....
Una ligera pelea pasó por ambos, Javier sólo mostraba preocupación por su sucesor. Nada más que eso, si él moría todo se daba por perdido.
O simplemente era orgulloso y no aceptaba que su insistencia iba más allá que un estima vacío. En sus ojos encontró esa luz, aún con poco tiempo de haberse relacionado, lo quería para él, sólo para él.Era el Charro Negro, aunque podía poseer cualquier cosa no estaba en sus planes la riqueza o algo más, hasta ahora.
—Lléveme a mi casa, porfavor. Ya no quiero estar aquí, no sé ni porque estoy aquí.— Suficiente para alterar el humor del Charro, quién le clavó una furiosa mirada, evitando volverla al rojo vivo para no levantar sospechas. Su piel se erizó, sudó frío y sus manos temblaron un poco más al par de su corazón.Quizá se lanzaría a él, lo golpearía o simplemente le diría un diccionario completo de majaderías por su petición, pues quién era para mandar al Charro Negro. —No, no te puedo llevar ahora.— Calmado, su voz ronca pero tranquila. Coyotito detrás de la puerta, sudando frío por el temor a que sus patrón se descontrolara e hiciera alguna tontería. Nada pasó, Javier volvió a sentarse a su lado.
—Es muy tarde y si te llevó en mi caballo, el ajetreo hará que tú herida vuelva a abrirse.— Tapó un poco más a Leo, llegando hasta su pecho. El castaño se quedó sorprendido, arrepentido también por su grosería.—Javier, no se vaya...— Detuvo su paso, tomando su mano, fría como si estuviera... Muerto.
—He sido un grosero y un mal agradecido. Todo este tiempo usted ha sido tan bueno conmigo, me ha salvado la vida. ¿Qué puedo hacer para agradecerle todo?— Su temerosa sonrisa hizo notar su sonrojo. Pero en su inocencia sólo quería devolver de alguna manera los buenos gestos que habían hecho por él.—Un beso, quiero un beso.— Lo soltó, sólo lo pensó unos segundos y después lo dijo como si nada, tranquilo como si pidiera cualquier insignificante cosa. La sonrisa débil de Leo se esfumó en un segundo, permaneciendo el sonrojo que sólo se agravó más.
Un beso, para algunos nada, para otros el significado de la unión y de intimidad.
—¿Cómo, un beso? ¿En dónde?— Se sintió intimidado, hasta incómodo. Tapó aún más su cuerpecito que temblaba en total nerviosismo.Su cuerpo adolescente ya no era el mismo de antes, ahora pasaba por aquella revoltosa etapa en donde todo puede encender una llama. Secretamente leía novelas rebuscadas, de romance prohibido. Cómo esa en donde un vampiro secuestraba a un joven monaguillo, lo envolvía en mentiras para hacerlo suyo a la luz de la luna. Lo marcó, pero no sólo con una mordida, si no a través del acto carnal, del pecado mismo por hacerlo con un ser de la oscuridad. Eso o también por tratarse de ambos varones. Leonardo siempre sintió morbo, curiosidad por saber cómo se sentiría ese acto prohibido, un beso dado por un hombre. Anteriormente había entregado sus labios inocentemente a Xóchitl, pero ni siquiera había significado algo. ¿O sí?
—¿Entonces?— Javier se acercaba cada vez más, como un lobo a su presa.
—En el cachete.— Quiso imponer su condición.
—En los labios. Algo chiquito, nada más.— Y ahí estaba, esa sonrisa pícara. Ese hombre era veneno, era la serpiente que la portaba más bien. —Bueno... Pero uno chiquito.— Ni siquiera sabía que hacer, inmediatamente se puso de rodillas frente al hombre, quién inmediatamente se echó a reír.
—Entonces, así de fácil eres San Juan. — Los ojos del joven se abrieron de terror. Apenas le conocía y ya le estaba entregando algo tan, tan íntimo como un beso.Los Dioses reunidos, todos con una expresión de seriedad fingida. Tezcatlipoca no aguantó más, soltó unas escandalosas carcajadas, para después ser acompañados por los demás.
—¡¿Cómo es posible que creyeran que lo haría? Yo mismo lo entrené para no sentir nada, para ser igual que una piedra.— Dijo, seguro de sí, con ese tono engreído que tanto odiaba su hermano Quetzalcoatl.
—Incluso las piedras pueden ser atravesadas con una flecha, oscuro.— Huitzilopochtli interrumpió su reír, en un tono seco, tanto que todos guardaron silencio en segundos.Coyotito seguía curando la enorme herida de su vientre, totalmente serio, incluso hasta triste. Aquella sonrisita dulce que vio al principio se había esfumado. Ahora parecía que ambos lo despreciaban. Leonardo no dejaba de pensar en lo tonto que se vió al acceder tan rápido a la propuesta de Javier, como si de una novia dejada se tratase.
