Pentious estaba con el alma en vilo. Sentía el corazón oprimido, y a pesar de estar en el Cielo, la inquietud comenzaba a comer su cerebro. Se sentó en su sofá del pequeño apartamento en el que vivía. Movía la cola de un lado para otro, mientras su vista se perdía hacia la puerta de su habitación decorada con engranajes. Debía de hacer algo, ¿Pero cómo? Él era un ingeniero, un inventor. No era una persona demasiado cercana a las humanidades -a pesar de tener un basto conocimiento en música y saber dibujar decentemente-. Su cola actuaba como si fuera su pie moviéndose. Debía de pensar.
La despedida se le fue difícil de afrontar, más que nada por tener que dejar repentinamente a todos. Sus rostros aún estaban impregnados en su memoria, especialmente la de Cherri. No se veía molesta, ni tampoco contenta, ni triste. Estaba ausente de ello, mientras que todos los demás le dieron buenos deseos y Charlie se aseguraba de que recordara sus lecciones dentro del hotel. Emily movió sus manos, invocando con sus poderes un pequeño portal en medio del hotel. Alastor lo miró con cautela, intentando no mostrar su verdadero interés por este. Todos se despidieron. Cuando volvieron al Cielo, Sera los recibió a él y a Emily. Su cara de alivio hasta Pentious la pudo sentir. Él no supo cómo decírselo, pero intentó ser lo más educado y exigente que podía ante su nueva idea
-Estimada Sera -Dijo Pentious dirigiéndose a la Serafín-. Necesito hablar con usted un segundo.
Ella se dio la vuelta. No le agradaba demasiado el Pecador Redimido, pero debía de acogerlo como un residente más del Cielo. Pentious, a pesar de ser bastante alto -casi llegando a la altura de Angel Dust- debía de mirar a la Serafín hacia arriba. Era casi como un insecto al lado de ella. Se sintió intimidado por la luz que emitía desde su halo con forma de corona. Su labio tembló un momento, pero debía de hacerlo.
-Dime, Sir Pentious -Insistió ella. Él tragó saliva.
-Verá, Gran Serafín, um... -Pentious se trabó un poco-. Yo quiero ayudar a mis amigos en el hotel. Hoy los vi, y sentí esta extraña necesidad que... Quiero hacer cualquier cosa por ayudarlos ¿Usted lo ha sentido antes? ¿Querer ayudar a los demásss como a de lugar? -Hubo una pausa-. Quiero volver al infierno, y hacer todo lo posible por ellos y ayudarlos en su nuevo camino a la redención. Creo yo soy la persona más indicada, siendo el primer Pecador Redimido que hay, y creo que sé por qué estoy aquí, de cierta manera...
La Serafín estuvo en silencio por unos momentos. Ella acercó su mano y tocó el rostro frío de Pentious. Él sintió que iba a dañarlo, pero aguantó las ganas de huir. No hizo nada más que sentir su piel humana con el dorso de la mano, como si eso fuera a ayudarla a ver sus verdaderas intenciones.
-Está bien -Afirmó Sera-. Sólo si demuestras pruebas concretas de que ellos son capaces de mejorar. Si estás listo con esta tarea, convocaré una audiencia, y escucharemos lo que tienes que decir, Pecador Redimido.
Pentious sonrió, asustado. Esa no era la respuesta que esperaba de la Serafín. Ahora estaba atrapado, entre el no saber cómo proceder y simplemente ir a lo que sea. Siguió pensando por unos momentos, hasta que decidió salir de su apartamento y pasear. En su vida humana, muchas veces se vio en este altercado. Entre la espada y la pared. Caminar -ahora deslizarse-, le hacía bien. Salió del edificio y el aire puro del Cielo le llenó los pulmones.
Pensó en la propuesta de Sera. El Consejo del Coro Angelical aprobarían o no lo que diría en la audiencia. Se deslizó pensando en cómo ayudar a sus amigos. Claramente una máquina de ingeniería no haría nada por ellos ni por él. Quizás debía de ahondar en aquel aspecto que le provocaba dolor. Aquella herida que se abrió cuando lo juzgaron, viendo si era digno del Cielo o no. Quizás -y sólo quizás- debía de usar su propia historia como herramienta. Era lo único que tenía, después de todo. Suspiró, sin saber si estaba listo para algo así. Decidió ir a la biblioteca. Donde sea que quedara.
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Aligerando Mi Corazón | Hazbin Hotel |
FanficEsta es la historia de cómo el Pecador Redimido, Sir Pentious, ayuda a los residentes del Hazbin Hotel a ascender al Cielo junto a la princesa Charlie Morningstar. Durante el camino se ve envuelto en un romance repentino con su antigua archirrival...