Capítulo 55[ Un Corazón Decidido]

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Kyoka se recostó en el cómodo asiento del copiloto en el auto de Izuku, se sentía bastante tensa por lo que aconteció en la comisaría y la verdad quería ir a dormir para terminar este día que no resultó cómo había esperado.

Podía pasar que un idiota tratara de secuestrarla pero que su amiga se enterara de esta manera sobre su noviazgo era una cosa completamente diferente además que complicada dado que era Yaomomo, no fue fácil mentirle, le refutaria cada palabra que la pelimorada hubiera soltado. Afortunadamente su novio era bastante de mentir porque logró engañar a Momo y no tuvo que meterla en este problema de un loco tras su cuerpo, era lo bueno del día si lo miraba bien.

Izuku- lamento tardar, no me dejaron hablar con el sujeto, lo quieren trasladar a otro lugar- ingresó al auto mirando a su novia bastante cansada- te sientes bien?

Kyoka- fue mucho por un día, sólo estoy cansada... - no era toda la verdad pero sabía que con esas palabras podía evitar muchas preguntas del peliverde

Izuku- entiendo que no sea fácil de digerir lo que ocurrió... Si necesitas a alguien con quien hablar sabes que siempre te escucharé- su novia sonrió de lado acomodándose mejor en el asiento para dormir un rato

Kyoka- lo aprecio mucho... - cerró los ojos dispuesta a dormir un rato dejando al pecoso con un mal sabor de boca

En el silencio del vehículo no sabía bien que pensar, estaba bastante aturdido por lo que sucedió y si bien no pasó a mayores conservó ese pensamiento y esa sensación de miedo cuando escuchó a la pelimorada llamar desde la comisaría, ¿era esto lo que quería lograr Michael? ¿Llenarlo de miedo e incertidumbre con ataques esporádicos en lugares publicos? ¿Que razón habría para ir tan de frente tan rápido? ¿Estaba perdiendo la paciencia? ¿Podía sacar provecho si esa era la situación? Negó para si mismo cuando un semáforo le detuvo, quizá la situación lo estaba consumiendo. Era la primera vez que tenía novia y la primera vez que sentía que una chica le daba un trato tan especial ( a parte de mamá claro estaba) si bien era cierto que cuando Kyoka se volvió el objetivo de Michael tuvo miedo, ese miedo creció junto con el cariño que tenía por la tierna chica que en un segundo podía ser la gran seductora.

Miró hacia la qué le robaba los suspiros y los pensamientos, seguía dormida y le causaba mucha ternura verla así. Con la respiración tranquila y la guardia baja, su bella cara parecía brillar con el atardecer que estaba sucediendo y ni hablar de su postura y la sensación que daba. Izuku sonrió para si mismo después de admirar a su novia antes de continuar con el viaje, muchos pensamientos se revolvieron en su mente con la pelimorada cómo la principal, tenía miedo de perderla, tenía el corazón tranquilo con ella cerca y quería conocer y adentrarse cada vez más en el mundo que tenía.

Izuku- Kyoka-san... - susurró lo más bajo que podía para no afectar el quirk de la chica- Kyoka-san... - volvió a llamarla haciendo que ella tuerza su nariz de manera bastante adorable, le reocrdaba un poco a un gato- llegamos... - habló con cariño a la chica quien se acomodó mejor en el asiento

Kyoka- cinco minutos más... - murmuró a lo que el pecoso comenzó a acariciar su cabello

Izuku- anda, no quiero preocupar mucho a tus padres... - la pelimorada soltó un quejido, quería seguir durmiendo

Kyoka- cargame... - dijo medio dormida

Izuku- en verdad a veces eres una tierna niña pequeña... - se burló un poco antes de salir y abrir la puerta del copiloto tomándo a su novia entre brazos- vamos bella durmiente... - la pelimorada se aferró rápidamente al pecoso quien sonrió para si mismo antes de caminar hacia la puerta y golpearla esperando a que abran

Mika- si quien... - la mujer quedó con las palabras en la boca al ver al pecoso y a su hija en brazos- eh? - el chico sonrió bastante tenso

Izuku- lamento molestar pero puedo pasar? - habló lo más calmado posible- puede hacer las preguntas necesarias después que deje a Kyoka-san dentro- no quería que hubiera malentendidos con sus suegros

atrapada en el deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora