Capítulo 23[ Las Garras En El Fuego]

650 137 6
                                    

Obtener el control del bajo mundo nunca fue una tarea fácil, siempre habían villanos tanto de renombre cómo jóvenes promesas que deseaban estar en la cima para gobernar todo lo malo de este mundo, siempre habían traiciones, guerras entre otras cosas para llegar a la mejor posición entre lo peor de lo peor.

En dicha carrera y batalla todo estaba permitido, por lo que si tenías buenos contactos era más probable que avances que simplemente haciendo las cosas por tu cuenta y en escala muy diminuta, se premiaba al ingenioso, al estafador, al charlatán y claro al controlador por sobre todo.

Bien era conocido el nombre del Shie Hassakai que era de los más prometedores a ser la organización que traiga el orden a este cruel mundo de las sombras que todos parecían haber ignorado, dando poder a los débiles, su estructura lentamente se estaba conociendo y creciendo casi sin freno llegando incluso a tener gente dónde pocos actualmente habían llegado.

Eran pocos pero bastante buenos sus contactos en ciertos lugares tales cómo la policía o agencias de bajo renombre cercanas a sus guaridas y a sus intereses, confiaba mucho en sus planes y sus movimientos tan premeditados, sólo que no esperaba ratas entre los suyos...

No tenía toda la información de quien fue el que habló de más a sus enemigos, lo único que supo fue de uno de los suyos que escuchó un poco de una charla entre el héroe principal que le estaba buscando y un chico peliverde, había escuchado lo suficiente para decir que aquel tipo peliverde era riesgoso para sus planes así que trató de seguirlo encontrándole justamente en un bar stripper, no sabía mucho más y creyó que no bastaba más para dar un golpe.

Aquel tipo peliverde no se vio tan importante en ese momento por lo que usando un poco de lógica pudo decir que simplemente buscaba algo de diversión en dicho bar así que mandó a dos asesinos por su cabeza, sería un golpe fácil de realizar bajo su opinión, nada que les tomara más de una noche sin saber bien en dónde metía las narices.

Cuatro horas es lo que tardaron en quebrarse, Izuku no era muy partidario de la tortura, nunca le gustó usarla y siempre trató de hacer las cosas con diplomacia pero tenía un límite de aguante al igual que todos y lo quebraron con bastante facilidad luego de nombrar a la niña con algo peor que monstruo, ordenó a la chica que tenía de acompañante irse cuando desató el infierno en la tierra en aquella habitación antes de volver a ser el chico tranquilo de siempre y reunirse con la pelimorada en su despacho.

Kyoka- estás bien? - el traje del pecoso se notaba manchado de sangre y su mirada parecía bastante vacía

Izuku- me deje llevar un poco... - cerró los ojos tratando de calmarse- se que me veo mal pero créeme que no es para tanto- trató de sonreír cómo siempre sin poder realmente

Kyoka- no fue tu culpa si? - trató de calmar el caos que era su jefe- sólo... - no sabía bien que decir

Izuku- es la primera vez que tratas de calmar a alguien? - comentó con gracia causando que la pelimorada asintiera con vergüenza

Kyoka- generalmente no tengo que hacerlo porque alguien más lo hace pero... - se sentó en el escritorio y tomó una de las manos del pecoso- un héroe no puede dejar a alguien sufriendo de tal manera... - sonrió decidida al chico quien se mostró sorprendido- puede que no sea muy buena con las palabras cómo muchos amigos que tengo pero si puedo decir que Midoriya-san es una muy buena persona que hace lo necesario para mantener a todos a salvo e incluso no teme en mancharse la sangre por aquellos que necesitan su ayuda y eso es algo que me hace admirarlo mucho- miró directamente al pecoso y le sonrió

Izuku- no está mal... - sonrió de verdad esta vez más tranquilo- gracias Jiro-san... - soltó el aire que tenía guardado ya más relajado

Kyoka- bien ahora si me explicas por favor porque vienen a matarte? - el pecoso miró el escritorio pensando en todo

Izuku- busco encontrar y encerrar a una Yakuza qué atenta contra una vida inocente... No... lo más adecuado es decir que cazo monstruos que están desteozando a una pobre niña... - habló con seriedad- dichos monstruos tienen muy buenos oídos y saben que estoy vivo para exterminarlos así que tratan de matarme antes que suceda- la pelimorada quedó bastante sorprendida

Kyoka- hay alguna forma de ayudar? - el pecoso parpadeó sorprendido- puede que no sea una heroína pero si soy una estudiante a héroe y tal y cómo dice mi sensei si tenemos la oportunidad de ayudar es nuestro deber el dar una mano amiga- seguramente si su maestro le viera le regañaría y en secreto se sentiría orgulloso de su estudiante

Izuku- no es por ser mal agradecido Jiro-san pero es muy peligroso para ti... No es por desconfiar de ti o tus habilidades, literalmente pude haber muerto de no ser por tu espectacular quirk pero son matones profesionales, que te llevan mucha ventaja y si algo llegara a salir mal no quiero que te pase nada- la chica le sonrió ante ese sentido protector

Kyoka- no me voy a quedar de brazos cruzados con esto- desafió al peliverde- hablaste con Aizawa-sensei así que es probable que él lo sepa... - el pecoso ya sabía por dónde iba la cosa

Izuku- dudo que Eraser te deje participar- estaba bastante confiado de que podía confiar en ese héroe

Kyoka- si... A Aizawa-sensei le gustan muchos los gatos no? - el pecoso se tensó- por dónde vivo hay muchos que van de casa en casa tomando lo que pueden, me pregunto si estará interesado en alguno... - era claro lo que iba a hacer

Izuku- sobornaras a tu maestro por meter las manos al fuego? - la chica asintió con una adorable sonrisa- bien, me estás agradando mucho más Jiro-san pero la respuesta sigue siendo no- era difícil convencer al pecoso y era claro que dar su brazo a torcer no iba a ser cosa fácil

Kyoka- y que dirá Inko-san sobre esto... - el pecoso volvió a tensarse- si es tan buena cómo tu seguramente no dejará a la niña y ya me conoce por lo que puedo decir que estará a favor mio... - se notaba en el pecoso que estaba cediendo

Izuku- no jueges con fuego Jiro-san... - a pesar de su tono calmado, era claro que tenía miedo

Kyoka- pero es la única forma de poder salvar a una niña... - hizo una mueca muy adorable haciendo suspirar a su jefe

Izuku- bien tu ganas... - bajó la mirada ante su derrota, podía considerar a Kyoka Jiro cómo una de las cuatro personas que le habían derrotado en verdad- pero, harás lo que yo diga en cada momento quedó claro?

Kyoka- alto y fuerte capitán- sonrió al chico quien le sonrió

Izuku- y por favor no sobornes a Eraser, se sincera con él- la chica soltó una risa

Kyoka- igual le iba a decir lo de los gatos, mis padres no me dejan tener mascota así que pensé que Aizawa-sensei podría ayudar- el pecoso negó ante las ocurrencias de la pelimorada

Izuku- por favor vete, tu paga llegará la próxima semana, gracias por ayudarme tanto esta noche- se sentó en su escritorio sintiéndose bastante cansado

Kyoka- me alegra ayudar en especial a mi jefe- le dio un guiño haciendo temblar al pecoso- adiós jefecito- sin más se fue dejando al pecoso nervioso

Izuku- esa chica me pone en el borde de la silla- murmuró sin esperar ser escuchado, claro que la pelimorada sonrió por lo que causaba en su jefe detrás de la puerta

atrapada en el deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora