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El día transcurrió tranquilamente. Rositsa los invitó a pasar a su sala común; le sorprendió que fuese tan amplia, y verde, los cristales reflejaban la luz del sol en tonos verdoso. Algo que le gustó bastante fue el árbol en medio de la sala, nunca antes lo había visto puesto que el lugar en el que vivía tan solo abundaban pinos, encinos y otros árboles que soportaban el frío. Las ventanas que sobresalían de la tierra — ya que cabe recordar que la sala común de Olsson se encuentra bajo tierra — daban hacia el jardín de rosas de todos los colores, además del invernadero donde se estudia Herbología, y se plantan algunos ingredientes para pociones. Rositsa también tenía una habitación propia que era bastante acogedora, llena de colores pastel y macetas repletas de plantas que le daban al lugar una vibra natural y pintoresca.

Después fueron a visitar la torre de los Galkin por insistencia de Pria. Allá en las alturas se sintió simplemente... Ni siquiera encontraba la manera de explicarlo. Las escaleras eran largas, sí, pero contaban con la peculiaridad de un hechizo que no los cansaba. "Si un invasor sube la torre, le dará vértigo, náuseas, jaqueca y posible desmayo; además de que las escaleras serán prácticamente infinitas y cada vez más empinadas para imposibilitar el paso." Explicó Pria con una sonrisa algo macabra, probablemente de imaginarse esa escena a vivo color. Las ventanas alrededor de la torre son amplias, el viento sopla fuerte de ellas lo que hace latir su corazón con libertad, casi como si le implorara asomarse para sentir la brisa sobre su piel.

Llegar a la cima y entrar a la torre fue... Ugh, mucho rojo, naranja y amarillo para sus pobres ojos. ¿Por qué diablos tenían que escoger tonalidades tan chillones?, pudiendo haber escogido un color rojo cereza, un naranja azafrán o un amarillo napolitano, no, escogieron los tonos más chillones de toda la gama del color. Aunque ni a Pria ni a Rositsa parecía importarles. Y es que no solo era los tipos de tonos que escogieron, sino también que ¡no combinaban para nada!

¿Acaso era el único con sentido de la moda?, incluso Regulus prefirió ir hacia la ventana más cercana para ver el paisaje en lugar de la vil paleta de colores que pinta las paredes de los Galkin.

Por lo que Regulus le contó sobre Gryffindor, con esta sala puede darse una idea de qué tan parecidos son en el mal gusto. No es que desprecie la casa pero si hubiese tenido la posibilidad de ir a Hogwarts, hubiese hecho lo posible para no quedar en Gryffindor. No se creía con el valor de despertar todas las mañanas y que lo recibieran esos colores que son un crimen contra la moda y la armonía.

Pero lo peor no era la sala, no, claro que no. El cuarto de Pria parecía haber sido atacado por Pablo Picasso, porque si no había sido así, entonces no encontraba la razón para que todo estuviese casi que de cabeza, con colores irregulares y demasiados cuadros clavados contra la pared.

Estaba pensando seriamente en ir con el mismísimo director y pedir con toda la amabilidad del mundo que a los alumnos no se les diera tal libertad de modificar sus habitaciones como les plazca, o al menos que alguien los monitorice para que no creen tal horror.

Pero claro, cuando Pria le preguntó qué le parecía decidió expresarse de la manera más amable posible.

"Es un asco." Sí... Lo de ser amable y sutil no es algo que está es su vocabulario. ¿Pero realmente pueden culparlo? "¿Cómo hiciste para hacer algo... Así?" Abarcó la habitación con un gesto de manos, su cara era de disgusto total. Rositsa, parada en una de las esquinas se llevó las manos a su boca totalmente sorprendida de que fuese tan franco y directo. Pria solo lo miró a la espera de que añadiera algo más. "¿Es acaso que supiste exactamente todo lo que me disgusta y lo pusiste aquí para que no regresara?" Dijo paseándose por toda la habitación.

"¡Draco!" Medio gritó, medio susurró la chica viendo nerviosamente el cómo Pria se cruzaba de brazos.

"¿Crees que tengo mal gusto?" Preguntó altanera, con una sonrisa traviesa. "No tengo que ver tu habitación para saber qué tipo de gustos tienes. Con lo remilgado y presuntuoso que eres, ya me puedo imaginar el gusto tan aburrido que posees."

Draco Black, un nuevo legado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora