Odiaba estar ahí, odiaba esas estúpidas formalidades pero sobre todo odiaba al hombre que lo había obligado a tener que acatarlas.
Miro mal a la profesora McGonagall pero ella seguía inamovible acompañándolo en la sala de visitas de padres, ya que el también vería a su padre esa tarde pero no quería estar ahí y como sabían que escaparía su jefa de casa se tomó la libertad de vigilarlo como si de un niño se tratase.
Profesora no soy un niño, no necesito que me vigilen -gruño mientras se cruzaba de brazos en aquel mueble rojo y detalles dorados-
Aún lo es Señor Black -fue su única respuesta mientras continuaba con su libro-
Volvió a gruñir, se estaba poniendo de mal humor se suponía que la tarde la iba a pasar con sus amigos y aunque Severus y Lucius tenían citas con sus familiares mayores estaba seguro que no iban a tardar tanto como la de él, ya estaba listo para ignorar a su padre hasta que aquel tortuoso encuentro acabase al menos podría preguntar por Regulus su carta no había sido contestada y sabía que sus padres no dejarían que le hablase ni siquiera le darían a elegir, él era un "traidor" y de ahí jamás saldría sabía que era un riesgo que debía tomar, pero le dolía no poder hablar con su querido hermano por mucho que ya tuviera a Narcissa y Andrómeda de su lado no era lo mismo para él.
De la chimenea salió su padre todo lo que detestaba y debía ser según su madre.
Lo miro y le sostuvo la mirada de manera retadora, no dijo nada y los ojos del mayor pasaron al cuarto todo lleno de colores rojo, vino y dorado.
Profesora McGonagall, que sorpresa verla aquí también, un gusto conocerla Orión Black, actual lord Black y padre del niño que tiene incautado-
Sirius le miro incrédulo eso que está en su boca era ¿una sonrisa juguetona? ¡Era imposible! el amargado de su padre jamás sonreía y menos de esa manera, seguro era un truco.
El gusto es mío Lord Black -recibió el apretón de manos estaba sorprendida pero no lo demostraba-
Ahora sí no le molesta ¿podría dejarme hablar a solas con mi hijo?-
La bruja miro al niño este se sobre salto podía ver qué lo hizo de manera inconsciente ya que este seguía de brazos cruzados y mirando mal a su progenitor.
Por favor salga profesora quiero que esto sea rápido -la voz de Sirius era de fastidio-
Estaré afuera -fue lo único que contesto mientras salía con cautela del lugar-
Lindo lugar, te queda el rojo -hablo el lord mientras observaba más y más aquella habitación, creía que el rojo le derretiriá los ojos pero contrario a todo no estaba tan mal-
¿No va a sentarse Señor? -unas palabras afiladas tanto como su mirada era todo lo que el adulto podía ver-
En efecto-
Y ni bien el adulto se sentó sobre la silla que supuso era para él una enorme cantidad de un líquido extraño y pegajoso cayó sobre él.
La risa de Sirius no se hizo esperar el viejo había caído en algo así de tonto, debía de sentirse super avergonzado por aquello seguro rompió su orgullo, seguro...
No pudo celebrar más su victoria ya que a la hora de sentarse en la silla frente a su reciente víctima también sobre él cayó un líquido extraño y pegajoso.
Ahora era el lord quien se reía y Sirius estaba confundído.
Aún te falta mucho por aprender sobre este bello arte de las bromas, si Abraxas en todo su tiempo conociéndome no logra escapar que esperas tu pequeño novato -le dijo con aires desenfadados y orgulloso-
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Las Cartas De Sirius Black
FanfictionSirius Black ha muerto pero tras él dejo cartas para todos lo que le importaron alguna vez, algunas con confesiones, otras con instrucciones para poder salvar a las personas del pasado y mejorar la vida de los del futuro. ¿Están dispuestos los del f...