Jack llevaba sin hablarme una semana. ¡Una semana!
Evitaba mirarme por los pasillos, no respondía a mis mensajes ni llamadas... ¿Tanto lo herí? ¿De verdad esa acusación le molestó tanto?
Ay no...
Me sentía terriblemente mal, lo había juzgado sin pensar. No podía mirarlo a la cara siquiera.
¿Lo peor de todo? Es que, queramos o no, hoy teníamos que reunirnos para presentar el trabajo. Habíamos quedado en su casa para preparar la presentación... Dios qué nervios.
Si ya Jack impresiona de por sí, su casa... Le añadía el toque que le faltaba, en cambio, yo... Intenté vestirme lo mejor que pude para no parecer que vivo entre la basura. Que mi casa no es que esté mal, pero comparada con la de Jack...
Me presenté en su casa a las seis tal y como él me dijo—o, bueno, me escribió porque no me habla—.
Imponía tanto su casa-mansión...
«Odio ser pobre».
Llamé al timbre y casi al instante, la puerta se abrió pero no era Jack quien me recibía...
—¿Sí?
Una chica bastante joven—pero diría que es mayor que yo—, de cabello largo y ojos castaños, y casi de mi misma altura, «es muy bonita... ¿Será...? No, Jack dijo que no tenía novia ¿No?», me recibió.
—Yo... em...—tragué saliva.
Fue como si las palabras se quedasen atascadas en mi garganta. No sé por qué, pero me sentía intimidada.
—Busco a Jack...
Una sonrisa maliciosa apareció en el rostro de la chica.
—Un momento.—Se giró hacia dentro de la casa—¡¡¡CAAANIIIJOOO!!! ¡TÚ NOVIA A VENIDO!
¿«Canijo»? ¿«Novia»?¿Qué?
Enarqué una ceja.
Jack tardó tan solo unos segundos en aparecer. Todo su rostro reflejaba «molestia». Y colocó su mano sobre la cabeza de la chica, pero ella solo reía, provocativa.
—¿Te quieres callar? ¿No tienes algún dibujo que hacer o irte con tu novio?
—Jack empujó a la chica hacia dentro de la casa.¿Novio? ¿Qué?
Jack resopló.
—No le hagas caso a mi hermana entrometidamentirosaypesada—maldijo mirando adentro mientras su hermana le sacaba la lengua.
Así que es su hermana...
No sé por qué pero sentí que me quitaba un peso de encima.
Jack abrió aún más la puerta para que yo entrara y ya con un pie metido dentro de la casa, me sentí mucho más intimidada y observada—tal vez, porque su hermana me estuviera mirando con curiosidad—.
Jack cerró la puerta y su hermana se acercó a mí.
—Soy Emma, la hermana mayor de este cabeza hueca—sonrió de manera inocente y me ofreció la mano.
Yo, tímidamente la acepté y estreché su mano con la mía.
—Soy Beatriz pero puedes llamarme Bea—tragué saliva—, encantada.
Ella me observó detenidamente...
—¡Eres muy linda!—exclamó Emma y me abrazó con fuerza—. Ahora entiendo por qué Jack se pasa tanto tiempo en la habitación...—esbozó una sonrisa perversa.
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Un amor inesperado
RomanceJack, un chico despreocupado, sin problemas y sin planes de futuro. Bea, una chica obsesa con la organización y el orden, pero incluso en su mundo tan organizado, está llena de problemas que no paran de desarmar sus planes. Bea solo quiere terminar...