Los recuerdos lo golpean tan fuerte que apenas puede procesar la información.
Ella riendo.
Ella besándolo...
Ella a su lado.
Sus ojos color café
Su risa contagiosa
Sus celos...
Sus berrinches...
Ella con él...
Juntos haciendo el amor.
Sus caricias
Ya no habría más momentos así.
Ya nada podía ser igual, nada sería de la misma forma porque ella ya no estaba allí.
Ella lo había dejado. Se había marchado y esta vez era para siempre.
No podía remediar sus decisiones, se sintió como una misma basura, un desecho, el peor ser humano del mundo.
Su ser estaba fracturado, la tristeza estaba adueñada de él. Solo podía mirar la lápida, querer abrirla y sacarla de allí. Quería tenerla entre sus brazos, quería besarla, abrazarla, quería tenerla entre sus brazos pero ya era demasiado tarde. Ya no había nada que el pudiera hacer.
-lamento...lamento no haber estado para ti...perdóname...-habla mientras acaricia la lápida, sus lágrimas se unen con el agua de la lluvia que cae con fuerza.-Luciana...perdóname...-repite mientras intenta sacar y expresar sus sentimientos internos.-no fui lo que esperaste, no fui lo que tu deseabas...si tan solo hubiese actuado distinto....
Pero ya no te puede escuchar, Juan.
Ya sé nada sirven tus disculpas...
¿Para qué lo haces?
Ya no la podrás tener contigo, Juan Díaz.
Escucha esa voz atormentadora en su mente.
- Luciana... ¿Por qué? ¿Por qué tú?- se cuestiona con amargo dolor.
El cuestionamiento de todo le hace perder la razón.
++
Abre sus orbes celestes, había soñado nuevamente con ella como cada noche. Ella lo llamaba en sueños y hacían muchas cosas juntas. Incluso podía besarla, tocarla, abrazarla en sus sueños eso era algo que ligeramente lo reconfortaba. Se levanta de la cama mientras observa el día que era. Se levanta mientras realiza su rutina diaria, le había prometido a sus hijos que estaría con ellos esa tarde pero la mañana estaba comprometida.
Tenía una cita con la persona que aún estaba impregnada en su corazón.
Se ducha, lava su rostro mientras toma el ramo de rosas con diversos colores. Era un ramo muy llamativo, muy colorido y atrayente. Se colocó ropa mientras sale de la casa donde anteriormente su hermana quien hace unos meses se había mudado a otro país...
La mañana prometía muchas cosas, para cualquier persona. Para el no tanto pero ese día era sumamente importante para él.
También para ella.
Camino hasta llegara su sitio. La gente no le extrañaba que fuese allí casi todos los días, lo había tomado como su hábito preferido. Ese día el lugar estaba repleto, había varias personas en diversos puestos colocando flores e interactuando. Se dirigió hacia la dirección que se sabía de memoria, cuando hubo llegado observo unas flores rojas muy llamativa.
Sonrió.
Seguramente sus padres la habían dejado allí.
Se dobla para acariciar la lápida perfectamente arreglada.
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Prohibido Amarte.
RomanceDicen que, existe un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, lugar, circunstancia o situación. Ese hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar pero nunca, jamas se romperá. Cuenta la...