El principio del fin.

¿Amor a distancia?

-¿Seguirás haciendo como si yo no existiera para ti? - Matt caminaba a pasos agigantados para lograr llegar a mi lado, pero yo también lo hacia, y no se lo permitiría. No tuve ganas de hablar con nadie después de haberme enterado que mi vida en España se acabaría y debería crear una nueva en Argentina.
Mi novio tomo fuerte mi brazo, pero me solté haciendo fuerza con mi hombro y entre a mi habitación, dando un portazo a mis espaldas.
Respiré para tranquilizarme, me mire en el espejo y fruncí el ceño frustrada. No sé como hablar esto con Matt, no sé que es lo que tengo que hacer, si continuar mi relación con él hasta el momento en que deba irme o hacerlo ahora.
Ni siquiera imagino una vida sin estar a su lado.
Terminar con él podría tranquilizarme, y me permitiría concentrarme en mis estudios. Sin embargo, se que su recuerdo me seguirá por muchos años... Tal vez toda la vida. Cualquier detalle, cualquier circunstancia lo evocará.
-Kathe...¿podrías abrirme la puerta? - aún sigue ahí, no se fue dándose por vencido. Y esa es una de las cosas que más me gustan de él.
Abrí lentamente la puerta mirando hacia el piso. Lo hice pasar de esa misma manera, así vi que llevaba puesto esos jeans que tanto me gustaban...
Con una de sus manos levanto mi mentón para mirarme a los ojos.
Luego tomó mis manos, me atrajo hacia él y yo me dejé caer en sus brazos, mi lugar preferido en el mundo.

-No quiero que te enamores de mí - lo dije, creí que era tiempo de dejarlo y no que todo terminara con una maldita despedida por siempre.
-¿Qué?
-Ya me oíste, no quiero que te enamores de mí.
-Es lo más estúpido y difícil que podrías haberme dicho. Si eres lo único que quiero... ¿cómo no voy a enamorarme? Si amo todo y cada pequeño detalle tuyo, hasta tu risa me encanta. Es difícil no enamorarme. Y aunque trates de alejarte sin razón alguna no lo haré. Kathe, sos todo lo que quiero.
¿Qué es lo que hizo que cambiarás de opinión? A caso... ¿ lo único que te importó de mi fue un "ay es un chico guapo, veamos que hace el destino" ? Claro Kathe, enamorarte de un profesor, va... Que digo. Nunca estuviste enamorada de mi, nunca te importé realmente. Siempre me pareció tan ridículo que la gente quisiera estar con alguien porque es bonito. ¿Tu eliges los cereales de tu desayuno por el color o por el sabor? -
Mis lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, pero no pude contestar a sus irónicas preguntas, que para nada eran ciertas. Me frustaba la idea de un amor imposible, un amor a distancia.
-Voy a tomar tu maldito silencio como un si. Adiós Katherine - de un portazo huyó de mi cuarto. Mi puerta podría terminar abriéndose para ambos lados si seguía soportando golpes.

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-¿Vas a vivir frustrada?
-Estas muy deprimida -
Definitivamente los chicos no ayudaban.
-No se metan.
-Gracias Sky.
-¿Es por tu novio y la distancia?
-Todavía tienes un año Kathe.
-Exacto, deberías dejar de pensar en el futuro y comenzar a disfrutar del presente, de cada momento que estas viviendo. A esta etapa no volveremos nunca en nuestra vida y seguro será una de las más lindas.
-¡Wow! Skyker está filosófica, pero tiene mucha razón.
-Te olvidará. Será como si no hubieses existido. Como si nunca te hubiera conocido-
Todos regañaban a Pier por su negatividad, pero casi ni lo escuché.

Dejé a mi grupo de amigos discutiendo solos durante el almuerzo y me dirigí corriendo a su cuarto.
Toqué repetidamente la puerta, pero Matt no respondía.
Giré el picaporte y la puerta estaba abierta, y el estaba recostado sobre su cama mirando hacia la pared y dándome la espalda. -Seas quien seas por favor andate, no estoy de humor para hablar con nadie.
-¿Crees en el amor a larga distancia?-
Al escuchar mi voz se giró rápidamente y tomó asiento. Tenía una mirada esperanzada.
-Más que en el amor a larga distancia, creo en el amor, no me importan las circunstancias ni los kilometros.
-Entonces ya te enteraste porque estuve así.
-Skyler me mantuvo al tanto. Pero para que sepas, técnicamente no tendríamos que separarnos.
-¿Cómo? Si tenemos, los profesores no viajan.
-Hace unos años me dieron una beca para enseñar en algún país de América, y todavía esta vigente. Siempre y cuando ningún superior se entere de lo nuestro -

Mi cara cambió en un pequeño instante y dando saltitos y pequeños aplausos, tal como una niña de cinco años, salte a sus brazos en un cálido.

-Matt, perdóname por haber actuado como una niña inmadura, el simple hecho de saber que me iría y tendría que estar lejos de ti me ponía muy mal. Te quiero con todas mis fuerzas.
-Imposible, porque la sumatoria de todas las fuerzas es igual a cero- añadió en tono burlón.
-Maldito profesor de física.
-Siempre consigo lo que quiero.
-¿Por qué?
-Porque puedo.

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