Las Cartas De Sirius Black

Capitulo 3

Aquí dice que los espejos de doble vista también sirven en el tiempo -se movió a una pagina pasada del que sería el 3er libro el cual ya estaban por acabar-

Pero esos espejos son difíciles de... -ni bien Pansy termino de hablar vio como Harry mostraba algo-

¡¿Pero cómo?! -una Pansy miraba con emoción la caja repleta de espejos-

Mi padrino me los dejo como parte de su herencia -comento mientras un calor se ponía en su pecho-

Narcissa vio con detenimiento algunos de ellos.

¿Que estos no estaban de decoración en la sala común Slytherin?-

Ahora que lo mencionas...-

Por fin entiendo por qué ese chico, no recuerdo su apellido la verdad, estuvo semanas en el hospital por una broma de los merodeadores-

Ese chico una vez fue muy cruel con Severus por ser mestizo...-

Supongo que te defendió a su manera sev-

Ambas mujeres sacaban conclusiones no muy fuera de la realidad.

Si, los Black son raros con las personas que les gustan, más que confirmado -volvio a decir Pansy, observando los espejos en la caja-

Severus estaba estupefacto, unos espejos un par o más bien uno que por qué como veía tenía un compañero idéntico lo reconocío al instante ese espejo alguna vez estuvo en su habitación.

Incrédulo los tomo a ambos con delicadeza en uno podía ver su reflejo pero en el otro, en el otro podía ver el punto de vista del espejo hermano.

No sabía cómo sentirse, un escalofrío recorrió todo su cuerpo, ese espejo estuvo ahí por años hasta que misteriosamente fueron retirados, nadie dijo nada al respecto pero si todo este tiempo pertenecieron a Sirius, cuánto en realidad sabía de él y los demás, más de lo que aparentaba podía darse cuenta, ¿acaso era el Slytherin perfecto? Nadie sospecho durante años y nadie sospecho cuando desaparecieron.

¿Severus todo bien? -Narcissa lo saco de su mente-

Si, solo estaba planeando como usarlos -se excuso-

Su amiga asintió.

Ese hombre es toda una caja de sorpresas, digno Black -alabo Andy- y el que tienes entre manos es bonito Snape buena elección

El espejo plateado con incrustaciones de esmeralda decorado con serpientes aún seguía en sus manos.

Si te gusta es tuyo padrino -hablo Harry con una sonrisa de que sabia que estaba pasando por su cabeza-

Supongo que si insistes tanto, no puedo negarme-

Miro el espejo con impotencia, lo estuvo vigilando y cuidando todo ese tiempo, ahora entendía por qué aparecía medicina en su mesa de noche, el por qué las personas que lo molestaban que no fueran los merodeadores salían muy mal parados al día siguente, solo pudo darle razón a la señorita Parkinson, los Black amaban de manera rara y parecía que si no le hacían la vida imposible unos años a la persona que les gustaba, estos no estaban enamorados.

Recordaba como Narcissa no paraba de insultar y aislar a Lily durante algunos años, así como hacerla menos.

Regulus siempre ignoro a Potter sabiendo lo mucho que esté amaba la atención, pero las peleas por los pasillos eran muy habituales.

Otro gran ejemplo era el mismo Harry, peleando con Draco a la más mínima provocación y espiando todo lo que hace desde siempre así como estar al pendiente de todas sus actividades.