Parte 7 Prohibido

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La tensión del ambiente es incrementada cada segundo por los besos, las caricias esparcidas mutuamente y el anhelo de estar juntos, juntos de una manera única e inolvidable para ambos.

El vestido de Luciana está por encima de su ombligo dándole a Juan ese acceso de tocar más allá de sus suaves piernas, acaricia y pasea su mano por el cuerpo de ella con seguridad, con vehemencia, con locura. Su piel es tan suave que lo enloquece, ella lo enloquece... toca esa parte íntima de ella por encima de la tela de la ropa interior y nota como está húmeda, húmeda por él.

Ambos disfrutan, saborean, gozan y viven el momento.

La lleva hacia su cama, la coloca con cuidado sin siquiera despegar sus labios. Se está volviendo loco de deseo por ella, siente como si ella fuese una jodida adicción al que no puede resistirse. Retira suavemente su vestido dejándola solo en ropa interior se separa levemente para observarla.

Hermosa...

Fue la palabra que llego a su mente. Dirige sus labios hacia el par de pechos blancos y redondos que le son atractivos, retira el brasier y los toca.

Escucha como ella gime suavemente.

Sucedería lo que tenía que suceder, ambos deseaban este momento.

Ella insegura inexperta retira con suavidad la parte superior de su ropa, sintió entonces como su piel suave toca la de ella un escalofrió recorre su espalda, pecho contra pecho aprisionándose sintiendo el calor mutuo que emanaban su cercanía, lentamente él se separa de ella la mira fijamente mientras ella apenada se cubre en vano sus pechos con las manos escucha como el desajusta su cinturón.

Traga grueso.

Sabe lo que se aproxima...

Él se posiciona encima de ella siente como sus partes rozan ligeramente, un tenue roce entre ambos; una sensación deliciosa recorre sus cuerpos él fija sus ojos sobre los de ella y ve el miedo reflejado en su mirada titubeante.

-¿Qué sucede?-pregunta con desconcierto. Ver esa mirada hace que se detenga quizás se siente arrepentida y es lo que menos desea, quiere que ambos sientan lo mismo.

-es que...yo...yo jamás he...-su voz entrecortada llena de timidez, vergüenza y apaciguamiento hacen que él la mire con firmeza.-nunca he estado con un hombre-culmina por decir con vergüenza en su voz reflejada también en sus mejillas enrojecidas, su forma de ser tan cohibida e inexperta al momento de él observarla, su timidez, su inexperiencia, el hecho de cubrirse fue el punto clave para creer lo que le profeso.

Siente como un sentimiento arde en su pecho. Un sentimiento que no sabe cómo explicar, no sabe si es orgullo, alegría, fascinación, satisfacción.

¡Ella es virgen y él estaba haciendo con ella lo que quisiese!

Nunca había sido tocada, acariciada y él ya la había tocado, la había besado, acariciado, profanado ese cuerpo jamás antes visto por alguien.

Ahora era suyo sin siquiera haberlo analizado. Ella es suya solo por haberla tocado...

Ella era suya...

Ligeramente suya...

Suya porque tan solo con haber puesto un dedo sobre su cuerpo angelical la marco, la marco con sus besos, sus caricias sus espacios prohibidos le pertenecían a él. Ese era el pensar de ella, sentía que él debía ser el único y primero hombre que tocase su cuerpo le importa una mierda el mundo exterior ella correría con sus consecuencias tan solo se dejaba guiar por el sentimiento que Juan le proporciona cada vez que está a su lado...

-solo dime que me detenga y lo hare-propone a pesar de querer estar con ella, de su impulso, su necesidad la revelación lo había hecho analizar la situación quizás no sea así como ella debe de tener su primera vez- esto que me has dicho... es algo muy importante. No quiero que te arrepientas de nada mucho menos de algo de lo que no estas segura.

Prohibido Amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora