lo digas. No quiero algo fingido, quiero algo sincero. Quiero que nuestro matrimonio sea sincero. Prefiero que me digas que te interesa otra mujer, antes que vayas por ahí siendome infiel y yo no tenga la mínima idea. Ahora tenemos hijos, Jasha. Estamos unidos para el resto de nuestras vidas y si llegara a pasar que te interesa otra mujer, tu vengas hacia mi y me lo digas.
—Lo haré—asiente—pero no pasará porque tú eres la única mujer que me interesa—se acerca y besa mis labios—asi de mandona—da un beso—desobediente—otro beso—terca—otro beso
—No soy terca—frunzo mis labios
—Lo eres, Malysh—sonrie Jasha—. Te amo
—Y yo a ti. Te amo—beso sus labios con una sonrisa.
••••••••
Kira de alta
Promesa de Jasha
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𝑺𝒆𝒎𝒑𝒊𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐
Roman d'amourKira Santoro, la segunda hija del Capo di Capi de la Mafia Italiana, la adoración de su padre. Comprometida con Jared Morgan para obtener una alianza luego de que una segunda guerra con Rusia estallará nuevamente, pero el pequeño arrebato del futuro...