"Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde"
Ese dicho muggle vino a su mente con gran velocidad y dolor.
Frente a él tenía a la viva imagen de su némesis y terror de la juventud pero con la mirada de la que creyó era el amor de su vida, aunque ahora viendo las cartas frente a él pudo darse cuenta que solo fue una mentira que se hizo a sí mismo para escapar de su realidad.
¿En serio Black me dejó esto? -por una vez luego de 5 años el tono con el que se dirija al joven no fue de despreció y odio si no incredulidad-
Créame si no fuera así, no se lo hubiera mostrado a usted -su voz se escuchaba dolida así como con molestía-
Imposible -susurro para si mismo el pocionista-
Sus ojos fueron nuevamente hacia la carta que tenía entre sus manos, lo primero que se pidió leer en su testamento que escribió ni bien estuvo lo suficientemente cuerdo saliendo de Azkaban.
Hola Snape,
Sí, se que lo último que esperaras es una carta de mi parte y más después de mi muerte, por qué si estás leyendo esto es por qué ya no estoy más en el plano terrenal, bien me conoces o eso creo no soy el estirado sangre pura que debía haber sido o lo que sea y no somos lo que se puede llamar amigos o conocidos se que fuí un dolor en el trasero para ti durante toda nuestra estadía en Hogwarts, cometí muchos errores contigo lo admito por eso yo quería disculparme contigo por todo, no tengo perdón lo se y se que debí de haberlo dicho en persona y no por una estúpida carta pero como sabes la situación no es la mejor, ¡nunca lo es por el amor a merlin! Siempre algo me impedía pedirte perdón y tratar de ser tu amigo, por qué si, siempre quise serlo, desde sentirme inferior a tu lado, hasta vivir la estúpida fantasía de que debía odiarte por ir en una casa "rival", me costó mucho aceptarlo y ver cómo son las cosas si lunático me viera ahora se reiría de mi solo para decirme que debí de hacerle caso desde hace años, en fin tuve que pasar años de soledad en Azkaban para verlo como nunca antes, lo único que me mantuvo cuerdo fue mi adorado ahijado y tener la esperanza de algún día poder disculparme contigo y decirte lo que sentía por qué lo que yo siempre sentí hacia ti, fue amor, yo te amo, te ame y te amaré, lo sé no muy Gryffindor de mi parte confesarme por una carta y encima después de muerto, soy un cobarde lo eh sido durante casi toda mi vida, cientos de cosas han pasado y no me las perdonó, por eso quiero compensar un poco de lo que hice y tratar de ayudar, en el baúl hay cientos de libros sobre pociones propiedad de mi familia, son tuyos ahora quédatelos, quemalos, donalos, no importa ya que la única familia que me importaba está muerta por mi culpa.
Lo último que quería encargarte es a mi querido ahijado, se que no tienen la mejor relación él me lo dijo, pero estoy seguro que no hay nadie mejor en el mundo mágico para tratar con él y todo lo que viene, sí se quién eres, lo descubrí por qué puede ser que sea un poco acosador lo admito.
Para evitarte más problemas le dejé una carta también a Harry contando todo y cuando dijo todo es TODO, es un chico listo e inteligente eso lo saco de su madre.
Gracias y lo siento, te ama Sirius Black.
No podía creerlo, no quería creerlo, su amor imposible se había ido para siempre, el joven frente a él ya se había sentado en uno de los taburetes de aquel lugar su preciado salón de pociones, se le veía leyendo una larga carta que en realidad era un pergamino con lágrimas en los ojos.
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Las Cartas De Sirius Black
FanfictionSirius Black ha muerto pero tras él dejo cartas para todos lo que le importaron alguna vez, algunas con confesiones, otras con instrucciones para poder salvar a las personas del pasado y mejorar la vida de los del futuro. ¿Están dispuestos los del f...