Cap. 25 Riesgo Letal

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༺═───────⊰❪ RIESGO LETAL ❫⊱───────═༻

❛25 • Punto de vista de Nicholas Wilde •

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—Te felicito por la fluidez de tus contactos —habló, conforme con la competencia de mis actos, los cuales están resguardados por la dirección del búfalo cafre como parte de nuestro plan—. Te dejaré a cargo de Tundratown.

Excelente decisión.

He logrado la confianza del superior y por ende el beneficio debía ser aprovechado.

—Ese distrito es territorio de los zorros árticos —disimulé cierta vacilación, haciéndome de rogar a propósito. No es factible mostrar una emoción positiva frente a un hipócrita que le gusta jugar a doble as.

Lo pensó mucho, antes de contestar, tal vez consciente del choque de sus palabras—. Trabajaras con ambos —sentenció para mi mal gusto—. Ellos serán el enlace.

Chasqueé la lengua, molesto con garrafal determinación.

—Conozco el altercado que tuviste con Campbell...

—Ese hijo de puta intentó abusar de mi coneja —interrumpí, dándole énfasis al termino posesivo con tanta rabia como si el terrible recuerdo se hubiese concretado—. Y no toleraré una falta de respeto, así sea mínima.

—Mátalo —cortó mi exaltación.

Achiné los ojos y lo miré, intentando comprender si lo que dijo fue verdad o una estúpida broma para calmarme.

La expresión de su cara no apañaba un chiste—. Si vuelve a joderte, lo matas —decretó, tal cual una orden que estoy ansioso por cumplir a cabalidad.

El rencor se irá cuando lo destruya con mis propias manos.

—Lo haré, McRage.

Asintió, con una leve sonrisa de lado.

Es entendible la cruda decepción que le ha originado el blanquiñoso.

La presencia del pelinegro fue recibida con grandes elogios; después de tres días regresó triunfante con grandes costales de dinero, los cuales eran cargados por su séquito personal.

—Tenemos nuevos encargos para esta semana —expresó, abriendo los brazos para saludar afanosamente al líder.

Desde mi posición observé la escena con un gesto fresco, debido a la farsa que montó el lobo. Él no se había ido hacer un viaje de negocios, sino a cimentar un proyecto con Clawman a espaldas del chihuahua.

No soy tonto.

Me extendió la mano, la cual estreché cordialmente—. Lo cortés no quita lo valiente —le atiné al clavo con mi elocuente sarcasmo.

—Siempre tan amigable —rechinó los dientes, apretando mi mano hasta soltarla y dejar la marca de su presión.

Supe que entendió.

Inmediatamente ordenó que dejen los sacos en una hilera horizontal sobre el pasto, con el afán de visualizar el monto que cargaba cada uno en un papel cocido en la superficie superior.

Los montos oscilaban entre cuatro a cinco millones.

—Las buenas noticias salen de tu boca —siguió enalteciendo su eficacia—. Nos estamos acostumbrando.

Las mentiras que rodean a esta organización desmantelarán su próspero futuro.

Sumamente divertido observe la desenvoltura de su conversación acerca de su objetivo principal. Se tenían uno a lado del otro y como es común, el trago no se hizo esperar.

Instinto Erótico {Nicudy}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora