Un amor inesperado

DOS CORAZONES ROTOS

Por culpa del maldito orco de Mordor, no podía parar de darle vueltas al asunto. Regresé a clase pero no importó demasiado ya que mi mente no dejaba de rondar la idea de Bea conmigo. Necesitaba tranquilidad y estar solo para poder pensar con claridad. Así que me excusé fingiendo encontrarme mal y salí antes de las clases para no tener que cruzarme con Bea.

Llegué a casa y no había nadie. Papá trabajando, por supuesto, y mamá estará a punto de llegar de trabajar en la librería. Aproveché ese momento para subir a mi cuarto y dejarme caer en la cama. Y lo intenté, de verdad lo intenté, estuve varias horas en cama,  pero no podía descansar... Mi mente solo repetía: «Si de verdad la quieres, la dejarás en paz.»

¿Por qué cojones diría eso? No soy ciego, sé perfectamente que es un ex celoso, pero aún así... ¿Realmente la merezco? Es...

Antes de poder seguir, recibí un mensaje y sin pensarlo me aventuré a ver quién era.

Bea❤️
en línea

—Hey, ¿Dónde estás?
—No te he visto salir de las clases y Jaime tampoco te ha visto.
—¿Estás bien?

Oh, mierda... Justo de la persona que intentaba evitar. ¿Debería contestar? Y antes de poder tomar una decisión, ya me estaba llamando. Mier-da. No tuve más remedio que descolgar.

—¿Sí?—Intenté sonar neutral.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué me dejaste en visto? ¿Estás bien?

Su preocupación hacia mí solo hacía que me sintiera como la mierda.

—No... no estoy bien.

—Ay, Dios, ¿Quieres que vaya a cuidarte? ¿Qué te sucede? ¿Qué te duele?

Me duele...

—No creo que pueda con esto, Bea.

—¿De qué hablas? ¿Qué demonios te pasa?

—Lo nuestro, Bea. No puedo.

Y silencio... Un silencio aterrador.

—Pe-pero ¿Qué estás diciendo?

—No creo que sea...—Hice una pausa, conteniendo mis ganas de llorar—. No creo que sea bueno esto.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Acaso... hice algo mal? ¡Lo siento si lo hice! No sé el qué, pero...

—No hiciste nada.

—¿Entonces?

—Necesito...

No puedo contarle la verdadera razón de esto.

—Lo siento... Bea.

Y antes de que pudiera decir nada más, colgué.

¿Había hecho lo correcto? Porque no siento que haya hecho lo correcto. De hecho, me siento peor que antes. Y probablemente Bea también...

Me gustaría llamarla para pedirle perdón y decirle que todo lo que dije solo fue efecto de una fiebre mortal. Que la quiero, pero...

Espero y rezo para que Bea no me odie demasiado y encuentre a alguien...

Bea