-10-

1.6K 228 234
                                    

La noche cayó pero Lewis y Lando aún no habían regresado, no fue hasta cerca de la medianoche que escucharon, desde la sala de estar donde se encontraban todos reunidos y conversando, la puerta cerrarse y los pasos de los recién llegados.

—¿Dónde diablos estabas? —Lewis se había desaparecido sin avisar a Vitto, cosa que a Sergio no le había hecho nada de gracia.

—Estábamos aburridos y fuimos a dar un paseo en helicóptero —respondió Lando.

—No te pregunte a ti —Sergio sabía que debía controlarse antes de hacer algo cuestionable— no hables si no te lo indico yo.

Lando bajo la cabeza ante el tono amenazador que empleó aquel hombre para dirigirse a él.

—Ya te lo dijo el chico —hablo Lewis— no había nada que hacer, él se aburría tanto como yo y me compadecí.

—Compasivo es algo que jamás has sido, ni siquiera conoces el significado de esa palabra —Lewis se dejó caer en uno de los sillones, sin darle mucha importancia a las palabras de su hermano— no llevaste a Vitto, él está aquí por algo.

—Está aquí por tu paranoia, solo por eso.

Mick, George, Lando y Max, que seguían en aquella habitación, intentaban fingir, sin mucho éxito, que ellos no estaban escuchando aquella conversación.

—Están aquí por algo —Sergio estaba tan molesto por lo descuidado que era su hermano que no le importaba hablar de más— no olvides lo que paso con Liam hace unos días, pudieron haber tumbado ese jodido helicóptero desde cualquier punto, ni siquiera hiciste poner seguridad alrededor de este lugar.

—¿A qué te refieres con que pudieron haber tirado el helicóptero? —preguntó Lando, esperaba que solo fuera una metáfora mal empleada.

—¡Te dije que tú no hablarás!

Los ojos de Lando se llenaron de lágrimas al instante ante la dureza en la voz de Sergio.

—Ya está —intervino George— regresaron con bien, así que supongo que nada malo pasó.

George imaginaba que, al ser empresarios tan importantes y sobre todo tan ricos, era normal que hubiese persona que les quisieran hacer daño, pero pensaba que Sergio a veces era un poco exagerado con eso de la seguridad, ya había notado que esos supuestos asistentes personales en realidad eran guardaespaldas, pues de asistentes no  tenían nada, dudaba incluso que Rocco siquiera supiera escribir en inglés, ya lo había atrapado una vez garabateando cosas en italiano cuando tenía que escribir las notas en inglés y viendo fijamente documentos en ese idioma, como si no supiera leerlo. Lo que no entendía era porque Sergio se tomaba tan apecho las cosas de Lewis y porque siempre se metía en sus asuntos personales, si solo eran socios de negocios.

—No te metas George, esto no tiene nada que ver contigo —le dijo Sergio ya un poco más relajado, pero aun con aquel tono molesto.

—No le hables así a mi piloto —intervino Lewis— ni a Lando, no tienes derecho a decir nada, ni siquiera quería que vinieras aquí.

—Para no quererme aquí me insististe mucho en que viniera —Lewis iba a reprochar aquello, a contradecirlo, pero antes de que pudiera decir algo, Sergio lo interrumpió y siguió hablando, no quería que Max supiera que había mentido— además, George también es mi piloto, no solo tuyo.

—Me siento halagado, pero no es necesario que peleen por mí, soy piloto de ambos, no pasa nada con compartirme.

Mick golpeó a George en el brazo para que guardara silencio, no creía que fuera momento para hacer bromas, sobre todo por la mirada que Sergio le dedicó, estaba claro que su jefe de equipo no bromeaba. Sergio era una persona amable, considerada, hasta el momento Checo siempre había sido bueno él, nunca lo había visto de esta forma, pero en verdad daba miedo, esperaba no hacerlo enojar nunca.

Good BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora