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Lewis había tenido varios mini infartos en un tiempo muy corto, aunque Sergio le aseguro que aquello no habían sido mini infartos y que estaba completamente bien, él no estaba muy seguro de aquello.

La lluvia había aparecido de la nada en sus radares, aunque habían logrado cambiar las gomas para las nuevas condiciones del circuito, estas aún no estaban lo suficientemente listas para salir y correr a esas velocidades, o eso sentía Lewis, porque Mick se salió dos veces de la pista y en la última casi se estrella contra el muro, apenas y pudo evitarlo.

—George también estuvo a punto de estrellarse —le dijo Sergio a su lado.

—Ese chico tiene la suerte de una cucaracha, no me preocupa, solo espero que pueda remontar y recuperar las posiciones que perdió.

Sergio le dio un pequeño golpe a su hermano para que dejara de hablar, los ingenieros a su lado los miraban y escuchaban.

—No deberías decir esas cosas —le susurro Sergio— comenzaran a sospechar que tienes preferencias.

Pero Lewis sospechaba que su equipo ya se había dado cuenta de las preferencias que sentía sobre sus dos pilotos.

Después de aquel malentendido con Mick, Lewis había intentado por todos los medios congraciarse con el chico. Le había llevado flores, tantas que casi llena su garaje, pidió que le consiguieran la mejor suite y ordenó que le llevaran un chef personal, Mick lo rechazo todo, pidió que tiraran todas las flores, se rehusó a dormir en esa suite y en cambio se fue al hotel en el que se estaba hospedandose Max, se negó a rotundamente a que comer cualquier cosa que preparará el chef y lo despidió amablemente, rechazó todos los regalos que Lewis le había enviado y rechazó todas sus invitación a cenar o a cualquier otro lugar.

A Lewis poco le importaba lo que hablara el resto o las sospechas que pudieran tener, no es que no le importara George, le agradaba el chico, pero no era Mick.

La carrera al fin terminó. Sebastián ganó el gran premio, Max subió al podio en segundo lugar y Charles terminó en tercer lugar, pero una penalización de cinco segundos le impidió subir al podio, por lo que cayó al cuarto lugar y Mick se quedó en el tercero.

Max estaba eufórico y Mick no se quedaba atrás, era su primer podio y no podía estar mas feliz de compartirlo con su hermano.

Lewis aprovechó que todos felicitaban al chico y lo abrazó, Mick no tuvo más remedio que aceptar aquello. El ambiente era de celebración, Mick sentía que por fin tenía la oportunidad de demostrar que era un buen piloto, que no solo su hermano merecía estar ahí.

—Te dije que lo harías estupendo —dijo Horner mientras abrazaba a su hijo— solo tenías que confiar un poco más en ti.

Max lo felicito de nuevo, solo faltaba una persona por felicitarlo. Jos venia detrás de Max, Mick esperaba que estuviera feliz de él, orgulloso, pero en cambio se dirigió a él con el ceño fruncido.

—Felicidades —Jos le dio un abrazo rápido— tuviste mucha suerte.

Mick sintió aquellas palabras como una burla ¿suerte? claro que la había tenido, pero también se había esforzado para mantener aquella posición y no dejar que Charles se le alejara más de esos cinco segundos de penalización para poder quedarse con su podio.

—La suerte siempre ayuda —dijo Horner— sabemos eso, la suerte nos ha favorecido también a nosotros.

Mick sabía lo que su padre intentaba hacer, Christian siempre trataba de suavizar las palabras mezquinas de Jos.

—La suerte no te da podios —intervino Max— el talento si, si Mick no hubiera mantenido su posición y a Charles cerca, no hubiera obtenido el podio.

Good BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora