Capítulo 45[ El Mejor Cazador Del Mundo]

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La práctica de cazar siempre le había sido inculcado, desde que tenía memoria había ido por presas que siempre se volvieron más y más difíciles de capturar hasta el punto que aquella práctica de ir por animales se volvió monótono y aburrido, los animales eran muy predecibles para él por lo que necesitaba algo con mas desafío así que decidió cazar humanos.

Fue por simple curiosidad que lo hizo, quería ver cómo reaccionaba un humano al ser privado de la libertad por lo que a sus 13 años logró engañar a una de sus compañeras de clase, la atrajo a un lugar bastante apartado y la desmayó. Eso debería haber desarrollado un nivel de culpa pero por el contrario para Michael Demiurgo le llevó al nirvana, tenía una chica desmayada a su merced, un muñeco humano en su muy retorcida mente.

No era tonto y claro está supo cubrir sus pasos, culpó a un amigo de aquella chica poniendo un cadaver ya en ceniza en la casa de aquel niño cabeza de turco que fue lo que necesitaba la policía para arrestarlo por mucho tiempo sin saber que en su casa Michael disfrutaba de la chica.

Al inicio la trató cómo un trofeo viviente, le daba comida y bebida y no la trataba tan mal, le miraba por horas con una emoción enfermiza. No le tocó o eso en los primeros meses.

Luego tuvo que meterse en dónde no le llamaban y su locura aumentó.

Su padre pertenecía al cuerpo policial y era uno de los mejores, era alguien tan sumamente correcto que si se ve bien no parecería que Michael fuera su hijo, no era raro que llevara trabajo con él a casa. Casos de abuso, asesinato y otros se podían ver en el despacho de aquel buen policía hasta que llegó uno que le llamó la atención a Michael...

Una mujer que había sido encontrada en un callejón con obvias heridas de abuso físico y sexual, las fotos que había en la mesa eran demasiado explícitas dado que quien fuera que lo hubiera hecho tenía un quirk de transformación que hizo un daño brutal y dejó mucha evidencia. Habían muchos evidencias y muchas más declaraciones de un sospechoso que le encantaron.

- ella es de mi pertenencia y cómo tal puedo hacer lo que quiera... -

Eso prendió algo en ese niño, él también tenía algo de su pertenencia y quería explorar hasta dónde llegaría con aquel trofeo que tenía.

Michael siempre recordará con un gusto mórbido aquella primera vez con aquel trofeo que tenía, los gritos y súplicas que sólo lo emocionaban más y le hacían ser más fiero a la hora de la intimidad, la sangre saliendo de la chica y claro los golpes que daba por cómo se movía su víctima, recordaba bien la sensación de su primera corrida dentro de la chica y cómo lloraba temiendo lo peor.

Eso fue sólo el inicio porque a partir de allí lo único que hizo fue investigar por internet aumentando sus deseos incontrolables que desató con aquella pobre chica, fue su rata de laboratorio para todo tipo de fetiches y fantasías que pudiera tener hasta que rompió la mente de aquella chica lo cual le dejó bastante sorprendido...

Una noche luego de tres años usando aquel trofeo llegó al lugar dónde la tenía capturada y la notó completamente distinta, en completa desnudez y con los ojos vacíos, con la sonrisa más lasciva que Michael había visto hasta ese momento, se tocaba con demasiada fuerza y en cuanto vio al tipo se lanzó cómo si fuera lo mejor en el mundo, babeando en su calzado y casi lamiendo su pierna, eso de alguna manera horrible le terminó por encantar más...

No todo pudo ser perfecto porque luego de eso comenzó a aburrirse de ella, ya no daba gritos de miedo, sólo de gusto tan mórbido cómo el de Michael, pero aún con ello, consideró cruel el dejarla simplemente libre, era un problema para él si es que lograban encontrarla y sanarla así que se la llevó con él, sin usarla pero a salvo, no tuvo el valor para acabar con ella al ser su primer trofeo, de muchos que quería...

Al llegar a la preparatoria se interesó por muchas chicas tanto mayores cómo menores e incluso una que otra profesora que le agradaba de una forma u otra, su primer año aunque planteó ir de caza nuevamente no lo hizo por estar bastante a gusto con su trofeo, no creyó necesitar más hasta que se aburrió de ella y comenzó a cazar más y más.

Múltiples chicas desaparecieron de manera esporádica y bastante al azar por lo que nadie supo a dónde apuntar, eso alimentó mucho su ego, se creyó invencible y así lo parecía. Siempre se consideró listo y lo demostró mucho haciendo buenos contactos con buenas empresas y creciendo para hacer lo que él quisiera, parecía ser imparable, desgraciadamente tarde o temprano se cometen errores y aunque nadie pudiera creerlo Michael cometió dos errores que casi lo condenan...

Cuando estaba en Europa haciendo dinero y cazando chicas se encontró con una hija de un magnate alemán, era hermosa con los ojos más adorablemente inocentes que alguna vez había encontrado y claro quería arruinar esa inocencia.

No tuvo en cuenta que por mucho que tuviera contactos y poder siempre había alguien mucho más poderoso y eso le pasó factura...

Aquel magnate le descubrió justo cuando había iniciado su juego en un motel de mala muerte en un pueblo francés, aquel lugar explotó con fuego, balas y mucho polvo tras de si dejándole herido de manera severa y con una gran lección consigo.

Su pecho tenía una fea cortada que le recordaba que no podía hacer las cosas de la manera que lo hacía, debía pensar mejor sus acciones para salirse con la suya.

Así siguió casi invicto hasta que cometió su segundo error, esta vez en América tras una mujer peliverde bastante hermosa, creía que la tenía, una belleza total que parecía completamente inocente hasta que conoció al marido de esta y casi conoce a la muerte de primera mano.

Hisashi Midoriya casi le entierra y de no ser por su capacidad con las palabras seguramente Michael ya no estaría en la tierra, logró hacer un buen ambiente y darle a Hisashi bastantes secretos a cambio de la paz, creyó que podía llegar a la mujer del jefe hasta que conoció al niño y la cosa cambió nuevamente.

Cuando se conocieron Izuku tenía los ojos llenos de esperanza y emoción, ojos que le provocaron algo en lo más profundo de su ser...

Quería cazar al niño de 13 años y romper su burbuja de inocencia o eso hasta conocerlo verdaderamente. Michael vio de primera mano a aquel niño esperanzado destrozar un grupo de tipos que querían aprovecharse de una chica, lo hizo sin ninguna pizca de piedad, le hizo sentir algo que nadie jamás le podía brindar. Provocó miedo verdadero...

Aquella vez los ojos de Izuku parecían vacíos y al mismo tiempo parecían de la bestia más peligrosa en el planeta, le hizo temblar y lo paralizó de miedo, quizá por que era un niño supuestamente adorable e inocente o quizá por otra razón pero le encantó, quería ver que era lo que le haría Izuku si es que se ponía así, por lo que trató con todas sus fuerzas de sacar a la bestia del chico de su cascarón.

No lo logró...

Por mucho que provocara, por mucho que hiciera, el chico parecía completamente en total control de si mismo. No quería rendirse y en verdad no lo haría sólo quería que el pecoso pensara eso mientras Michael esperaba cual araña hasta que apareciera la oportunidad...

Y claro que apareció con aquel rumor de la chica estrella que hizo decender al chico, era su momento...

Un dos por uno cómo ningún otro, una chica cómo a él le gustaban ( jóvenes y llenas de esperanza) y el chico monstruo que quería sacar, sabía que iba por buen camino por cómo le golpeó en su reunión pero no era suficiente, él quería a la bestia y no pararía hasta conseguirla independientemente de lo que tenga que hacer y lo que tenga que sacrificar.

Michael- lo pones difícil Izuku... - era obsesivo hasta morir y en estos momentos demasiado ansioso por lo qué por primera vez en su vida iba sin un plan a cazar, no era lo recomendable pero creía tener demasiada ventaja sobre el mocoso cómo para que le hicieran algo- ya no puedo seguirla y está claro que no usas los autos que te dio Hisashi o Inko, cubres bien tus pasos pero... Que también lo harás? Y por cuanto tiempo? - miró a una cámara que daba a la puerta del templo del cielo- si no fuera por ese juguete que interrumpe comunicaciones ya sería fin del juego... - se sentía demasiado emocionado, estaba encerrando al pecoso sin tener en cuenta que cuando acorralas a un animal es cuando en verdad ataca...

atrapada en el deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora