🐍 Capítulo 11 🍒

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Pentious sintió cómo le ardían las heridas. Despertó en la cama de su apartamento, con un ángel que no conocía junto a Emily qué estaba a un lado. Su lengua hizo el manierismo de una serpiente, mientras intentaba moverse. Sintió un fuerte dolor en el pecho y en su cara.

-¡Oh no! -Emily se acercó-. Quédate quieto Sir Pentious, ¡Teresa, acaba de despertar!

El otro ángel se dio la vuelta observandolo. Hizo una pequeña reverencia como saludo, mientras iba a por gaza y alcohol. Usaba un traje de doctora, y tenía apariencia humana con orejas de gato y cola. Habían muchos Ganadores que se parecían mucho más a su apariencia en vida que a otras cosas -a diferencia del infierno-, pero de todas formas habían almas antropomórficas, como lo era ella.

-¿Dónde está essse ángel que me atacó? -Preguntó Pentious con una voz débil.

-Sera la hizo caer, y ahora está en el infierno -Respondió Emily con un tono triste.

-Hay que detenerla... -Pentious intentó moverse-. Me dijo que quería dañarlosss. No puedo permitir que ella... Yo... -Los ojos de Pentious se iluminaron- Necesito crear una protección para el hotel. Tengo que trabajar, necesito papel y lápiz, están en la cómoda de ahí.

-Sir Pentious -Emily se acercó mientras el otro ángel ordenaba las cosas-. Cálmate, ya avise a Charlie acerca de esto, ella está lista para que sea. No necesitas preocuparte de esa forma...

Pentious miró su cuerpo. Tenía una camiseta -que no le agradaba nada usar, prefería las camisas-, blanca, como de hospital. Sentía que sus costillas estaban rodeadas de gazas que protegían su herida recientemente cosida que comenzaba a darle comezón. Vio que su cola, a medio camino, estaba vendada al igual que su mano izquierda. Se tocó la mejilla, palpando un parche empapado de sangre sobre esta. Respiró, intentando mantener la compostura para no desesperar.

-Usted no lo entiende, ssseñorita Emily -Dijo Pentious hundiéndose en su almohada-. Por ellos... Por ella... Yo haría cualquier cosa.

-Lo sé -Emily posó su mano sobre la de Pentious, dándole cierta calidez con sus poderes-. Teresa, cambiemos su vendaje. Quédate tranquilo, Sir Pentious, todo va a estar bien. Tienes que descansar...

-Insisto en que usted no lo entiende -Pentious cerró los ojos mientras dejaba que Teresa cambiara su vendaje-. No abandonaré de nuevo a quienes me necesitan. No lo volveré a hacer jamásss...

-Sir, debería de mantenerse un poco más quieto. Su cola, se mueve demasiado... Es complicado vendarlo -Teresa se alejó, viendo que la cola de Pentious se retorcía sobre sí misma.

-¿Eh? -Pentious abrió los ojos sin darse cuenta de que movía su cola de un lado a otro-. Oh... Perdóneme, señorita.

-Debería reposar. Tuvimos que coser sus heridas. Eran todas bastante profundas, y la peor de ellas está en su cola, por lo que trasladarse se le va a ser difícil. Afortunadamente, su mano se encuentra en un buen estado sorprendentemente. No se cortaron sus tendones, pero si debería de no moverla... -Pentious observó a la Ganadora con apariencia gatuna-. ¡Oh! Perdóneme, Sir, no me he presentado todavía. Soy Teresa Zacatlán, un gusto en conocerlo, Pecador Redimido.

-Perdone mi educación, también. Soy Sir Oswald Pentious, pero prefiero que me llamen por mi apellido. Supongo que la señorita Emily le ha explicado algunas cosas -Él suspiró-. Espero no me juzgue demasiado por mi condición de Pecador Redimido.

-No se preocupe. De hecho, me alegra saber de su Redención. Me da cierta esperanza de ver a algunos seres queridos de vuelta, si es que tengo algo de suerte -Ella sonrió, mientras sus orejas se movían-. Sir, si usted le interesa, podría pasarlo a ver sus heridas en las mañanas para ayudarlo a recuperarse aunque sea un poco más rápido. Lo veo muy angustiado con la situación de sus amigos.

Aligerando Mi Corazón | Hazbin Hotel |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora