El día siguiente llega, para cada uno de ellos de manera diferente. Luciana sentía como si fuese un fantasma, su noche había sido pésima, su sueño un desastre.
Había imaginado diez mil momentos con Juan en mundos alternos y distintos a la realidad que la estaba golpeando. Esa mañana se despertó decidida, tenía en mente lo que haría aunque eso la terminara de destruir más.
No se molestó demasiado en su físico, opto más por colocarse algo deportivo para asistir al trabajo. Se hizo una coleta alta, tomo su bolso y de su casa sin ser detectada por sus progenitores. No se molestó en tomar la ruta quiso hacer un desvió. Para cuando ha llegado al trabajo se dirige directamente al despacho del director.
-buenos días, Luciana.-le comunica amablemente cuando la ha visto.
-buenos días, Señor.-responde amablemente. Él intenta decirle algo pro ella lo interrumpe- vengo a decirle que renunció al cargo-anuncia sin darle vueltas al asunto dejando al hombre frente a ella con los ojos como platos y una perfecta O formaba en sus labios.
-pe...pero ¿Por qué? ¿Ha sucedido algo? ¿Ocurrió algo?-pregunta rápidamente. Luciana era muy buena en su cargo, el no poder permitir que una profesional de su potencial se fuese. A pesar de tener una edad relativamente joven era buena en su área.
-es una decisión personal...-susurra- estuve encantada con todo, pero...-hace una pausa buscando las palabras- me iré del país por tiempo indefinido.
-... oh....que pena.-se lamenta mientras toma los documentos que ella le entrega en un sobre. Ella solo quería salir de allí, no quería toparse con él.
-Es un placer haber trabajado contigo.
-igualmente...-se levanta de su asiento dispuesta a salir.
-con respecto a tu liquidación... te enviare un texto.
Ella asiente.
-estaremos en contacto.-culmina por decir asintiendo mientras sale dl despacho directo a su antigua oficina, entrar allí fue más doloroso de lo que imagino. Se acercó al escritorio y no pudo evitar recordar cuando él le había hecho el amor allí.
Sonríe amargamente.
Eran tantos los recuerdos.
Toma una pequeña caja donde se encarga de guardarlos pocos artefactos importantes que tiene allí.
Alrededor de 30 minutos tiene todo listo, toma sus cosas mientras se dispone salir de ese sitio para no volver más.
-¿Luciana?-se gira al escuchar la voz de su amigo Carlos. Gira mientras este lo mira atónita.- ¿Qué...?
No termina su oración.
-he renunciado.-le dice de la forma más calmosa que puede. La mira sin poder creerlo.
-pero... ¿Por qué? ¿Qué ha sucedido?-se atreve a preguntar acercándose a ella. Luciana lo mira, lamenta dejar buenas amistades allí peor su paz mental es más importante que cualquier cosa en estos momentos.
-...-por unos segundos no dice nada mientras lucha con las lágrimas que amenazan con salir nuevamente. ¡No quería llorar!- conflictos...supongo-se excusa mientras aprieta la caja fuertemente con sus manos.
-pero... ¿Qué es...?.-le interrumpe
-Carlos, la verdad.... Gracias por mostrar interés pero no quiero hablar de ello.-dice.-tengo que irme.-culmina por expresar mientras se aleja de allí.
Carlos observa como ella se marcha, algo había sucedido él lo sabía. Y aún más sabía que era algo relacionado con Juan.
Juan se encontraba llegando a su lugar laboral, no visualizo a Luciana en la parada de costumbre donde solía verla. Tampoco la encontró cuando llego al trabajo en su lugar.
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Prohibido Amarte.
RomanceDicen que, existe un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, lugar, circunstancia o situación. Ese hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar pero nunca, jamas se romperá. Cuenta la...