Parte 18 Conflicto

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La mañana llego demasiado rápido mientras los pensamientos de Luciana trataban de calmarse, sus nervios la traicionan. Siente tantos nervios que no había podido dormir de manera adecuada en toda la noche, sentía demasiadas cosas que ni ella misma podía explicar.

Había quedado en verse con Juan en el laboratorio clínico que estaba en el comercio central de la parroquia donde ambos viven. Ella llega y él se encontraba allí. Él la observo fijamente se notaba que Luciana había pasado mala noche, por el contrario de él que estaba dentro de los parámetros normales tranquilo. Si ella estaba en estado afrontaría lo que le vendría con quien sea.

-buenos días.-le saluda ella depositando un beso en la mejilla de él. La leve barba presente le hace cosquillas en sus labios.

-buenos días, preciosa-le saluda. Luciana le sonríe amablemente. Al entrar él se acerca a la encargada de realizar los exámenes.- ¿está realizando prueba de embarazo?-inquiere mientras esa última palabra resuena en su mente.

-sí, señor.-responde la chica.

Luciana se acerca hacia Juan quien le hace un ademán con la cara para que tome asiento.

-¿me da los datos de su esposa?- ambos sienten un cosquilleo al escuchar esa palabra de los labios de la chica. Luciana siente una sensación que no puede explicar, como le encantaría ser en verdad la esposa de él.

-Luciana Montes, 24 años de edad-comunica el sin titubear ante la atenta mirada de ella. No es para menos, él siempre ha sido atento en esas cosas. Luego de anotar los datos, le toman la muestra a Luciana. El pinchazo de la aguja no fue como el cualquier otro examen, después de todo acá era algo más serio.

Una vez concluido y al preguntar en que horario podían asistir por el resultado ambos partieron, fueron hacia una cafetería cerca en la localidad del centro. Pidieron lo que se les antojo en ese instante aunque ninguno de los dos tenga el apetito habitual. Ella solo pidió una taza de café y él una simple tortilla con café.

-te vez nerviosa.-le dice juan tratando de buscarle conversación, Luciana había estado muda, callada sin decir palabra alguna desde que estaban juntos. Algo pasaba por su mente en parte el entendía lo que podía ser pero al verla tan fuera de lo habitual le hacía sentir incómodo.

-puede ser...-le susurra ella en modo de respuesta automática. La verdad su mente era un caos. Tenía nervios, miedo y ansiedad por lo que pudiese ser el resultado de la prueba. Pero todo eso se reducía en una sola cosa: en él. Si quizás todo fuese distinto entre ellos dos en estos momentos los nervios serian por la ansiedad de poder ser padres, los nervios seria imaginar un futuro siendo ella madre junto a él. Pero todo era distinto, alza su mirada mientras lo ve detenidamente.

¿Porque todo tenía que ser tan complicado? Se pregunta para ella misma observando como él come su tortilla. Se le ve tranquilo, sereno, como si nada le preocupara. Como quería ella ser como él.

-no te preocupes, esperemos los resultados y luego veremos, amor.- juan continua comiendo mientras detalla como ella solo se toma el café de forma pausada y con desgano. Luciana siempre había sido más emocional en todo momento, así que seguramente la situación la estaba agobiando. Pero él sabía que si la prueba daba positivo, el trataría de buscar la manera de estar con ella en esa etapa, en ese proceso tendría que decirle la verdad a su esposa y allí tomar la decisión de irse a vivir con Luciana.

Se preguntaba, ¿cómo sería todo? Pero en realidad, no le importaba. Su matrimonio hace mucho estaba hecho un caos y desde que Luciana había llegado a su ida fue para cambiarla radicalmente. De tal manera que le hacía sentir algo que hace muchísimo no había sentido.

Él había elegido a una mujer hace muchos años, pero jamás imagino que otra aparecería para hacerle ver que lo que sintió en ese momento, en ese tiempo, en esos años no era amor...

Sentía que al lado de Luciana quizás todo ubicare sido tan distinto, tan aleatorio, tan cambiante... peo la vida en muchas ocasiones no otorga lo que uno desea si no lo que se cree correcto y quizás ese fue su caso, cuando decidió casarse con Lorena porque estaba embarazada de su primer hijo. Después de todo en ese instante él se sentía bien con ella.

O al menos eso creyó el que era lo que sentía.

-está bien-le susurra ella. Mientras en un momento dado observa por el amplio ventanal una pareja caminando con una hermosa niña tomando la mano de ambos padres. Sonríe. Como deseaba ella tener lo mismo.

Tener un hogar en paz, tranquilo y sereno. Como deseaba ella, que todo fuese distinto entre ambos. Ella no tenía ningún problema en estar con Juan y sus dos hijos. Por el contrario, esos niños tengan su cariño ganado le encantaba la idea de tener dos niños más otro que probablemente podía venir en camino. Ser madrastra no era algo que ella tendría planeado pero con ellos le encanta la idea, aunque quizás no todo es como uno lo idealiza pero cuando existe voluntad todo puede ser posible. O al menos así lo siente ella.

Que no importaría cualquier obstáculo que se presente entre ellos dos, ella quería luchar con él. Pero.... ¿querría él luchar con ella?

La sola idea le hace sentir mal. El solo imaginarlo al lado de su esposa la aturde. ¿Es que no se daba cuenta? Luciana se sume en sus pensamientos, en sus ideas, en todo lo que ha pasado desde que lo conoció a él y como toda su vida había dado un cambio drástico.

Juan por su parte trata de no pensar tanto, de no imaginar tanto. Tan solo quiere ver los resultados y así ver que puede hacer. La idea de tener otro hijo le agrada, le agrada mucho. Más aun siendo con Luciana. Él sabe que ella sería una excelente madre, es una excelente mujer y una persona muy independiente a pesar de su edad. Y aunque las condiciones no son lo mejor, le agrada saber que podrían tener algo más en común entre ellos dos: un hijo.

Pero la única dificultad de todo esto era. ¿Dónde viviría con ella si daba positivo? El estatus económico de él no es tan elevado para comprarle una casa o alquilar un departamento para ambos. La situación no es tan fácil como el desea que lo sea. Un bebe amerita demasiadas atenciones y necesidades básicas que se deben cubrir. ¿Estaría ella para vivir ese cambio? ¿Sería capaz ella de tolerar todo? Vivir con los padres de Luciana quizás es la última opción que él tiene en su mente. Ese sería el caos, jamás aceptarían que su hija este con un hombre casado con dos hijos y es que la gestión del trámite de divorcio también es un término legal en el que implementa mucho dinero.

Quería lo mejor para ella pero ¿cómo puede darle lo que ella merece?

Cada uno está sumido en sus pensamientos, en sus inquietudes de no saber qué hacer exactamente o que decir en esas horas sentados en la cafetería. Siempre habían tenido muy buena comunicación pero ahora eso estaba fallando, estaba en pausa debido a la actual situación entre ellos.

Una prueba de la que aún no tenían resultado alguno.

El tiempo pasa, para uno de forma lenta para otro de forma tortuosa, de diferentes formas y maneras para cuando ambos se dan cuenta están en el laboratorio nuevamente buscando el resultado de los exámenes.

-tenga, señor.-le extiende el papel la chica a Juan mientras el l toma con un salto en su estómago, Luciana lo mira con ansiedad evidente mientras el abre el sobre.

Lee el resultado ysiente algo en sus ojos. Un leve ardor que no puede explicar

Prohibido Amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora