Capítulo 9

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La fiesta había acabado, entonces comprendí que ese era el motivo por el cual cierto y extraño entusiasmo e interés por la fiesta, porque iba a ser coronada, coronada como ¨Princesa Gaia¨ quien lo diría aunque no comprendo del todo en que consista pero es un título de princesa y es más no sé como deba actuar ante todo esto. Tengo que hablar con mi tía, como siempre mis dudas persisten pero es que cada vez que logro aclarar mi mente de algo vuelve otra incógnita, otro acontecimiento u otro misterio. 

Logré despedirme de cada familia, agradeciendo por su presencia. Todas las familias me daban las correspondientes felicitaciones por los dos sucesos: la coronación y mis diecinueve años. La última familia en irse fue la de Jessa. Ella les comentó que se quedaría a pasar esta noche aquí y sin molestia alguna sus padres se lo permitieron, el único poco convencido era su tío pero al final accedió y una vez que se marcharon entre Nadine, Jessa y yo nos dimos miradas de complicidad, significaba que iríamos a tener una buena madrugada. 

Creí que no se irían -musitó Jess- 

Que cruel -comenté burlona-

La casa por suerte no quedo tan desordenada -largó un suspiro mi tía mientras iba subiendo las escaleras- Si me disculpan, necesito dormir. Me siento cansada -subió otro escalón-  por favor Carlota y Margaret  cuando los caballeros terminen de asear la vajilla les reconocen la paga y les dan una buena propina. -Las señoras asintieron- Ahora si, a los brazos del único que no me quitará mis dones -Nadi, Jess y yo nos miramos sin entender- a los de Morfeo niñas -dijo arrastrando las palabras mientras seguía subiendo los escalones, hasta que se detuvo- Feliz cumpleaños Angela. -lo dijo por última vez en la noche con una sonrisa mientras continúo subiendo pero no sin antes de que yo corresponda con una sonrisa también- 

Nos quedamos un rato más mientras cogíamos botanas, algunos emparedados y otros bocadillos que habían sobrado de la fiesta y al rato subimos. 

Alguna de ustedes présteme una pijama -dijo Jessa mientras aflojaba el tirante de su vestido- 

Yo te presto una -se ofreció Nadi- 

Gracias -dijo suspirando aliviada al aflojar un poco el tirante de su espalda baja- 

 Eh, yo voy al baño un rato. -dije un tanto avergonzada mientras tenía mi ropa de dormir entre mis manos- 

¿Te cambiaras en el baño? -preguntó un tanto desconcertada Jessa mientras ella ya tenía medio vestido fuera de su cuerpo, yo nerviosa asentí- eres tan pudorosa. Ya tienes diecinueve. 

Bueno si, tienes razón. -dije desafiante y con un aire en mi rostro de seguridad- ¿Qué dices tú Nadine?

Por mi, hasta podríamos dormir en ropa interior de no ser por este espeluznante frío. -todas reímos- 

Me deshice de mi vestido y quede en mis enormes calzones y negro corpiño. Nadi y Jess me observaron boquiabiertas. 

¿Qué? -pregunté un tanto confundida- 

Que curvas -halagó Jessa asombrada- 

Bizcocho -agregó Nadine con voz morbosa. Reímos ante tal comentario- 

Ustedes no se quedan nada atrás, son unas damas sensuales. -dije con naturalidad y era cierto, tanto Jessa como Nadine tenían cuerpos finos y envidiables, se notaba a leguas que aunque ellas no lo notasen se cuidaban en la alimentación- 

Cada una de nosotras se había colocado su pijamada correspondiente, empezamos a dar por iniciada nuestra pequeña junta y atacamos con gusto los pequeños refrigerios que habíamos traído de la cocina. 

Mi mejor desdicha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora