Mi mejor desdicha.

Capítulo 15

Movía mi cuello de manera intermitente de un lado a otro observando a una Jessa algo disgustada. A mi realmente me causo gracia pero a ella parece incomodarla como son las cosas ahora.

¡Es que no puede ser posible! -bufo molesta mientras exclamaba- tantos hombres y Sarah tiene que traer precisamente a él. -paró en seco mientras dirigía la mirada hacía un punto específico, giré para observar y era él- ¡diablos! -susurró la castaña fatigada-

Sergio se estaba aproximando, lo que pareció pasar en cámara lenta para Jessa para mi fueron cuestión de segundos, el castaño tenía una estatura prominente, su manera de caminar me hizo recordar a Andriev lo cuál me hizo temblar al tenerlo en mis pensamientos.

¿Podemos hablar? -preguntó con tono severo Sergio, a mi parecer la interrogante se había convertido en la primera frase que el emitía cuando quería hablar con Jessa.- prometo que no serán más de cinco minutos.

La castaña lo dudo unos segundos pero al final accedió. Sergio a punto de retirarse se detuvo devolviéndose hacía mi dirección y me entregó una carta logrando así captar mi atención a parte de también estar absorta. Finalmente se retiraron y yo me quedé sola en la gran sala, eso quiere decir que podré leer tranquilamente lo que contiene el papel que tengo entre mis manos. Rasgue la parte superior del sobre sacando así el papel que contenía en su interior para poder leer lo plasmado.

Hola
sé que he desaparecido algunas semanas pero aún así quiero que sepas que estás en mi mente todo el tiempo.
Nuestra cita aún está pendiente ¿Qué te parece esta noche?
Realmente tengo fe en mi mismo que si vas a salir y si no pues... Como sea te he de convencer.
Adiós
Atentamente:
Andriev Pakestov.

Al ver su caligrafía por primera vez fue mi mayor alivio y ni sé porque... Tal vez me emociona el hecho de haber leído y saber de él pero no descarto también la probabilidad de que me haya gustado lo que él haya escrito, estoy segura que él fue y usa a su amigo como intermediario para comunicarse conmigo.

Tengo que responder -Murmuré para mi misma mientras salía en busca de una pluma y una hoja.-
No creo que Sergio esté a tiempo completo aquí en casa así que seguramente podrá entregarle mi mensaje a su amigo. Caminaba a paso acelerado no obstante me percate de la escena que proyectaba mi punto ciego, giré la cara para observar bien y ¡Oh por Dios! Sergio y Jessa se estaban besando.
No quise interrumpir el momento pero me aclaré la garganta logrando así la atención que pedía, estaban nerviosos por lo cual se separaron de inmediato pero de igual manera eso no sirve <<Yo los vi>>

Descuiden, tranquilos, podrán seguir con lo suyo -dije relajada- ojalá mi tía no los vea. -Dirigí mi vista hacía el castaño- ¿Cuándo te entregó la carta? -le pregunté en un susurro que sólo sería audible para Jessa, él y yo-

Hoy -contestó tranquilo- me insistió tanto -relató mientras recordaba- no sé que le has hecho pero tiene tanta persistencia contigo.

Quizás ella es su bien necesario -respondió Jessa-

Y yo quizás deba retirarme -dije incómoda- permiso.

Me retiré de inmediato hacía mi habitación. Al llegar a ella luego de cerrar la puerta me deslice quedando en cuclillas, mis mejillas ardían al recordar lo que Sergio había comentado, una sonrisa brotó de mi cara al saber que yo rondo en su mente... tal ves de vez en cuando pero en su mente estoy pero al igual que yo estoy en sus pensamientos el también está en los míos y creo que no sólo en sentido consciente sino también en los sentimientos de mi corazón, sé que suena absurdo decirlo pero puedo asegurar que Andriev Pakestov <<¡Me gustas realmente!>> grité para mis adentros mientras rondaba a paso alegre por toda mi habitación .
De un momento a otro me encontraba dando un respingo, mi tía había abierto la puerta sin tocar.
Fruncí el ceño debido a que aparte de entrar sin tocar me hizo asustar. Lo primero que propuse fue a poner mi mente en blanco, que incómodo es saber que tu tía lee los pensamientos todo el tiempo.