El principio del fin.

El Porqué

Por su parte, Matt.

Aunque intentara alejarme no podía. Quería verla después de clases y disfrutar de su compañía. Lo pasaba tan bien junto a ella yendo a Mc Donalds.

Era mi alumna y una menor para mí, no podía tener nada con ella.

Cuando intentaba distanciarme no lo lograba, extrañaba algo que no era mío, y dolía.

Aquel día que vimos juntos una película, fue uno de mis mejores días desde que había llegado al instituto. Vimos una película de amor, para mí fue aburridísima, pero sé que a ella le gustó. Le regalé un chocolate que resultó ser su favorito.

Los dos nos quedamos juntos dormidos, pero estaba haciendo algo mal. Me asustaba el hecho de pasara algo más que una amistad con ella, es muy bonita, es una gran persona, pero no quiero que se malinterpreten las cosas. Me gusta, pero no quiero enamorarme, no quiero una historia imposible, ni menos estar a escondidas, y si alguien se enterara, mejor ni pensarlo.

Nos despertamos abrazados, todo se sentía tan bien.

Mi teléfono había sonado y desde ahí todo lo bueno se había esfumado.

Emilia, ella no estaba bien. Estaba internada. Estaba en un estado realmente grave. No podía no hacer nada, aunque mis sentimientos hacia ella ya no eran los mismos, no podía dejarla sola en aquel momento.

Antes de irme no le dije nada a Kathe, yo no sabía cuánto tiempo me iría. Lo pensé y decidí escribirle una carta. La cuál nunca se la entregué.

Para Katherine

De Matt.

Te escribo esta carta para que sepas que me voy a visitar a Emilia, ella es mi ex novia, no malinterpretes las cosas, no siento nada por ella. Es solo que está internada, y tengo que ayudarla.

No sé cuándo voy a volver, solo sé que voy a extrañarte.

Te quiero xx

No pude enviarla, por la simple razón de que no iba a soportar que pensara que yo estaba enamorado de Emilia. Tampoco lo estaba de Kathe. En verdad estoy confundido.

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Flores en su pelo

Demonios en su cabeza

Drogas en sus venas

Locura en su mente

Amor en su alma

Tormenta en su corazón

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Llené una mochila con mi ropa y me dirigí a la oficina del director. No le gustó nada lo que hacía, y obviamente no me pagarían los días que me iba, pero lo hacía por ella.

Me fui rápidamente hacia mi auto, sin mirar atrás. Pensando si estaba bien lo que hacía, y sus consecuencias. Tenía un viaje de dos horas.

Emilia fue mi novia hasta hace unos 9 meses. Juntos estuvimos 3 años. Todo terminó cuando me enteré que me engañaba con mi mejor amigo, Tomás. Aquel momento fue el más duro y triste de mi vida, me costó muchísimo superarlo, los había encontrado juntos en su casa, el día de san Valentín, cuando yo pensaba ir a darle una sorpresa. Nunca amé a una persona como lo hacía con ella, pero debía aceptar que ella decidió estar con él, y yo no podía perdonar aquello. El problema fue después, hace unos 2 meses, cuando Tomás la dejó porque parecía estar saliendo con otra, y de un día a otro, él había desaparecido, dejándola sola. Ella era una chica que no soportaba estar sola, no podía controlarse a ella misma. Y así fue como de apoco se dejó llevar y terminó en las drogas. Y su adicción hizo que hoy este internada, sin nadie que la ayudara, no tenía familia que pudiera brindarle algún servicio.

Al llegar al hospital fui en busca de su habitación y encontré al médico que se encargaba de ella.

¿Por qué estaba yo ahí?

El motivo era que dejó mi contacto como su único familiar que podría ayudarla.

Cuando la vi, después de tanto tiempo, me costó reconocerla. Era una Emilia muy flaca, sus huesos se notaban, parecía no tener nada de músculo. Su cara estaba pálida, pero sus ojos abiertos, y se abrieron el doble cuando me vio entrar y sentarme junto a ella.

-Hola Matt.

-¿Por qué lo hiciste?

No iba a contestarme, solo sonrió.

-Gracias por venir amor.

-Nada de amor, las cosas no han cambiado. Vine a ayudarte, pero en cuanto mejores tengo que volver a mi vida.

-¿Renunciaste a mí sin más? ¿Cuánto tardaste en tomar esa decisión? ¿Tres segundos?

-No te das una idea de lo que me costó olvidar todo lo que sucedió y lo vivido juntos. Hay recuerdos que no se borran, pero tú lo decidiste. ¿Te acordáis de aquel San Valentín?, bueno ese día fue el más duro de mi vida.

-Lo siento, estuve mal.

-No me arrepiento de lo vivido, porque sería tachar parte de mi autobiografía. Pero volver a intentarlo sería un error.

Sin más que decir salí de aquella habitación.

Mi amor por ella quedó atrás, es algo que quisiera dar por superado, aunque duele, no puedo negarlo. Lo único que pretendía era ayudarla con los gastos de la estadía en el hospital, con su psicólogo y darle algo de compañía que hace rato no tenía.

Me hospede en un hotel a unas cuadras del hospital, por las noches pensaba en Katherine.

¿Estaría pensando en mí desde que me fui? Quisiera llamarla pero no tiene celular. Extraño su compañía, su antipatía pero a la vez tan amable, su fuerte mirada y como entrecerraba sus ojos cuando se enojaba al discutir alguno de sus gustos.

La extraño. El último día que la había visto, un día perfecto que se fue a la basura.

¨¨¨

Emilia pronto iba mejorando, y decidí volver al Instituto.

La primer clase que di era la de Katherine. Se pasó todo el día haciendo sus ejercicios y hablando con Skyler, pero en ningún momento levantaba la vista hacia mí. Me desesperaba.

Tal vez lo mejor sería aclarar las cosas, y decirle el porqué de mi inesperado viaje. Pero la noté rara, cuando le hablaba no hacia otra cosa que mirar hacia otro lado, empezaba a enojarme.

Me dijo que buscaba algo como una relación seria, pero al principio no terminé de interpretar lo que me decía. Noté que sus ojos empezaban a brillar y la abracé. Ella me apretó contra su cuerpo y comprendí que me quería mucho y de pronto sentí lastima por ella. Me daba lástima que me quisiera tanto. Sentí ganas de llorar.