Feinwerkbau

X

Larsen alzó la mirada de su libro ante el repentino peso que cayó en su abdomen, viendo primero a un Hughes que se regresaba hacia la puerta y luego al abrigo sobre él.

‒Póntelo, parece que va a llover ‒fue toda la información que recibió de la espalda del oficial, mientras se incorporaba en su sitio.

Aunque vio la prenda interrogante por un segundo, no discutió y se lo colocó en lo que se puso de pie y, justo antes de que abriera la boca para cuestionarlo, el contrario se regresó sobre el dintel de la puerta y agitó las llaves que reconocía de uno de sus autos en el aire.

‒Apresúrate o perderemos nuestra mesa.

En cuanto Hughes se dio la vuelta y desapareció en el pasillo, el mayor apresuró un poco el paso para alcanzarlo, caminando normal apenas lo hizo.

La noche había refrescado, efectivamente el viento y las nubes parecían anunciar que llovería.

Justo antes de que salieran, Radiel se acercó para despedirlos, ignorando la interrogante escrita en toda la cara de su jefe.

'Traidor' gesticuló Larsen en silencio cuando sus miradas se cruzaron, aunque no se demoró en seguir al oficial.

El camino había sido inicialmente silencioso, pero las esporádicas conversaciones le habían dado al ambiente cierto aire agradable que le decía a ambos que estaban en paz, al menos por el momento.

‒Creí que habías dicho que podríamos perder nuestra mesa... ‒comentó el mayor cuando el auto se detuvo en un local de comida callejera con suficientes mesas vacías, por lo que se podía ver desde dónde se encontraban todo el humilde barrio.

‒¿Qué? ¿Decepcionado? ‒respondió mofándose el oficial, adelantándose al lugar.

Larsen dio una ojeada al lugar una vez más, antes de entrar y lo siguió para encontrarlo escogiendo qué mesa utilizar.

Al ver que no se decidía como le era costumbre cuando trataba de llevar a cabo algún plan casual como estos, simplemente se adelantó tocando su hombro en lo que decía "La de la esquina", consiguiendo que este lo siguiera sin cuestionamientos.

Luego de hacer sus pedidos, en lo que el mayor observaba el lugar, el oficial sacaba su teléfono para ver la hora y luego dejarlo sobre la mesa.

‒Bien... ¿Prefieres la charla casual de siempre o que primero inicie mis preguntas?

Larsen volvió a verlo, casi transformando su relajada mirada en una de disgusto, pero se contuvo, reemplazándola por una de cuestionamiento.

‒Creí que ya había dejado claro el tema de las indagatorias ‒se cruzó de brazos, notando la decepción en los ojos de Aghat‒ ... Prefiero que me las hagas luego ‒agregó.

Si bien no era realmente lo que quería oír, era de esperarse, por lo que el oficial no se tardó mucho en relajar su semblante y volver a cambiar de tema, cosa que el mayor agradeció en silencio, recordando el porqué su amistad era capaz de soportar cualquier clase de adversidad.

‒Muy bien, ¿por qué brindaremos? ‒preguntó Hughes destapando las cervezas una vez que las trajeron.

‒¿Tú invitas? ‒preguntó Larsen.

‒Así es.

‒Brindo por eso entonces ‒tomando una de las botellas ya destapadas, la chocó levemente con la contraria y bebió el primer trago, siendo seguido por el oficial que negó con una sonrisa y lo imitó.

Para cuando sirvieron la comida, el mesero reemplazó los dos pares de botellas vacías por una nueva ronda y las asperezas entre ambos parecían haber desaparecido, dejando un ambiente muy agradable en la mesa.