Kyoka en verdad estaba bastante cansada tras todo el día, no sólo por la redada para salvar a la niña ( cuyo nombre supo era Eri) también tuvo que dar declaraciones y cierto papeleo que realizar por lo que se consumió gran parte de su tiempo y la dejó totalmente agotada, eran las dos de la tarde y quería dormir hasta el lunes por la tarde por el cansancio que sentía.
Llegó a casa sobre las tres dado que había un fallo en la línea que iba a tomar por lo que pasó media hora esperando a que llegara su transporte por lo que sus niveles de tolerancia estaban por los suelos cuando abrió la puerta.
Mika- Kyoka porqué tardabas tanto?! Que se supone que estabas haciendo?! - regañó a su hija la cual soltó un suspiro antes de ignorarla y continuar hacia las escaleras- Kyoka te estoy hablando! - se puso frente a su hija y la fulminó con la mirada
Kyoka- lo siento, estoy muy cansada cómo para responder así que te podrías hacer a un lado? En verdad quiero dormir... - habló sin ganas de pelear con su madre
Mika- te fuiste sumamente temprano, a penas si dijiste algo y nos preocupamos demasiado, yo creo que tenemos que hablar ahora- su hija soltó un suspiro sintiendo su ira florecer
Kyoka- les escribí dónde estaba, en serio no miraron el teléfono? - respondió lo más tranquila que podía en esos momentos
Mika- no escribiste nada, deja de mentir Kyoka- habló con seriedad a su hija la cual sacó su teléfono mirando el chat con sus padres
Kyoka- seis de la mañana, "estoy haciendo un trabajo que me dejó Aizawa-sensei con referente a una misión de infiltración" - mostró el celular a su madre la cual quedó bastante atónita- si pasaran dos segundos más despiertos en vez de estar charlando y bebiendo hasta quien sabe cuando seguramente se hubieran enterado de algo- dijo en su límite de paciencia
Kyotoku- no le hables así a tu madre, te lo pido por favor Kyoka- su padre se metió aumentando su irritación
Kyoka- que acaso ya no puedo defenderme? Porque tengo la culpa qué no sepan leer un simple mensaje? - respondió con enojo
Mika- esa no es manera de hablarle así a tus padres- regañó a su hija nuevamente
Kyoka- porque soy yo la que estoy siendo atacada?! Les dije dónde estaba, les envié un mensaje de que hacía y aún así me reciben asi?! - gritó a sus padres los cuales se asombraron de esa respuesta- no es mi culpa que se la hayan pasadon bebiendo y hablando con sus supuestos amigos tan tarde y no me dejaran dormir! - gritó con lo que su madre tuvo suficiente dándole una cachetada, dándose cuenta al segundo lo que había hecho
Mika- Kyoka yo... - su hija apretó su puño y sus ojos se llenaron de lágrimas
Kyoka-... - la pelimorada salió por dónde vino sin querer saber nada
Mika- Kyoka! - se miró la mano sintiéndose terrible- que hice...
Kyotoku- Mika... - abrazó a su esposa la cual se aferró a él
Mika- que hice... - volvió a repetir llorando
La pelimorada simplemente caminó sin querer detenerse, sentía las ganas de llorar y sinceramente lo odiaba, quería simplemente esconderse y no salir en un buen rato sólo que no quería involucrar a nadie en esto...
Terminó en un parque dónde bajo un árbol dejó caer una que otea lagrima tratando de olvidar esa mirada en su madre y por sobre ello el ardor de su mejilla, era la primera vez que le hacía esto y dolía mucho a pesar de haber recibido golpes más fuertes en entrenamientos en contra de Bakugo o Todoroki, de alguna manera dolía más lo que había hecho su madre.
