"When you know, you know When you know, you know It kinda makes me laugh, runnin' down that path When you're good as gold 'Cause when you know, you know"
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—Linda—Timmy susurro al odió de su pareja que se encontraba cálidamente durmiendo al lado de él.
—Mhhh—la chica se quejó y se cubrió con las sábanas de la cama para poder seguir durmiendo cómodamente.
—Despierta, linda—el castaño empezó a darle pequeños besos en su mejilla— Tengo hambre y quiero desayunar contigo.
____ abrió los ojos lentamente para evitar que la luz del Sol que entraba por el ventanal lastimara sus ojos.
—Puedes ir a desayunar sin mi, Timmy—contestó con la voz áspera por recién levantarse.
—No quiero—hizó un puchero que hizo reír a su novia.
—La cama es tan comoda—la chica abrazo la almohada que se encontraba a su lado y volvió a cerrar los ojos.
No escucho otra palabra salir de la boca del chico y sintió como la cama quedaba vacía a su lado. Se había ido probablemente a desayunar sin ella, aunque se sintió mal por eso, estaba más cansada que nada y solo quería quedarse recostada todo el día.
Se quedó dormida de nuevo por menos de cinco minutos ya que su novio la volvió a despertar.
—Ey, linda—sintió como la cama se hundía a su lado—. Siéntate, por favor.
____ abrió los ojos confundida y vio la imagen más linda que nunca había visto. Timmy estaba con el cabello desordenado y algunos de sus rizos le cubrían la cara, en las manos tenía una pequeña bandeja con un plato de hot cakes en el y una taza de café a su lado.
La chica río levemente de ternura y se recargo en sus brazos para sentarse.
—¿Qué es esto, Timmy?—tomó la bandeja entre sus manos y observo la comida que se veía deliciosa.
—Te veías muy cómoda aquí acostada, no quería que te movieras—apartó algunos mechones de cabello que caían en tu cara—. Te ves hermosa.
Sonreíste y tu corazón dio un salto de felicidad. Timmy siempre decía cosas así de la nada y eso hacia que tu corazón se acelerará como la primera vez.
Porque desde que lo conociste supiste que era él, que era la persona indicada por quien pelearias mil guerras, por quien darías tu vida y quien había traído felicidad a tu vida. Nunca habías conocido a alguien que te hiciera sentir de la manera en la que él te hacia sentir, la manera dulce en la que te besaba y como acariciaba tus mejillas como si fueran porcelana que se rompería con cualquier tacto fuerte, era el hombre que te hacia sentir viva y amada.
Sabías que era la persona con la que querías pasar el resto de tu vida y tal vez formar una familia, pero por el momento te conformabas con estar a su lado y poder verlo todos los días despertando junto a ti.
Sabias que él lo era todo para ti y tú todo para él.
Porque sabias que era con él.
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