Odiaba la incomodidad del momento, le gustaría tener siquiera una pequeña conversación con el chiquillo, algo para desahogar su mente de la vergüenza.Detras de la casita, con un disfraz humano Micteccacíhualt amargaba la noche del Charro, se tomó unos minutos en donde fueron regaños repletos de sermones.
—¿Cómo te atreves, Alejandro? De seguro piensas que esto es un juego.— La muerte iba enserio, esto era muy serio. Rara vez lo llamaba por su nombre real, al igual que todos los Dioses.
No hacía más que aceptarlo, no alzaba la mirada, no hacía ningún gesto, ni una sola palabra. —Mi señora, perdóneme, sólo estaba probando al chico.— No formulaba ninguna buena excusa para justificar su niñería.
—¡Haz lo que tienes que hacer! ¡No más tonterías, Charro!— Desapareció entre sus pétalos de Cempasuchil.La mañana llegó. Leonardo pasaba por un sueño, una pesadilla.
—Leo... Leo— La voz era reconocible, Xóchitl. En unas manos blancas en donde destacaba un anillo de rubí. Estaba atada por decirlo así, atrapada en una esfera que revoloteaba. Cuando diviso mejor la imagen pudo ver unos ojos azules entre la oscuridad. Detrás de él un altar, uno en el cual destacaban unas enormes manos huesudas que intentaron atraparlo.
Corrió, corría, su respiración se aceleraba en cuanto daba cada paso.
—¡Leonardo, él está cerca!
Leonardo, Leonardo....— Un gritó de ultratumba se metió en sus oídos, alterandose más y más. Corriendo a quien sabe dónde, porque no está consciente de que todo es un sueño, una pesadilla, nada más.—Leo, despierta muchacho.—Era Javier, lo zarandea preocupado por el aspecto sudoroso y aterrado del castaño. Despierta de golpe, inicia su respiración con una bocanada que espera que llene su falta de aire por el terror de aquel mal sueño.
Abre totalmente los ojos, su primera vista de la mañana eran los ojos negros de Huerta. Éste sonríe amablemente, pero Leonardo ya no devuelve el gesto, sigue incómodo por lo de la noche. Se levanta rápidamente buscando su chaleco, revisando si en sus bolsillos lleva todas su pertenencias consigo. Después de verificar todo, sale, echo el diablo quien irradia coraje y disgusto.Javier va tras él, completamente sorprendido. —Leo... Leo, ¿A dónde vas muchacho?— Lo toma del brazo para llamar su atención. —A mi casa.— Seco, sin mirarle sigue su camino. El hombre realmente no esperaba está actitud de él, ignorandolo.
—¿Muchacho, pero que te pasa?— Rebasa la paciencia del castaño que se voltea en seco, mirándole de una manera que jamás había sido. —¡¿Qué me pasa?! ¡¿Qué es lo que le pasa a usted?! Anoche me hizo una majadería y hoy está como si nada. — Volvió a tomar su camino.
Anoche eso fue gracioso, ahora sólo es peligroso, se saldrá de sus manos.— A ver, ven para acá, muchacho.— De un tiron lo pone frente a frente. La sangre de Leo hervía, pero ahora también su rostro, su corazón le molesta por lo intranquilo que está.
Cuando ambos juntan miradas, sus adentros temblaron al igual que lo hace un volcán a punto de hacer erupción.Acaso... Se han unido.
No te puedes unir a alguien que recién conoces...
Pero si de alguien a quién en algún momento lo estuviste...Las tierras en donde te aproximas, son bellas, son puras, son un regalo...
Son tuyas, no las pierdas.Hola!!!!
Aquí está el capítulo, la verdad que me tarde porque me han pasado muchas cosas malas, tantas que ya había perdido las ganas de seguir con esto, pero es lo que me entretiene.En fin, les tengo un regalo
Próximamente haré un nuevo libro de One shots, que espero les guste.Ahora sí, nos vemos en una semana
ESTÁS LEYENDO
𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐒𝐓𝐈𝐆𝐎 𝐃𝐈𝐕𝐈𝐍𝐎
Fanfiction"El capricho del demonio por lo que le fue arrebatado vidas atrás no se hará esperar más. Ha pasado tanto tiempo para tener otra oportunidad y no la soltará. Experiencias que lo harán volver a lo que fue, mucho que volver a aprender" ⚠️ Porfavor lee...