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SeulGi

Estaba casi de rodillas ante JooHyun, sosteniendo mi peso sobre la punta de mis pies, mirándola directamente a ella con mis manos en su cintura. Estábamos en el baño ya que YeRim estaba jugando en la sala, debíamos ser rápidas esta vez. Dejé un beso en su barriga mientras ella miraba hacia arriba, tomando una respiración profunda mientras evitaba verme. Ella sostenía su blusa hacia arriba apretando los dedos en el lavabo en el que estaba apoyaba.

ㅡ ¿Puedes hacerlo de una vez? Estás tardando mucho. ㅡ Estaba desesperada, sonó como un regaño, simplemente me reí e hice lo mío. Empujé la punta de la jeringa contra su bajo vientre. Ella cerró los ojos fuertemente hasta que quité la aguja. ㅡ ¿Tengo que hacer esto por mucho tiempo?

ㅡ Unas semanas. Yo haré lo mismo, así que no te sientas tan mal, también tengo que inyectarme. ㅡ Dejé un beso en su nariz y me deshice de la aguja que acaba de usar. ㅡ Y tendremos a nuestro bebé a camino.

ㅡ La doctora dijo que puede fallar en los primeros intentos, sabes. ㅡ Me dijo ella un poco desanimada, sentándose en la tapa del váter mientras yo me deshacía lo que habíamos utilizado. ㅡ Por eso no le he dicho nada a YeRim, no quiero ilusionarla y tampoco quiero ilusionarme.

ㅡ Pues, tiene mis genes, funcionará a la primera, ya verás. ㅡ Acaricié su rostro y besé su nariz, haciéndola sonreír. ㅡ Ya verás que sí. Tengo genes fuertes.

Las consultas a médicos especialistas en fertilidad y obstetras avanzados en el tema eran cada vez más frecuentes. Estudios, extracciones de sangre y agujas, el primer mes fue el más agotador, llegábamos a casa y hasta YeRim se dormía durante el trayecto a casa. JooHyun tenía el restaurante y el poco tiempo libre que teníamos lo pasaba allí y yo en el hospital. YeRim iba casi todas las tardes a jugar con mis padres porque me quedaba más tranquila al saber que estaba bajo su cuidado y con ellos podía ir al parque, hacer sus deberes y no estar de hospital en hospital como su madre y yo. Aunque muchas veces se cuestionaba por qué ya no estábamos tanto en casa como antes.

ㅡ Ya ha pasado más de un mes.ㅡ Me dice mientras cocinaba para las tres. Luego de que mi óvulo fecundado entrara en ella, bueno, mSlas inyecciones ya no eran tan constantes, estábamos en un modo relajado luego de unas semanas intensas. ㅡ Tenemos un primer chequeo en una semana.

ㅡ Lo sé. Lo tengo anotado. ㅡ Me acerco a mi esposa por la espalda, abrazando su cintura mientras mis labios besaban su hombro expuesto. ㅡ Ya verás que funcionó y que yo tenía razón.

ㅡ Pues, la regla no me ha llegado este mes, sabes.

ㅡ Es una buena señal entonces. Te embaracé. ㅡ Besé su mejilla y ella sonrió.

Sabía que tenía miedo, que la había pasado mal en su anterior embarazo y que las secuelas quedan en uno, pero aquí estaba yo para borrar todo rastro de ese tedioso pasado que habían vivido. YeRim fue la primera en acostumbrarse a su nueva vida, ella amaba comprar, gastar y salir de viaje donde ella quiera. Una vez terminamos en Austria porque no supo diferenciar Austria de Australia porque claro, tiene cinco años. Fue una gran travesía cuando preguntó: "¿Dónde están los canguros?" y ahí me di cuenta que no debo seguir las fantasías de YeRim sin preguntar e indagar antes.

También pensaba mucho en cómo reaccionaría al tener un bebé en casa, no quería que se sintiera desplazada o yo cometer el error de hacer diferencia entre ambos, así que recurrí a libros de maternidad, especialistas y algunos psicólogos infantiles que teníamos en el área de salud mental. Quería estar preparada siempre.

En la primera ecografía que hicimos, estaba nerviosa como nunca y la doctora no me dejaba tener acceso a la pantalla, así que intentaba ver detrás de ella de forma discreta, pero ella lo notó.

𝐇𝐄𝐋𝐏𝐈𝐍𝐆 𝐌𝐎𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora