𝐇𝐄𝐋𝐏𝐈𝐍𝐆 𝐌𝐎𝐌

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JooHyun

SeulGi era alguien que tenía un corazón muy grande y digno de admirar, YeRim no dejó de hablar de ella desde que se despertó y tomó el desayuno. Te dabas cuenta el tipo de persona que era tan solo intercambiando un par de palabras. Ella era una buena persona con una nobleza destacable.

ㅡ Buenos días. La doctora Kang le envió un desayuno especial a la señorita Bae YeRim. ㅡ Llegó la enferma con un carrito junto a una bandeja y YeRim casi salta de la cama. Amaba el desayuno y la merienda, aunque siempre disfrutaba mucho comer. ㅡ Es una entrega especial para una pequeña muy especial.

ㅡ ¿¡Para mí!? ¡Muchas gracias! ㅡ Gritó e intentó aplaudir, pero su yeso le impidió el contacto. Al instante recordó que su hueso estaba roto y que iba a ser un impedimento en su día a día. ㅡ ¡La doctora osito es genial!

Fruncí el ceño ante el apodo y me reí en lo bajo. YeRim tenía mucha imaginación para esas cosas.

ㅡ Muchas gracias. ㅡ Añadí sonriendo mientras acomodaba las almohadas de mi hija para que pudiera comer mejor, era muy difícil porque el yeso le pesaba un poco, sumándole que ella era muy pequeña para su edad.

ㅡ También para usted, señora. ㅡ Me miró y me entregó una bandeja que traía en la parte inferior del carro. La tomé en mis manos y le volví a agradecir.

Era un desayuno súper completo, tenía todo tipo de frutas en un bowl con avena y una taza de café, también jugo. El de YeRim era similar, sólo que traía un vaso de leche y tortitas con nata y chocolate, fue su parte favorita.

ㅡ ¿Crees que le agrado a la doctora osito? Ella me agrada mucho. ㅡ Soltó de la nada mientras comíamos, me hizo reír un poco. Ella estaba preocupada por la opinión de SeulGi. ㅡ ¡Es como superman!

ㅡ Sería supergirl, cariño. ㅡ Aclaré y ella asintió llevándose el vaso de leche a los labios con mucho cuidado, tambaleando un poco en el proceso, ahora tenía que hacer todo con su mano izquierda y no estaba del todo acostumbrada. ㅡ Yo creo que sí, yo creo que le agradas mucho.

ㅡ¿Ella vendrá hoy? ¡Dijo que vendría! ㅡ Se quejó apartando la bandeja ya vacía y yo no iba ni por la mitad. ㅡ Yo quiero verla. Quiero llamarla por teléfono. La extraño.

Me sorprendió ver a YeRim emocionarse por alguien que no soy yo. Bueno, nuestro círculo siempre fue muy pequeño, siempre fuimos ella y yo, pero de repente SeulGi parecía haberse vuelto un foco muy importante en su vida. Solamente le dió una hamburguesa y YeRim ya la extrañaba, mi hija es muy fácil de comprar.

ㅡ Seguro vendrá, cariño. Si ella dijo que vendría, ella vendrá, ¿está bien? ㅡ Asintió y soltó un quejido acostándose sobre sus almohadas, dejando el brazo lastimado inmóvil. Iba a ser un gran desafío ese yeso, ya tendría que prepararme mentalmente para ello. Espero que no interfiera mucho con nuestro día a día.

Ordené un poco la habitación donde estábamos y los médicos todavía no habían llegado para darnos el alta, pero la enferma nos había alertado que era más que seguro que nos íbamos antes del mediodía, un punto a favor porque no quería generar más gastos. Estaba nerviosa, no quería estar más tiempo en este lugar porque hasta respirar costaba un ojo de la cara. Nunca podría pagar un hospital como este, mi hija jamás podrá recibir este tipo de atención médica avanzada del futuro.

La media mañana avanzaba más rápido de lo que pensaba y ya estábamos a punto de irnos porque ya había firmado los papales y YeRim le habían hecho un chequeo final para ver que todo esté en orden, también nos enseñaron como cuidar el yeso. Quería estar en casa, darme un baño e ir a trabajar, si yo dejaba de trabajar un día, era un día que perduciaba a mi quincena y no era favorable para nosotras.