Capítulo 18- 'Con dolor termina lo que empezaste'

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    Y pensar que todo este tiempo había estado delante de nosotros. Hemos estado dos veces en ese lugar. Sin saber que Katherine estaba todo este tiempo oculta debajo de nosotros. El pensarlo hace que se me revuelva el estómago.
    Claramente a Sally no le ha debido de gustar que su lugar favorito haya sido profanado por gente como esa.

    Cuando llego a mi destino, veo que aún no he recibido ningún mensaje de Connors ¿habrá leído mis mensajes al menos?
    Escondo la moto entre los arbustos y saco la linterna que tengo en caso de emergencia, puede que me sirva de arma.
    Camino despacio hasta la entrada, subiendo por la zona de la rampa para evitar hacer ruido al pisar. Siento el corazón que me late acelerado a cada paso que voy. Aprieto con fuerza la linterna una vez que he entrado y trago saliva, esperando no encontrarme con nadie.
    Me acerco al mapa del hospital, lleno de polvo. Paso la manga de la cazadora y miro el camino hacia la morgue. Me siento como si ahora estuviera en Silent Hill como Harry Mason buscando a su hija Cheryl. Da escalofríos estar aquí solo. Pero sé que no hay monstruos. Sino algo mucho peor.
   <<Vamos Jake, intenta no pensar en cosas tan friki.>>
    Y de verdad que lo intento, pero nunca había hecho algo así, entrar a la boca del lobo y descubrir que la persona que confiaba en ti es quien está detrás de todo esto.
    Me paso la lengua por los labios secos, comenzando a caminar por un suelo lleno de latas, bolsas y hojas secas. Incluso llego a ver algunos cristales, debo tener cuidado.

    Bajo las escaleras con cuidado, vigilando cada escalón. Parece que algunos los han destrozado y podría cortarme si me tropiezo.
    Veo la señal donde indican la dirección a la morgue y camino más deprisa que antes, pero evitando hacer ruido. Si ahora me pillan, estaré perdido y ellos también.
    De momento no he visto a nadie vigilando, eso me parece hasta extraño.
    Me topo con la puerta que tiene en el nombre de la morgue y limpio la ventana de nuevo, esperando poder ver algo antes de entrar, adaptando mis ojos a la oscuridad. Les logro ver sentados en el suelo.
    Intento abrir la puerta pero está cerrada. Miro en busca de un conducto en donde pueda entrar, tiene que haber una entrada.
    Tras dar unos pasos atrás de donde he venido, logro ver un conducto sin rejilla. Me echo hacia atrás y corro hacia la pared, para luego apoyarme en ella, saltar y agarrarme al conducto para entrar en él.
    Vuelvo a encender la linterna y logro ver algunas telarañas y ratas huyendo tras ser vistas por mí. Me subo un poco la camisa para taparme la cara y así evitar que el polvo se meta en mi nariz y me haga estornudar. Quizás tendría que haber traído una máscara sabiendo que este sitio es viejo.

    Llego por fin al lugar y con cuidado intento sacar la rejilla.
   ―Mierda ―digo entre dientes, viendo que no puedo separarla de la pared.
    No me queda otra.
    Con fuerza, empiezo a dar golpes con el hombro hasta que empieza a moverse. Sonrío tras notarlo y doy un último golpe tirándolo.

    Escucho un par de gritos pequeños y sonidos de sorpresa de ellos.
   ― ¿Estáis bien? ―pregunto asomándome por el conducto.
   ― ¡Jake! ―exclama Jeremy emocionado.
   ―Cabrón casi me da un infarto ―Paul se levanta del suelo y me sorprende que por su expresión esté feliz de verme.
    Con cuidado, intento salir sin llegar a torcerme el tobillo al caer, apoyando las manos en el suelo.
    Las luces del techo se encienden, parpadeando. Me tapo la cara, molesto por la iluminación.
   ― ¡Jake cuidado! ―escucho gritar a Alice.
    Me giro parando un golpe con la culata de la pistola. El hombre con la máscara de gas.
    Forcejeo para evitar que logre hacerme daño. No logro ver sus ojos a través del cristal, deben de ser especiales para que no sea identificados.
    Veo cómo la profesora Begum me separa de él, pero la empuja, apuntándola con el arma. Esa distracción me hace coger tiempo para agarrar la linterna y golpearle en el cristal, pero solo le hace un rasguño.
   ―Quieto Jake ―la voz se escucha por los altavoces.
    Con el corazón acelerado, escucho el martillo de una pistola.
    Me giro despacio para ver lo que está pasando.
    Otro hombre con máscara de gas apunta a Paul, que en su mano tiene una puerta rota de uno de los depósitos de cadáveres. Lo suelta al notar el arma en su sien.

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