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Habían pasado ya cerca de dos meses desde que Toto habló con sus hijos y les dijo que romper su relación con Christian no era algo que pasaría pronto, como él les había prometido, habría querido decirles que en realidad no pensaba dejarlo nunca, pero esperaba que con el tiempo ellos se dieran cuenta de ese detalle por si solos.

Dos meses en los que había tenido que soportar los chistes de sus hijos, esos cuatro ingratos no paraban de hacer comentarios sarcásticos e impregnados de burla. Catrina constantemente soltaba comentarios como pídele permiso a Horner o, ¿Horner te deja disparar? Liam era más sutil, había que concederle eso, aunque muchas veces no sabía si él se burlaba o no. A George incluso lo había vetado de la casa, o eso intento, luego de que este le diera un regalo que terminó siendo un mandil, con su nombre bordado en él.

Lewis y Checo eran los peores, ellos se burlaban de él descaradamente y en su cara, pero actuaban igual que él, iban detrás de Mick y Max como unos malditos perros y luego hacían chistes de él, sus hijos eran unos hipócritas de lo peor.

—¿Ya estás listo? —George tocó la puerta de su habitación una vez antes de abrirla.

Toto le arrojó uno de los zapatos que aún no se ponía. George había entrado a su habitación cuando él aún no terminaba de vestirse.

—¿Quién carajo te dijo que podías entrar? —George tenía la maldita costumbre de entrar a todos lados sin avisar, incluso a los baños, más de una vez había salido de la ducha para encontrarse a George defecando en su baño, alegaba que el suyo era el más cómodo de la casa.

—El jefe de esta casa me envió para pedirte que te apurarás.

—Yo soy el jefe idiota.

George soltó una risa burlona ¿desde cuándo se burlaban de él niños ricos y mimados?

—El nuevo jefe, el verdadero, ya sabes, Horner.

—Te diré esto solo una vez, el único jefe soy yo, ahora dame mi zapato y límpialo antes de devolverlo.

Aquellas palabras habrían tenido algo de poder, sino fuera por el hecho de que cuando bajaron para reunirse con el resto, Horner no hubiera comenzado a gritarle que iban a llegar tarde a la reservación y en consecuencia Toto paso todo el camino disculpándose por eso y prometiendo al hombre que se tomaría unos días de vacaciones para que ambos pudieran pasar algo de tiempo juntos, con tal de que lo perdonara.

Al final George término autoinvitándose al viaje de la pareja, junto a Catrina, la chica hizo una mueca, pero nunca dijo que no, el paso nueve de su lista de once pasos ya se había completado y estaba más cerca de estar con ella. Luego Lewis dijo que ellos también irían, y al escuchar aquello Checo y Liam se sumaron, últimamente parecía que los tres hijos de Toto peleaban con George por la atención y el amor de su padre.

Toto se había rehusado rotundamente, pero Christian lo ignoró por completo y les dijo que al finalizar la temporada todos podrían ir a un viaje familiar, pasar las navidades juntos y esquiar.

George esperaba que para ese viaje fuera oficialmente un miembro más de la familia.

***

Max empujó a Sergio al dormitorio en cuanto entraron al dormitorio, la cena había durado más tiempo de lo planeado y los dos ya estaban ansiosos por estar a solas, ambos entraron a tropiezos envueltos en un beso.

Una vez dentro comenzaron a deshacerse de la ropa que estorbaba, Sergio se alejó un momento, observando el cuerpo desnudo de Max, uno de sus pasatiempos favoritos era admirarlo, sabiendo que cada parte de él le pertenecía.

Good BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora