Buenos días Alicia

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-¡No pienso enseñarla!¡No pienso enseñarla!-

Volvió saltando Jin tirandose a los brazos de Tae y cogiendo sus manos dando vueltas.

-¡Yo tampoco!-

-¿La has leído ya?-

Los dos estaban con las cartas en la mano rompiendo el sello.

-No ¿y tú?-

-Tampoco-

Por un momento se miraron a los ojos fijamente y dándose la vuelta comenzaron a leer.

-Te la dejo leer si tú me dejas la tuya-

Dijo Jin sonriendo de lado y mirándolo fijamente. Tae sonrió con su linda sonrisa cuadrada y una cara de ilusión inmensa.

Jin ofreció su carta y Tae la suya cuando Tae agarró la carta de Jin su cara dulce y su sonrisa desapareció de su cara al instante y un demonio le poseyó, era la única explicación plausible para el cambio tan drástico.

Arranco rápido la carta de sus manos y salió corriendo por el club riendo como poseído.

Un alarido de rabia se escuchó al instante y salió corriendo detrás de él.

-Pero como puede caer, está inmunizado a las sonrisas gracias a mí-

-Si a eso sí, pero no a su cara de inocencia-

Dijo Jungkook mientras todos asentían mientras veían como se perseguían como locos, Jin a Tae o Tae a Jin cuando esté le alcanzaba y robaba su carta.

Al final cogieron a los dos, con las cartas ya cambiadas y los sacaron del local.

- Vamos donde Momo, es el único lugar abierto por aquí a esta hora además de "la madriguera "-

-De acuerdo pero no lo enseñaremos-

Dijeron entrando por la puerta.

-Yo tengo la mía, me da igual-

Tae y Jin se miraron con complicidad y está vez no sólo Tae tenía cara de demonio. Yoongi cogió la carta y la metió en sus pantalones.

- ¿En serio gatito?-

Y los dos reían como demonios. Si Yoongi hubiera sacado un crucifijo hubiera tenido más posibilidades que escondiendo su carta ahí.

-No es la primera vez que meto mi mano en tus pantalones Yoongi ni será la última -

Yoongi comenzó a correr por todo el local perseguido por los dos, cuando lo tenían encima de una mesa agarrando cada uno una mano y la otra dentro de sus pantalones, solo descubrieron algo duro y cilíndrico que no tenía nada que ver con una carta.

-¿De verdad queréis perder la ilusión de la sorpresa?-

Se acerco Jungkook a la mesa mirándolos serio. Los dos se miraron triste, pero volvió el demonio cuandole miraron a él. Jungkook se puso a correr en cuanto vio sus caras.

- La tiene Kook-

Chillo Jin cuando empezaron a perseguirlo. Una vez metidas sus manos en los pantalones sin encontrar lo que esperaban, miraron con maldad a los dos que aun no habían registrado.

- Me da igual no pienso consentir que perdáis la ilusión y la sorpresa de mañana, no sabeis lo que me costó no romper la sorpresa ayer. Aguantar será tan bueno o mejor ya que seréis los protagonistas mañana, dejadlo por favor-

Esta vez sus caras se entristecieron un poco pero más bien por la ansiedad en la cara de Nanjoom por no poder hablar y hacerlos felices en los esos momentos.

El País De Las Perversiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora