La curiosidad mató al gato

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Jungkook

Demasiados vecinos tardaremos mucho con tanta parada en llegar a mi casa, quiero que Jimin pruebe lo bien que cocino, decía mi abuela que a un hombre se le gana por el estomago, pues hay que hacer caso a los mayores y creo que tengo anguila de mar el kimchi de mi abuela.

Mientras pensaba que le iba a cocinar sentí su culo en mi entrepierna al salir un vecino, me encanta su culo y cuando está rojo más. Mmmm ¿Quién ha dicho eso? Jungkook deja de pensar en anoche o te pondrás duro delante de todos tus vecinos.

El culo de Jimin no para de restregarse contra mi no he subido ni un piso y ya esta dura y empujan contra mis pantalones.

- Para por favor-

Susurro en su oído pero no hace caso alguno y ahora está metiendo su pequeña mano, no me tortures no puedo delante de los vecinos.

- Por favor para-

Supliqué en un susurro con la respiración entre cortada me quedaba poco muy poco para manchar su mano y en ese momento salió el único vecino que quedaba en el ascensor, me las va a pagar. 

- Te lo pedí por las buenas conejito y no me has echo caso, no, da igual que pares ahora el castigo lo tendrás igualmente-

Quería follarme lo en ese ascensor, quería que gimiera mi nombre fuerte mientras arremetía una y otra vez pero cuando vi su culo blanco de nuevo sin las marcas rojas con las que lo marque anoche no pude evitar volver a poner su culo carmesi. Amaba el sonido que creaban mis manos contra su culo y de coro los gemidos de Jimin una dulce melodía.

- Me encanta como suena tu culo cuando lo azoto, por tu gemido a ti también conejito, ¿debería castigar este culito? ¿Quieres tener el culo tan caliente como anoche conejito?-

Y el siempre ofreciéndole para que disfrute con el, vamos porque no respondes me gusta el sonido de tu voz cuando estás excitado y tus gemidos entrecortan o ahogan tus palabras.

-Sigues sin hacerme caso conejito, quiero oír tu voz cuando te pregunto-

-Si, si quiero que me castigues, por favor-

Si eso es así pero quiero que me llames como ayer quiero volver a escucharlo.

-Vamos conejito aún no lo pides bien-

- Castigame Amo-

Si sabía que ternarias haciéndolo me pone tanto que me llames así, como si fuera el dueño absoluto de tu placer, como si solo yo pudiera conseguir estos sonidos que tanto me gustan. No se qué me haces.

-Dios me vuelve loco ver tu culo encarnado, ¿mí conejito blanco se portará bien ahora mismo? Si lo haces bien tengo un premio que te gustará-

-Si Amo-

Un escalofrío directo a la punta de mi pene, iba a follarlo hasta que vi su entrada y desee ver su reacción cuando mi lengua lo follara, yo podría esperar un poco más con tal de ver su reacción.
Tan excitante como pensé no se lo espero. Como puede ponerme tan mal estoy seguro que si ahora me rozo llegaría a correrme. Dios tengo que dejar la marca de mis manos aquí es Mio.
Ahora te torturare yo, me encanta ponerte tan duro, que te excites con mi toque, que gimas por el.

-Amo dame permiso para correrme por favor-

Deja de provocarme estoy a un roce de correrme en mis pantalones.

- Conejito faltan dos pisos para el ático te correrás arriba del todo, en el piso veinte, cuenta-

Me vuelve loco escuchar como cuentas. Tengo que probarte.

- Date la vuelta conejito hoy te beberé yo-

Si ya la tenía en la boca cuando se dio la vuelta y decidí follarte con mis dedos quiero escucharte gritar de placer. Si tus venas palpitan en seguida podré probar tú sabor no creo que pueda hacerme más grande pero si disfrutar. Mientras sentía el líquido pasar por mi garganta apreté mi erección y como pensaba mi vacíe en mis pantalones y aunque fue una sencilla corrida la disfruté tanto como mi orgasmo de anoche o más.

Note como Jimin resbalaba hasta el suelo con las piernas temblorosas y con una sonrisa en el rostro, quise que se probará en mi boca y lo bese hambriento llevando con mis dientes ese labio que el siempre se mordía y me volvía loco al hacerlo.
No se que piensa al mirarme así.

- Te lo pedí por las buenas dos veces conejito, contigo no puedo contenerme-

- ¿De verdad no me estás mintiendo? En serio nunca has hecho nada de esto-

Eres tú el que me provoca con tu mirada, el que con sus ojos me piden que le haga cosas con sus gestos y sonidos me calientas tanto que pierdo el control y me vuelvo egoísta, te quiero hacer de todo, quiero que seas mío y cuando escucho que dices amo me terminas de romper el poco aguante de cordura que me queda.
Sonrió y te  ayudó a levantarte y vestirte, beso dulce tu frente y bajamos a mi piso ahora tendrás hambre.

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- Bien soy o no soy buen cocinero-

-Si lo eres, la mejor anguila de mar que he probado en mucho tiempo-

Me sonreía con sus ojos es tan cuqui, tan guapo, tan lindo.

- Dime que tengo curiosidad ¿Como acabaste siendo el dueño de "la madriguera"?-

- La curiosidad mató al gato Kookie-

Me había puesto un apodo, de una me caso con el.

- Pero sin ella muchas grandes cosas no se habrían echo, cuentamelo estoy seguro que es una buena historia-

- La verdad es que es simple, yo heredé el edificio y una pequeña empresa de ropa de mi abuelo a su muerte, hasta que no cumplí los 18 no podía hacerme cargo de el así que el primer día vine a verlo, vi el trastero en el ático y decidí reformarlo y ponerle un ascensor. Como siempre estaba cerrado por las mañanas no pude ver que tipo de negocio había supuse era un bar por las horas de apertura. La primera noche que entre me sorprendió, creí que vivía encima de Rossy, de "la historia de O" bueno da igual el caso es que no me disgusto lo que vi solo me dio curiosidad y el dueño se encaprichó de mi, de mi cara de diablo decía-

Qui tocó a mi conejito. Mi lengua comenzó a golpear mi mejilla y miré hacia otro lado no quería que viera mis celos, porque si eran celos de que alguien le haya tocado como yo.

- y se puso como meta convertirme e su amo, lo hice pero yo empecé a querer tener más sumisos y el se enamoró de otra ama  con la que jugamos. Se casaron pero no podían tener hijos querían adoptar y si sabían del local que regentaba seguramente le denegaran la adopción así que el me lo traspaso y al ver sus libros de cuentas acepté, adoptaron una niña y se mudaron a Busan Monto un restaurante y yo seguí con el negocio-

Estaba feliz a Jimin no había sido sumiso de nadie.

- Entonces tú no eres un sumiso, eres un dominante-

-No me escuchaste bien está mañana lo probé pero no me gustó empecé a hacerlo pero no pude soportarlo y en mitad me cambié el rol e hice de domine, entiendes-

-Pero conmigo no lo haces-

- En un principio lo iba a ser pero me sentía tan bien con lo que hacías y el como lo pedías, no se me deje llevar supongo, por ejemplo en el ascensor iba a dominarte yo pero en cuanto cogiste mi cuello y escuché tu voz mi cuerpo me pedía, no, yo deseaba que lo hicieras, no se como explicarlo pero solo me pasa contigo, nunca me ha pasado nunca disfruté la sumisión. Yo disfruto sometiendo, el poder de dar placer y quitarlo. Eres tú y tu dualidad el dulce chico de sonrisa de conejito y me gusta el  dominante que con un susurro ronco me calienta y deseo darte placer y que me lo des o me castigues solo a mi-

Me gustaba escuchar eso, me gustaban las palabras que salían.

- Es raro pero me gustaría que fueras mi Amo-

No supe que  decir solo sonreí y asentí

- y por cierto tu también me gustas Jungkook-










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