Simplemente abrazó sus piernas y lloró en la tranquila tarde tratando de desaparecer por unos valiosos momentos para calmarse. Sabía que era su culpa, ellos se estaban enfocando demasiado en su trabajo y no sólo en eso, se enfocaban en aquellos supuestos amigos que tenían, que se los llevaban por días a quien sabe dónde dejandola muerta de la angustia al no saber nada, sólo esperando que le llegue un mensaje para confirmar que aún estaban vivos.
Kyoka- esto es estúpido... - murmuró en la soledad cerca al árbol- no voy a dejar esto así... - se levantó y caminó nuevamente a casa esperando que sus padres se hayan calmado
Claro que sus padres estaban bastante preocupados por su niña y su huida de casa tan abrupta, Mika se encerró en la habitación volviendo a vivir ese momento en que le dio un golpe a su querida hija. Era la primera vez que hacía algo de tal magnitud y ni siquiera supo porque lo hizo, no ella lo sabía bien sólo que lo quería negar todo lo posible dado todo lo sucedido en el último año tras todos sus éxitos.
Sus amigos eran el problema en estos momentos, si bien era cierto que estaban ganando bastante bien se estaban dejando llevar por todas esas emociones que perdieron en el momento en que se dedicaron solamente a su amada hija y que habían recuperado con todo esto...
Las salidas de días e incluso semanas para disfrutar de festivales y música, las fiestas que parecían interminables, los halagos y los gritos de alegría al momento de cantar o ayudar a las bandas emergentes. Esa sensación gloriosa le devolvió a el pasado, cuando lo hacían sin tener a nadie quien rendir cuentas.
Ahora tenían una hija y la misma Mika se había prometido dar todo de si por su niña, siempre ser una buena madre y un buen ejemplo a seguir y ahora pasaba esto. Quebrando el pacto que se hizo a si misma y levantando la mano a su hija por simplemente querer tener más tiempo juntos cómo antes, sus amigos recientes estaban llevándose muy lejos a ambos padres de Kyoka y clafo comenzaba a romper esa relación que tenía y claro no iba a dejar pasar eso.
Mika- Kyotoku... - se plantó frente a su marido quien estaba perdido mirando videos que había buscado en lo más profundo de los cajones
Kyotoku- recuerdas eso? - señaló a la pantalla dónde se veía a una muy pequeña Kyoka tocando con sus manitas un tambor sin ningún tipo de control
Mika- le encantaba hacer sonar las cosas... - su niña siempre resultó curiosa por el sonido
Kyotoku- me encantaba verla practicar... - recordaba con cariño cómo le enseñaban todo lo referente a la música- me pregunto si aún lo seguirá haciendo... - habló con voz quebraduza- que estamos haciendo... Ya no somos aquellos jóvenes que vivían de sol a sol despertando en quien sabe dónde con la resaca a flor de piel... Somos padres y nos dejamos llevar mucho... - su mujer se sentó a su lado y le puso una mano en el hombro- es mi culpa...
Mika- cariño... - su marido le tomó la mano
Kyotoku- fui yo el que aceptó esos tratos para tener más dinero y en realidad no lo hice por el dinero, fue por esa emoción que creí había perdido... - su mujer le miraba paciente y comprensiva- no me doy cuenta que la nueva gran aventura está con esa niña, que ella continua nuestra historia viviendo su propia vida...
Mika- fue error de ambos... - su marido le miró con sorpresa, no queria qué la mujer que amaba se lamentara nunca- ambos quisimos demasiado sin ver lo que teníamos... Kyoka está creciendo y nos necesita, nosotros fuimos...
Kyotoku- Mika... - abrazó a su mujer quien se sentía un poco más calmada- prometo que solucionaré esto...- habló serio a su mujer la cual se quedó descansando en el pecho de su esposo
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atrapada en el deseo
DiversosPor inconformidad y desesperación generalmente se hacen las más absurdas de las cosas. Guiada por una absurda idea que escuchó cómo rumor terminó en un lugar bastante peligroso para ella, se excusaba mucho con que siempre sabía dónde se metía y que...