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JooHyun

SeulGi y yo llevábamos casadas más de medio año, no le dijimos a nadie hasta que YeRim abrió la boca ante los padres de SeulGi y tuvimos que confesarlo, mostrar nuestros anillos y el acta de matrimonio. YeRim ya era oficialmente hija de SeulGi ante la ley, me aterrada un poco saber que tenía los mismos derechos que yo, pero dudaba mucho que SeulGi tomara a mi hija y se la llevara lejos de mí, había elegido a la persona correcta para ejercer la maternidad. Quizá no pude darle un buen papá porque ni siquiera era consciente de lo que estaba haciendo, pero esta vez no me arrepiento, SeulGi era una excelente madre para mi hija y me lo demostraba cada día que estábamos juntas.

ㅡ Entonces mami pidió comida, pero no la regañes, por favor, era comida saludable. ㅡ Me decía YeRim mientras caminaba por el pasillo cargando con todos los utensilios que utilizaba para estudiar. ㅡ Fue una hamburguesa, pero tenía lechuga y tomate, ¡y eso sí es saludable!

ㅡ Hm, creo que tu concepto de saludable no es igual al mío. ㅡ Le dije mientras caminaba a la sala y allí estaba SeulGi, sentada en la alfombra con el juego de té de YeRim y un par de peluches a su alrededor. Aproveché para dejar mis cosas sobre el mueble.ㅡ ¿Y esto se supone que es...?

ㅡ ¡Fiesta del té! ㅡ Gritó YeRim poniéndole una corona de princesa a SeulGi, quien se la acomodó gustosa.

ㅡ Una fiesta de té, por supuesto. ㅡ SeulGi siempre se tomaba las tardes para poder estar con YeRim o trabajaba los días que yo estaba disponible, siempre adaptándose a mis horarios. ㅡ Yo soy una princesa, no sé qué serás tú.

ㅡ  Mami puede ser nuestra sirvienta como cenicienta. ㅡ Dijo YeRim y yo fingí estar ofendida. En realidad si estaba ofendida, pero lo disimulé bastante bien. ㅡ ¡Es que llegaste tarde!

ㅡ Ven aquí, pequeña rata, voy a devorarte a besos. ㅡ Me moví hasta ella y la sostuve entre mis brazos, atacando sus mejillas con besos mientras SeulGi pretendía tomar el té en esa diminuta taza. ㅡ ¿Y tú qué?

ㅡ Las damas nos comportamos con educación y elegancia, no como... Animales. ㅡ Volvió a beber, YeRim y yo hicimos contacto visual, una mirada cómplice bastó para que nos lancemos sobre ella para hacerles cosquillas. ㅡ ¡No, basta! ¡Así no se trata a una princesa!

Amaba cada segundo con mi pequeña familia, a pesar de las adversidades, yo tenía al mejor equipo y una buena compañera que estaba en las buenas y en las malas, no tenía nada de qué preocuparme, SeulGi y YeRim eran todo lo que necesitaba.

O eso creía hasta que por un par de noches noté que SeulGi se ausentaba a altas horas de la madrugada, era extraño. Al principio pensé que iba al baño, pero teníamos un baño privado en la habitación. Pensé que iba por algo de comer o iba a dormir con YeRim, pero no, ella no estaba. Su oficina estaba vacía al igual que la sala y el porche, el patio no era muy acojedor para estar en la noche, pero de todos modos revisé y no había nada. Mi última opción fue ir al garage y efectivamente su coche no estaba allí.

Se hicieron las siete de la mañana y escuché la puerta abrirse, no había pegado un ojo en toda la noche, pensé lo peor y no quería, no quería que todo esto que habíamos construido en un año se fuera a la basura. Yo creía que todo iba bien, que éramos un equipo, que éramos mejores amigas a pesar de nuestra relación, en esa madrugada mi vida se vino a abajo. Pensaba en qué pasaría con YeRim, en cómo era posible que no me alerté cuando la llamaban del trabajo demasiado seguido, como evitaba que yo viera su pantalla mientras escribía, fui una idiota al no prestarle atención a esos míseros detalles. No quería perder lo que teníamos, pero después de una traición no hay confianza y si no hay confianza no queda nada entre nosotras. Debí suponer que alguien como ella tendría una larga fila de mujeres, pero no pensé que ella le haría caso a alguna de ellas.

𝐇𝐄𝐋𝐏𝐈𝐍𝐆 𝐌𝐎𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora