Después de cuatro días y no sé cuántos medicamentos, me siento mejor. En unas horas me dan el alta y tengo que pedir un taxi para llegar al Instituto, pero no tengo dinero.
Me levanto de la camilla y voy al baño, quiero sacarme esta bata, darme un baño calentito y ponerme mi ropa, que al parecer tampoco tengo.
Llego con un poco de dificultad y me miro al espejo. Mi pelo está todo enredado y se nota algo sucio, mi cara pálida con unas ojeras terribles y algunos moretones. Me lavo la cara y salgo por primera vez de la habitación.
El hospital está lleno de doctores yendo y viniendo para cada lado. Encuentro una máquina de café pero no tengo monedas.
Sigo caminando y veo a quienes creo que son... me acerco y están los padres de Matt sentados sobre unos asientos. Su madre llora desconsoladamente, sus manos sostienen su cara y su esposo la abraza y acaricia suavemente su espalda.
No entiendo por qué llora, no quiero imaginarme lo peor, no quiero pensar en las pesadillas que tuve.
Tengo la opción de volver a mi habitación y no permitir que me vean, no sé si quiero saber que pasó. Pero no lo hago, camino decididamente, pero con dificultad hacia ellos, inconscientemente me quiero arrepentir, pero sigo caminando. Su padre me ve y su mirada se vuelve esperanzada.
Pero el solo llegar hacia ellos me hace arrepentirme rotundamente... Su madre despega la cara de sus manos y literalmente me fulmina con la mirada.
-Hola- digo muy bajito porque estoy asustada.
-Hola ¿cómo te sientes?- me pregunta Thomas tranquilo y comprensivo.
Estoy por responder, pero su esposa me interrumpe a gritos y llantos.
-¡Toda es tu culpa! Mi hijo está grave por vos. Si en el viaje no hubieras estado, nada de esto habría sucedido. Matt dejó muchas cosas y tú solo lo perjudicas. Te juro que si empeora yo me encargaré de hacer tu vida imposible.
-Pero yo no hice nada, de verdad, no tuve nada que ver con el accidente- le digo con un nudo en la garganta, aguantando las ganas de llorar, no por tristeza, por bronca.
No consideraba que fuera mi culpa, pero ahora que lo pienso, tal vez si lo sea, no tendría que haber estado con el celular, sin prestar atención al camino. Quisiera poder volver el tiempo atrás.
Luego de que Beth terminara de desquitarse conmigo, respiré, expulsé el aire, intente ignorarla y pregunte a Thomas el número de habitación donde se encontraba Matt.
"508"
Aquel número no salía de mi cabeza.
Como pude subí cinco pisos por escaleras, dificultosamente y sin aire logré llegar. Pero no importa mi estado, necesitaba saber cómo se encontraba él.
De su habitación vi salir tres médicos con una preocupación abrumante.
Me acerqué a ellos y les pregunte que le había sucedido al paciente de aquel cuarto. << Derrame cerebral. Sin mejoras>> Fue lo único que escuché. Y me quedé helada.
No puedo hacer nada, pero no quiero derrumbarme porque sé que no podré levantarme.
Vuelvo a mi habitación llorando a mares y me encuentro con mi enfermera.
-Pequeña ¿qué sucede?
-Mi novio, está muy mal.
-Lo sé, pero no era bueno que lo supieras. Ahora que tienes el alta puedes venir a visitarlo cuando quieras.
-¿Crees que esté mucho tiempo así?
-Solo tienes que tener fe- me dice acariciando suavemente mi brazo derecho.
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Llamo unas cinco veces a Skyler pero no me contesta. Me empiezo a desesperar.
Le dejo un mensaje de voz.
-Sky, por favor escúchame bien. Me dieron el alta, pero no tengo dinero ni ropa para regresar. Necesito que tomes mi mochila Jansport y guardes en ella un jean y mi blusa rosa. Y busca en mi mesita de luz mi billetera, guárdala también. Por favor no olvides nada. Y... escucha este mensaje y ven lo más rápido posible-
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Por suerte Sky no tardó más de una hora en llegar.
Luego de cambiarme y recoger los medicamentos necesarios para recuperarme, fuimos a almorzar a Mc Donalds. Por más asqueroso que me pareciera, me moría de hambre.
Mi amiga intentaba tranquilizarme en todo momento, pero era algo inútil, no podía parar de llorar.
-Tranquila por favor, deja de llorar.
-No puedo. No quiero hacer como si todo estuviera bien cuando no lo está. Todo es mi culpa.
-No voy a dejar que te eches la culpa, porque no es así, y no me importa lo que piense esa vieja que se hace llamar madre y no sabe ni la mitad de las cosas que sabes tú de su hijo. Sus padres no le hablaron por años y ¿cómo es que ahora se hacen los padres ejemplares? Piénsalo. Cuando Matt despierte sabrá todo lo que sufriste y lo que sacrificarás por él.
-Eso espero.
No me di cuenta de lo importante que era para mí hasta que me quedé asi de sola.
Estoy rodeada de paredes.
Encontré la persona con quien quisiera pasar el resto de mi vida, y no quiero que se aleje, me da igual si ese "resto de mi vida" dura unos meses o cuarenta años.
Preparo las flores más bonitas y se las llevo.
Ojalá alguien me entienda.
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El principio del fin.
Storie d'amoreEs el comienzo de una nueva vida para Katherine. Pero.. ¿si esto indica que es el fin?. Los grandes cambios siempre vienen acompañados de una fuerte sacudida. No es el fin de una vida, es el comienzo de otra. Cualquier coincidencia con la realidad...