Una partida a las cartas con la Reina

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Narradora

Mientras conseguían que Tae y Jin se calmarán, dejarán de saltar y chillar cual colegialas. Las Alicias llegaron.

- La próxima vez debería venir "Astro BDSM"-

-No los "Straykids BDSM"-

-Estará bien pero no van a poder superar esta actualización ni de coña-

Dijo Namjoon detrás de Jungkook, sujetando a Jin.

-Mira como han dejado a Jin, Tae y la mitad del local sin ser los verdaderos-

-Si, sino fuera porque se habían desnudado ya, es lo mínimo que estaban pensando hacer con ellos, también lamerlos y comerlos para después...-

-Parar la lujuria de la profesora o se nos convierte en loba y termina cazando a los pobre chicos-

-Auuuu-

-A mi me gustaría la versión de BTOB-

Todos se giraron hacia donde venía la voz viendo a Peniel acompañado por dos chicos más, uno estaba más que claro que era el sombrerero y el otro al sonreírnos también.

-Si esa también estaría bien ¿Peniel?-

Dijo Tzuyu pero ninguno mirábamos otra cosa que no fuera el cuerpo del sombrerero y sus ajustados pantalones negros con un látigo atado a la cintura. Hasta Tae y Jin se calmaron y fueron a admirar tremenda belleza.

-Si es el efecto de Min Hyuk-

-¿Kookie?-

-Mmmm ¿Eh? No, bueno si, no no sólo los chicos-

-Pues cierra la boca se te cae la baba-

Cerró la boca de golpe y Min-Hyuk sonrió pícaro.

-Bubueno a lo mejor un poquito, casi nada, los dos-

(Ya no recuerdo que estoy escribiendo llevo mirando la foto diez minutos

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(Ya no recuerdo que estoy escribiendo llevo mirando la foto diez minutos. Efecto Min-Hyuk)

-Nosotros también-

Un coro de voces se escuchó alrededor del Min-Hyuk, el cual soltó una sonrisa dulce y un poco avergonzado.

- No miréis así a mí Sombrerero es mío, de mí para mí, panda de gatas en celo-

Tzuyu se puso delante del chico con los brazos abiertos

-Tzuyu te pegaré todo lo que quieras si me dejas jugar un ratito-

- Mmmm Min-Hyuk juega un poquito con Eun-woo, ahora, ya, no vale echarse atrás Eun-woonie-

Tzuyu señaló con un dedo a Eun-woo mientras las risas se escuchan a su alrededor.

La profesora fue apresada por el cuello y obligada a echar la cabeza hacia atrás, una mano bajo a sus bragas metiendose dentro.

El hombre que estaba mordiendo el cuello de la profesora levantó la cabeza a la vez que se escuchó un gemido de la profesora.

El País De Las Perversiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora