𝐇𝐄𝐋𝐏𝐈𝐍𝐆 𝐌𝐎𝐌

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JooHyun

Supongo que cuando uno es feliz, la vida avanza demasiado rápido y se siente como que si no te alcanzara la vida para disfrutar de los pequeños momentos. Cuando obtuve mi título, SeulGi me regaló mi propia cafetería y restaurante en el centro de la ciudad. Yo no lo había pedido, pero no me quedó de otra que aceptarlo porque SeulGi era feliz cuando yo lo era y aprendí que su forma de demostrar su afecto era dando regalos.

ㅡ Toda mi vida me esforcé para sacar mi carrera porque en algún momento quería darle todos los lujos a mi futura esposa. ㅡ Murmuró ella mientras sus manos rodeaban mi cintura. Estábamos en el depósito de mi nuevo local, me estaba ayudando a organizar antes de la apertura. ㅡ Quería hacerla feliz aunque su restaurante no genere ingresos y sólo nos genere pérdidas.

ㅡ ¿¡Estás diciendo que me irá mal!? ㅡ Se echó a reír y dejó un beso en mi oído. ㅡ Eso dice mucho.

ㅡ Yo sé que tendrás éxito en lo que sea que te propongas, cielo. Era simplemente una idea que tenía cuando era más joven. ㅡ Se defendió y yo rodé los ojos, dándome la vuelta para tomar su rostro entre mis manos, robándole un beso. ㅡ Además, es una zona buenísima, te llenarás de turistas y luego vendrán a la ciudad exclusivamente a probar tus postres porque tu comida es la mejor de todas.

ㅡ Te amo. ㅡ Fue lo primero que me ocurrió, ella sonrió como si fuera la primer vez que escuchaba algo como eso.

ㅡ Y yo te amo a ti.

SeulGi siempre encontraba la forma de hacerte reír, las palabras correctas para hacerte sentir la mujer más amada de este mundo. Siempre que ella estaba cerca, yo tenía una sonrisa en mi rostro porque era feliz cuando ella estaba a mi alrededor.

ㅡ Iré por YeRim a la escuela, la traeré y luego tengo una cirugía, ¿está bien? No creo llegar a cenar, un trasplante de médula me espera, pero te avisaré, haré lo posible por ir a cenar. ㅡ Besó mi frente y luego mis labios para retirarse. Siempre me explicaba detalle por detalle lo que hacía o me enviaba fotos de su rutina en el hospital como si yo controlara su día a día. ㅡ Estás radiante hoy.

ㅡ Adiós, bonita. ㅡ Volví a besarla y se retiró casi corriendo. Odiaba llegar sobre la hora y YeRim estaba a punto de salir.

Empecé a ordenar algunas cajas más que habían llegado, la cocina estaba lista y las mesas en su lugar, había puesto algunos cuadros a juego con la decoración neutra que había elegido. Era el lugar soñado por cualquiera y era mío, llevaba mi nombre y el de YeRim, tenía algo propio aunque no había sido gracias a mi propio esfuerzo sino gracias a SeulGi. Estaba a nada de terminar mis estudios y YeRim ya entraba a la primaria dentro de poco, así que tendría más tiempo para decirme a estar aquí.

Fui hasta atrás para buscar algunos trapos que había utilizado para quitar un poco del polvo del lugar, pero ya en el fondo escuché la campana de la puerta.

ㅡ ¿Te has olvidado las llaves del auto? Cielo, te dije que te las lleves en el bolso. ㅡ Dije mientras limpiaba mis manos en el delantal que llevaba. ㅡ Oh.

ㅡ Hola.

ㅡ Wow. ㅡ Fue lo único que alcancé a decir, las palabras no salían de mi boca, sudé en frío. ㅡ Yo no- Pensé que era alguien más.