Pasados unos días, Bea y yo decidimos estudiar juntos para prepararnos para las oposiciones. Aunque ya saben que eso de estudiar juntos, acaba en... Bueno, pasar un rato juntos en lo que no tiene nada que ver los libros. Ustedes saben.
Esa mañana, Bea había venido a mi casa con el temario correspondiente para las oposiciones. Yo ya había preparado el salón para estudiar, pero nada más dirigirnos al salón, mi móvil empezó a sonar.
Ups, olvidaría apagarlo para estudiar y no tener distracciones—aunque mi mayor distracción se llama Bea y la tengo justo delante.
—Perdón, ya lo apago.
Cuando agarré el móvil para apagarlo, vi el nombre de Emma en la pantalla.
¿Emma llamándome a mí? Qué cosa más extraña. Esto era digno de responder.
—Perdona, amor. Contestaré rápido, vuelvo en seguida.
—Está bien—asintió y se sentó en una de las sillas.
Salí a la sala continua y descolgué.
—¿Aló?
—Jack, ¿Están mamá y papá en casa?
—Em... Mamá sí, pero creo que a papá le dejarán el turno libre esta tarde. ¿Por qué?
—Es que...—Hizo una pausa—. Necesito hablar con urgencia con vosotros. Quisiera que estuvierais todos en casa...
—Pues pásate luego, sobre las ocho diría yo.
—Okay.
Pero antes de colgar...
—¿Estás bien?—Me atreví a preguntar.
—¿Por qué preguntas?
Vale. Ha evadido mi pregunta, algo pasa.
—Tu tono de voz es preocupante, por no mencionar que llevas un tiempo bastante rara.
Silencio.
Emma se mantuvo callada, por un instante creí que ella me había colgado, pero tras un minuto habló:
—Estoy bien, Jackie. Nos vemos luego.
Y antes de que pudiera decirle algo más, me colgó.
Vale. Estaba preocupado, ¿Qué le pasa? Regresé al salón y Bea notó mi preocupación.
—¿Quién era? ¿Qué ha pasado?—quiso saber.
—Ha llamado mi hermana. Quiere que estemos todos en casa esta tarde, pero ha sonado bastante preocupante. Y no sé si tú lo has notado, pero lleva un tiempo, bastante rara.
Bea hizo una mueca.
—La he notado un poco... distante, sí, pero creía que eran imaginaciones mías.
Pues no, no eran imaginaciones. Algo pasaba y espero que luego confiese o tendré que recurrir a mamá, y de esa no se escapa.
Después de la conversación con Emma, me costó bastante concentrarme en el estudio. Lo cierto es, que aunque parece que Emma y yo nos llevamos como el perro y el gato, en verdad, en el fondo, nos queremos mucho, y estaba realmente preocupado por ella. Es mi hermana, no quiero que nada le pase. ¿Habrá sido Samuel el culpable de su malestar? Porque si él le ha hecho algo a ella, lo va a pagar caro.
Intenté disimular delante de mamá mi preocupación por Emma y me limité a comentarle que ella vendría luego, y que quería a toda la familia reunida. Mamá no parecía sorprendida, solo feliz por su visita. Yo también estaba ansioso porque viniera para saber de una vez qué sucedía, si es que venía a dar explicaciones de su extraño comportamiento. Y sino, se lo sonsacaría a la fuerza.
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Un amor inesperado
RomanceJack, un chico despreocupado, sin problemas y sin planes de futuro. Bea, una chica obsesa con la organización y el orden, pero incluso en su mundo tan organizado, está llena de problemas que no paran de desarmar sus planes. Bea solo quiere terminar...