Llegamos a casa y rápidamente me dirigí al establo. Estaba algo exasperada por lo que había sucedido en la feria con ese patán. Necesitaba relajarme y montar a caballo me ayudaba en eso, era por así decirse mi manera de liberar estrés, me facilitaba distraerme. Así que no me importaron las miradas de asombro de Nadine y su familia por que al fin y al cabo ellos conocían mi actitud algo extraña cuando necesitaba despejar mi mente un poco.
Hermoso ¿cómo estás? -dije sobando su cara mientras él me lamía el dorso de la otra mano- ¿estás listo? -normalmente siempre le hablaba aunque sé que nunca me iría a responder...pues es un caballo- vamos -dije una vez ya montada.-
Dí un par de vueltas con él, al principio eran lentas pues costumbre de nuestra rutina de calentamiento para dar confianza a que ya podía empezar el trote y por ende a su velocidad habitual <<correr>>.
Greg estaba demasiado veloz e inclusive yo lo noté para aceptarlo, tanto así que me espanté un poco y apreté aún más el agarre.
Greg seguía corriendo cerré los ojos del espantó pero los volví abrir al sentir que ya no estábamos en el mismo ambiente pues estábamos en el bosque -el cual colinda con la hacienda-.
Mi caballo estaba ¿escapando? bueno lo que fuera lo estaba haciendo conmigo montada ¿a quién se le ocurre dejar la puerta del establo abierta?
Greg -murmuré espantada- detente semental hermoso -Greg seguía corriendo- Prometo darte una súper porción de zanahorias y manzanas. -era inútil, realmente estaba asustada y Greg al parecer no iba a detenerse- ¡Detente, Por favor! -grité con todas mis fuerzas- ¡AYUDA!
Fue ese mi último grito para darme cuenta de que Greg ignoraba lo que le suplicaba, era raro en él, demasiado extraño para ser mi caballo.
Pensé que iríamos sin rumbo e inclusive estaba considerando la idea <aunque con todo el dolor de mi alma> en saltar de Greg y quedarme sin él pero algo se presentó ante tal solución y mis ideas de pensar en algo positivo se apresuraron. Un jinete venía atrás mio, quise pensar que era para ayudarme ya que eso era lo único que necesito en estos momentos -¨AYUDA¨- El caballero venía acercándose a paso muy de prisa, hizo un nudo en una cuerda y ya estando casi a la par de Greg con su caballo agarró su cuerda y lanzando la especie de nudo en dirección al cuello de mi pura sangre el cuál se colocó y como por arte de magia empezó a disminuir el ritmo hasta que pudo por fin detenerse.
Mientras yo trataba de salir de mi trance, era algo ridículo admitirlo pero realmente me había quedado ¿perpleja? en coma y muda por así decirse, tanto así que ni siquiera miré a mi lado para agradecer al señor que puso fin a la descarriada y abrumadora carrera de mi caballo.
Fue cuando decidí voltear mi rostro porque pues habían pasado un lapso algo largo e inclusive silencioso, mi salvador aún estaba mudo. Entonces me dí cuenta que su silueta me era algo familiar y tenía un sombrero cubriendo su rostro, me fastidiaba pero a la vez me agradaba pensar de quién podría tratarse ya que después de todo él me había salvado la vida por así decirse.
Andriev -pregunté curiosa y a la vez intrigada, pues como mencioné llevaba puesto un sombrero- ¿eres tú?
Sí -dijo deshaciéndose del objeto que cubría la mayoría de la parte frontal de su rostro- ¿Qué fue lo que ocurrió? -parecía preocupado y muy interesado por saberlo-
Yo... no lo sé -realmente no tenía idea, Greg no era así- simplemente parece que hoy no fuera mi caballo al que estoy montando -respondí mientras al mismo tiempo sobaba el lomo de Greggie y sus orejas- por cierto, lindo caballo. -admití con una sonrisa-
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Mi mejor desdicha.
RomanceTodo me parecía absurdo, luego me gustó. El amor me parecía redundante, sin embargo me enamoré. Arriesgarme pensaba que solo era en lo necesario pero me arriesgué por él. Hacer sacrificios por escoger entre el honor y el amor me costó y sé que a él...