En Los Años 50

Capítulo 3.

3. El Herido

Cerré la llave del lavadero cuando escuché como tocaban la puerta principal, Fruncí el ceño, no esperaba visitas, aunque tal vez a alguna de las vecinas se le dio por venir a visitarme.

Lady ladraba y rasguñaba la puerta efusivamente, como siempre cuando alguien que ella conocía iba a la casa.

― ¿Qué nece...? ― Las palabras quedaron en el aire cuando me di cuenta de que la persona que tocaba la puerta era mi marido.

Reginal tenía unos cuantos moretones por la cara al igual que pequeñas cortaduras y su camiseta blanca tenía manchas de Sangre, indicando que también estaba herido en el abdomen.

Sin duda alguna le habían dado una buena paliza.

Me apresure a meterlo a la casa y lo obligue a sentarse en el sofá.

― ¿Con quien peleaste ahora? ― Le pregunté ― no respondas todavía, voy a llamar al doctor.

― No ― Dijo y lo miré confundida.

― ¿A qué te refieres con "No"?

― Sacaré a balazos a cualquier médico que entre por esa puerta.

Pestañee varias veces, nunca lo había escuchado amenazar.

― ¿Qué quieres que haga entonces?

― No son heridas tan graves, cúralas tu.

Abrí la boca y la cerré varias veces, no podía estar hablando enserio, yo no sabía nada de heridas o como se supone que se curan.

― Insisto en llamar al médico para que te cure, él lo hará mucho mejor que yo.

― Quiero que mi mujer sea la que me atienda, y según se tu eres mi mujer desde hace 5 años.

Lo miré fijamente durante unos segundos, luego fui a la cocina a por hielo, Tome el poco que había y volví a la sala.

Lady se había acomodado encima de Reginal, aunque este intentaba quitarla, cargue a Lady y la coloque en el piso para sentarme al lado de él.

― Utilizaré el Hielo para... ― sinceramente no tenía ni la más mínima idea de lo que iba hacer, solo intentaba recordar lo que Lili hacía cuando íbamos a esos hospitales caritativos.

― Bajar la hinchazón de los moretones ― Contesto Reginal por mi.

― Eso era lo que iba a decir, ¿Por qué me interrumpes?

― Primero limpia las heridas, para evitar que se infecten.

― Te estaba poniendo a prueba ― le dije mientras me levantaba ― Para limpiar la herida obviamente necesito...

― Agua con jabón en un trapo limpio.

― Exacto, podrías curarte tú mismo ― Le di una pequeña sonrisa y corrí a la cocina a por el agua y un trapo, después de echarle jabón al agua volví a la sala.

Reginal no dijo nada mientras empezaba a pasar el trapo por las heridas, lo hice de la manera más delicada posible.

No entendía porqué había decidido venir directamente a la casa, normalmente cuando se metia en una pelea a golpes iba primero al medico y yo lo unico que tenia que hacer era prepararle una sopa y vigilar que siguiera las órdenes del médico.

Le coloque unas curitas en las heridas de la cara para luego volver a mirar la sangre en su camisa.

― Creo que también tengo que revisar tu abdomen ― dije Prácticamente en susurro.