Good Boys

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Max pasó los siguientes días viendo la programación del programa deportivo en cual había investigado trabajaba ese maldito periodista, pero, como Sergio lo había dicho, parecía que esa entrevista no vería la luz jamás, por lo menos, no hasta ese momento.

—¿Otra vez estás buscando esa dichosa entrevista? —preguntó Steve, dejándose caer en el sillón al lado de Max.

—Le he enviado como cien mensajes a Sergio preguntando qué ocurrió con el reportero y no se que mierda hace que no me responde.

—Tal vez está con su novia o con su novio y por eso no te responde —dijo Steve— no creo que su prioridad sea responderle los miles de mensajes al hermano de su piloto.

Max tomo el control remoto y apago el televisor de mala gana, Steve tenia un punto y ahora se sentia como un mocoso idiota acosando a un hombre que tenia una vida mas alla de los circuitos, no como ellos, que pasaban diez meses al año corriendo y los otros dos meses respatantes pensando en volver a la pista.

Se disculpó con Steve y fue al cuarto de baño, revisó y releyó todos los mensajes que le había enviado desde que partió a Mónaco hasta ese momento en específico.

¿Conseguiste la entrevista? soy Max.

Dime que pudiste encontrar la entrevista. Soy Max.

¿Alguna novedad con el reportero? Atte. Max.

Hola, soy Max ¿como estas? ¿novedades?

Hola, solo te escribo para decirte que hoy desayune únicamente papas fritas, luego sentí culpa y comí una ensalada de almuerzo, por cierto ¿TIENES LA ENTREVISTA?, soy Max.

Son las 3:00 am en este momento, desperté con antojo de un cigarro y me acordé de ti, ya sabes, por la otra vez, también recordé la entrevista ¿lo conseguiste? Atte. Max.

Soy yo de nuevo, Max, esta noche llega mi hermano, me preguntaba si había novedades.

Hola, me comí una hamburguesa vegana que Mick me dio, no soy vegano, no me gusta la comida vegana ¿de casualidad tienes la entrevista? Por cierto, soy Max.

Hoy, mientras caminaba por la calle vi un accidente automovilístico, me habría parado a ver qué ocurría, pero entonces llegaron los reporteros para cubrir la noticia y eso me hizo recordar que no he sabido nada de aquel reportaje que tan amablemente te ofreciste a interceptar, por lo que deduzco que lo hiciste, pero aun así, me gustaría tener la certeza de eso, una confirmación de tu parte no me vendría mal. Pd. soy Max.

Max quería morirse de la vergüenza ¿en qué momento le había enviado tantos mensajes? si los borraba todos ahora ¿él se daría cuenta? quizá no los hubiese leído aún, tenía esa esperanza. Sin pensarlo más, marcó los mensajes enviados, que resultaron ser aún más y los borró. Fingirá que nada de eso había pasado.

Regreso del cuarto de baño a la sala de estar y volvió a sentarse con Steve, cada vez que su teléfono vibraba en su bolsillo tenía ganas de tomarlo y ver las nuevas notificaciones, pero se contuvo, hasta que, una hora despues, se despidio de Steve y salió con dirección a su casa. Una vez dentro de su coche, tomó su móvil y comenzó a revisar todas sus notificaciones, con el miedo de que alguna de ellas fuera de Sergio, pero al final terminó decepcionando como siempre, él aún no respondía.

Faltaban dos días para viajar de vuelta a los circuitos, no debería ser incomodo para nada, después de todo, Sergio y él no eran amigos, no tenía que verlo en realidad.

***

Sergio cerró la llave del lavado, miró sus manos de nuevo, limpias, sin restos de sangre. Ya no quedaba nada de lo que acababa de hacer y aun así, sentía el cálido líquido escurriendo entre sus dedos, volvió a abrir la llave y metió las manos bajo el chorro de agua fría, aunque sabía que no había ya nada que limpiar.